Mou y Pep (II): sus logros, por Barney

En el momento en que empiezo a escribir esta entrada, el ManU de Mou acaba de vencer 2 a 0 al City de Guardiola. Es un partido amistoso de pretemporada que a nadie debería interesar demasiado, y sin embargo, uno lee las redes y parece que jugaran el Madrid y el Barça, tal es la devoción y rechazo que despiertan sus entrenadores. Para sus detractores, uno siempre será Llourinho o Cagourinho por sus quejas y sus estrategias amarrateguis, y el otro será eternamente Guartrolas o Guardrolona, por su falsedad y sus coqueteos con sustancias prohibidas. Sigue leyendo

Mou y Pep (I): el villano y el niño perfecto, según Barney

En el barrio en el que vivía de pequeño, había dos hermanos que cualquiera diría que lo eran. Uno de ellos era el típico niño perfecto, ese que todo lo hacía bien y al que las madres, incluida la tuya, ponían de ejemplo y modelo a seguir. El otro era gamberro, un poco retorcido a veces, un «malote» de barrio, y el típico chico con el que tu madre no quería que te mezclaras demasiado.

Yo siempre me llevé mejor con el malote, para qué negarlo. Sigue leyendo

«¿Por qué? ¿Por qué?», o cuando Mou se transmutó en Barney (2ª parte)

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Tiene gracia, parece como si alguien hubiera leído la primera parte de este asunto y me quisiera quitar la razón. Preguntaba entre otras cosas por qué no se podía pitar penalti en contra del Barça, expulsar a un jugador culé o por qué los árbitros eran tan permisivos con Suárez, y apenas unos días después, en la semifinal de Copa contra el Atleti, tuve la suerte de ver dos expulsiones y un penalti en contra del Barça. Increíble, pero cierto. Y sin embargo, la sensación general del mundo del fútbol fue que se había cometido un atraco en toda regla contra los colchoneros. Así que surge la cuestión:

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¿Por qué cuesta tanto ganar en el Camp Nou?

El Dato: ya lo vimos con el Atleti hace unos días. ¿Que se expulsa a un jugador del Barça? A los dos minutos echan a uno del Atleti. ¿Que peligra la eliminatoria? Se anula un gol descaradamente o se deja un penalti flagrante sin pitar.

Según algunos medios, el Madrid llegó a estar 20 años sin ganar en el Camp Nou, desde 1983 (goles de los míticos Juanito y Santillana) hasta 2003 (goles de los no menos míticos Roberto Carlos y Ronaldo). El dato no es cierto, pero en cualquier caso no dejaba de ser sorprendente, teniendo en cuenta que por allí habían pasado grandes equipos del Madrid, como la quinta del Buitre y Hugo, o el Madrid de las 3 Copas de Europa (1998, 2000 y 2002). 20 años es mucho tiempo.

B. (de Barcelonista, Bartomeu o Bocachanclas, pero nunca de Barney): el Madrid sale a este gran estadio acomplejado, porque el ambiente es único, porque intimida al rival y porque cuesta jugar contra el millor equip del món.

M. (de Madridista, Mourinhista o Meparto-cuando-veo-a-culés-quejándose): antes de nada voy a corregir el dato. El Madrid ganó 3 veces en el Camp Nou a lo largo de esos 20 años:

  • 0-1 en la Supercopa de España en 1990.
  • 1-2 en la Copa del Rey en 1993, en un gran partido de Luis Enrique y jugando con 10 durante una hora. Este desgaste fue clave para que el Madrid perdiera la Liga en Tenerife cuatro días después, tras un mal partido apoyado por la ceguera de Gracia Redondo.
  • 0-2 en la Copa de Europa de 2002, con goles de McManaman y Zizou.

Lo que el Madrid no hizo fue ganar en Liga durante ese período. La mayoría de las veces fue, efectivamente, por jugar malos partidos, pero hubo otras que fueron… en fin, cómo definirlo sin clavar los dedos en el teclado, «sospechosamente inverosímiles». O como dijo el Cholo Simeone tras el atraco de Copa: «felicito al Barça por manejar todo muy bien«, o «tengo claro por qué tenemos siempre más opciones en Champions que en la Copa o en la Liga«.

