Mou y Pep (I): el villano y el niño perfecto, según Barney

En el barrio en el que vivía de pequeño, había dos hermanos que cualquiera diría que lo eran. Uno de ellos era el típico niño perfecto, ese que todo lo hacía bien y al que las madres, incluida la tuya, ponían de ejemplo y modelo a seguir. El otro era gamberro, un poco retorcido a veces, un «malote» de barrio, y el típico chico con el que tu madre no quería que te mezclaras demasiado.

Yo siempre me llevé mejor con el malote