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Para ganar en el Camp Nou no basta con jugar bien y mejor que el Barça, como se vio esta temporada, sino que además hay que luchar contra ese entorno culé que, como dice el Cholo, lo maneja todo muy bien. Este año sin ir más lejos se vio cómo el Madrid salvó en el descuento un partido que tenía perdido, pero en el que sin embargo fue mucho mejor que su rival y tenía que haber llegado al descanso con dos o tres goles de ventaja. Se cumplió la tradición según la cual el Barça no pierde cuando es Clos Gómez quien dirige la contienda.

La temporada pasada el Madrid consiguió vencer contra pronóstico un partido en el que tuvo todo en contra: el Barça era feliz con sus 10 puntos de ventaja (viento en popa hacia el récord de penaltis a favor en Liga) y todo le sonreía, Piqué era el rey del Periscope y el Madrid estaba hundido. Para colmo se quedó en inferioridad numérica, un clásico en el Clásico.

clasicoY sin embargo venció contra los 11 del Barça y el arbitraje lamentable de Hernández Hernández. El Madrid se rehízo en Liga, acabó ganando la Champions y Piqué no volvió a hacerse el graciosillo en Giliscope.

Aún hubo algún descerebrado (dicho con todo el sentido, «sin cerebro») que se quejó del arbitraje. Después del gol anulado a Bale, que es de esas cosas que no son errores. Fue tan inverosímil como el penalti pitado al portero del Betis Adán por despejar de puños el balón. Llevo muchos años viendo fútbol y esta jugada (con 0-0 en el marcador, conviene destacarlo) es de lo más vergonzoso que he visto en mi vida.

A mí no me molestan algunos errores, como por ejemplo el gol de Suárez en el Clásico, porque son muy difíciles de ver (16 centímetros después de usar un montón de cámaras). Puedo entenderlo. Lo que me cabrea de verdad son todas esas acciones que no son errores, que sí ha visto el árbitro y no se ha atrevido a señalar. Y en esos 20 años sin victorias en Liga en el Camp Nou hubo muchas.

Al final nos quedamos con el marcador, los goles y algunos detalles, como que el Madrid empató este año en el descuento. O que Raúl silenció al Camp Nou en 1999 en una de las imágenes más recordadas de la historia de la Liga, pero lo que la mayoría olvida es que en aquel partido el colegiado Díaz Vega no tuvo cojones (porque lo vio) de expulsar a Sergi por sacar el balón con la mano en la raya de gol. ¿Penalti y expulsión en la primera parte? Ni en sueños:

Desde hace años siempre que juega el Madrid en Barcelona ocurre algo, por eso es tan difícil ganar allí. Ocurrió también en aquella eliminatoria de Copa de 2012 en la que el partido acabó 2-2 y con el Madrid a un gol de la clasificación, sin duda, uno de los mejores días de la escuela culé de teatro. No puede ser que todas las jugadas dudosas acabaran del mismo lado. Una sola, Teixeira, una sola hubiera bastado para cambiar el signo.

O un año después, en la Liga de 2013, en la que se cumplió otra máxima, y es que Mascherano no hace penaltis nunca nunca, jamás de los jamases:

Otras veces el Madrid sale acobardado, como el famoso día del 5-0 cuando Mou era entrenador, pero incluso ese día el partido podía haber sido distinto si no se hubiera concedido el tercer gol en fuera de juego, o si con 2-0 se hubiera pitado este «penaltazo» de Víctor Valdés que hubiera supuesto su segunda tarjeta:

En fin, para qué insistir. Cuesta mucho ganar en el Camp Nou porque el Barça es un gran equipo, y porque hay que saber manejar todas esas circunstancias que definiera el Cholo, todo ese entorno de un equipo que representa como nada ni nadie el espíritu de la Cataluña enfrentada al «centralismo y la caverna mediática» (me parto).

¿Por qué dicen que el Barça es «mès que un club»? barca

El Dato: el lema nace a finales de los sesenta para expresar que el Fútbol Club Barcelona representa mucho más que un equipo de fútbol. Representa el sentir de muchos catalanes que reclaman su sitio frente a Madrid y frente al Madrid como su exponente de dominio deportivo.

Algunos exaltados llevan a identificarlo directamente con la nación catalana, despreciando a los demás clubes, como el Sabadell, el Nástic o por encima de todos, el Español o Espanyol de Barcelona.

B.: el Barça representa lo mejor de Cataluña frente al Estado español represor, centralista y autoritario, ese Estado que no deja de hacer trampas para favorecer al Madrid, ya desde la época de Franco. El Barça es más que un club porque se opone con su humildat y sus valors al poder de Madrit, que llega hasta nuestros días, como se ve por ejemplo en la manipulación de los sorteos.

Pero no nos gusta mezclar deporte y política, como hacen otros.

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M.: ja, ja, ja,… perdón, me sigo riendo de la foto esta y «la hora catalana». El Barça representa perfectamente a una buena parte del catalanismo, concretamente al victimista. Al catalanismo manipulador capaz de alterar la Historia y contar a los suyos una falacia inverosímil. El mismo catalanismo manipulador de sus dirigentes políticos, los cuales, si están imputados (Pujol, Mas, Homs), igual que los presidentes del Barça (Rosell, Laporta, Núñez), es por la persecución de Madrid, nunca jamás por sus delitos.

ibrahimovicPero no hay que mezclar política y deporte, aunque los partidos se conviertan en la fiesta de la estelada, y luego los dirigentes del club afirmen no estar detrás de la campaña. Mentirosos y cobardes, ¿o fue una casualidad que los líderes de los movimientos impulsores de dicha campaña se sentaran en el palco?

Y no hay que mezclar política y deporte, aunque las últimas finales de Copa se hayan convertido en el festival del independentismo y la pitada a la Corona.

Si ha habido un equipo favorecido en los sorteos, con las estadísticas y el ránking UEFA, ha sido el Barça. El problema es que algunos miden la calidad de los equipos en función del rival. El City era un equipo indigno de Champions tras caer contra el Madrid y sin embargo, cuando jugó contra el Barça cuatro meses después era «el mejor partido que se puede ver». El PSG solo es uno de los grandes de Europa cuando juega contra el Barça, y supongo que uno de los mejores de la historia después del 4-0 de esta semana. «Ya sabemos cómo funciona esto», que diría Piqué.

El Barça ha contado numerosas veces la historia del franquismo y su relación con el Madrid, hasta el punto de creérsela, cuando si hubo un equipo ayudado durante la dictadura fue el suyo. Jamás lo reconocerán. tad

No solo con Franco. Si ha habido un equipo ayudado por las instituciones durante décadas, ha sido el Barça. Igual que los madridistas somos capaces de reconocer que fue vergonzoso mantener tantos años a un antibarcelonista como Plaza al frente del Comité de Árbitros, ellos podían reconocer ciertas cosas del Villarato o la UEFA.

A finales de 2015, con la cagada Cheryshev, el Madrid tocó fondo. Escribí aquel post titulado «Un equipo irreconocible«. Pero incluso en aquel momento, se podía haber repescado al Madrid para la Copa con el reglamento en la mano. Yo no hubiera estado de acuerdo, pero existían precedentes y dudas razonables sobre la interpretación. Sin embargo, se presionó desde el Consejo Superior de Deportes, con el culé Miguel Cardenal al frente, para que no se aceptara el recurso del Madrid.

No puedo dejar de recordar el vergonzoso artículo Orgullosos del Barça, escrito por el secretario de Estado para el Deporte. Me gustaría preguntarle al ministro Montoro si él también se siente orgulloso de un club que ha sido capaz de juntar a tantos condenados por delito fiscal.

El Barça es mès que un club, seguro que sí. Pero parafraseando a Groucho, yo no sé si querría ser socio de ese club que admitiera como socios a Laporta, Rosell, Guardiola, Núñez, Stoichkov y un largo etcétera.

¿Por qué los medios destacan tanto al Barça y atacan al Madrid?

El Dato: el Barça ha sido el claro dominador de las competiciones españolas en la última década, y ha ganado cuatro copas de Europa desde 2006, anotando goles con gran facilidad.

posesion-oportunidadesB.: el Barça ha jugado como nadie en los últimos años, con un estilo único e inconfundible, marcando goles a cientos y dando un espectáculo inigualable.

M.: el Barça ha dominado… en posesión de balón, pero esto del fútbol consiste en chutar a puerta y marcar goles. Es la herencia del estilo de Guardiola. Según este gráfico (@MaketoLari), la posesión de balón no significa generar ocasiones. El Madrid chuta bastante más teniendo menos el balón.

Hace un mes el City de Guardiola perdió 4-0 contra el Everton, pero tuvo un 71% de posesión de balón. ¿Para qué? Para lo mismo que el Bayern de Guardiola cuando perdió 5-0 las semis de 2014 frente al Madrid. Más del 70% de posesión, cero goles. Sin embargo, este tipo de juego gusta a los periodistas, aunque en ocasiones, cuando no tienes a Messi en tus filas, ver cómo un córner a favor termina echando el balón hacia atrás hasta tu propio portero es un auténtico coñazo.

«Pero al menos tuvimos la posesión». Esta frase sonó ridícula por boca de Xavi Hernández tras caer eliminados por el Bayern por un marcador global de 7-0. Pero es lo que gusta a los medios, a esos tipos tan embobados con el juego de los de Guardiola, que alcanzaron las enormes y meritorias cifras de 105, 98 y 95 goles en sus tres primeras temporadas victoriosas. Grandes cifras, aunque muy lejos de los 121 goles del equipo «mezquino» del «cicatero» Mourinho.

Lo de siempre. En su día quisieron llamar dream team a un buen equipo cuyos números fueron muy inferiores a los del Madrid de la Quinta del Buitre o al Milán de Sacchi y Capello. Pero por la razón que sea, a los periodistas les gustaban más los finales de liga apretados (atracos de Tenerife y el penalti de Djukic) que las ligas que ganaba el Madrid sobradísimo. Y recuerdo cómo algunos babeaban con los tres delanteros de ese Barça que llegaba a los 91 goles en su mejor temporada, mientras criticaban al Madrid de los cinco defensas que a duras penas lograba ¡107 goles!

Pero es lo que tiene el periodismo actual: su partidismo. Qué le vamos a hacer. Últimamente he empezado a ver los partidos con los comentarios en inglés o acento mexicano, porque llevaba mal escuchar a tanto culé con un micrófono en la mano. Y leer a algunos otros periodistas, como Alfredo Relaño, que se han vuelto antimadridistas por sus litigios judiciales con Florentino Pérez.

¿Por qué nos gusta tanto el baloncesto?

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Por días como hoy, por torneos como la Copa del Rey. Por jugadores como Llull y Luka Doncic. Por este Real Madrid. Enorme, grandioso.

 

«¿Por qué? ¿Por qué?», o cuando Mou se transmutó en Barney (1ª parte)

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¿Por qué no se puede pitar penalti en contra del Barça?

diapositiva1 El Dato: en los últimos 64 partidos de liga, ¡64, casi dos ligas!, al Barça solo le han pitado un penalti en contra.

B. (de Barcelonista, Bartomeu o Bocachanclas, pero nunca de Barney): el Barça es un equipo que domina el juego, la pelota, el rival apenas pisa nuestro área. Sigue leyendo

Escuela culé de teatro, por Barney


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Termina 2016, año que será recordado por Usain Bolt, la Undécima del Madrid, la victoria de los Cavaliers,… y por la decadencia del teatro azulgrana en su modalidad de fingimiento extremo.

Me refiero, cómo no, a la botella-bomba-racimo de Mestalla. Sigue leyendo

Entrenador nuevo, blanco seguro, por Barney

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Hace apenas una semana, tras la derrota del Madrid de Zidane frente al Atleti del Cholo, leí que Florentino Pérez había perdido ya la confianza en el francés y se planteaba un nuevo entrenador para la temporada que viene. Estamos bien, estamos «apañaos». Ooootra vez, ooootro nuevo proyecto. Un nuevo cadáver que se oculte tras otro fichaje mediático y a empezar de nuevo.

Cambiar de entrenador es lo más sencillo, Sigue leyendo

Iker no se merece este trato, por Barney

No quiero ser ventajista, así que quiero que sepáis que este post estaba escrito antes del Madrid-Barça del sábado, pero esperé al resultado por si había que comentar algo o modificarlo. Creo que no hará falta, esto es exactamente lo que estaba escrito:

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“Yo no soy galáctico, yo soy de Móstoles”

Un tío que ataja de esta manera la última ocurrencia/gilipollez de Florentino Pérez se merece todos mis respetos. «Los Galácticos», un motivo más para generar la animadversión del resto de equipos, para incitarles a vencer a ese equipo que presumía de no ser de este planeta. A la gente se le olvidan las cosas, pero ese Madrid de los supuestos galácticos de Florentino estuvo tres años sin ganar nada. Y al cuarto atrapó una liga que parecía perdida, la de Capello, remontando 5 puntos en las 5 últimas jornadas. Sigue leyendo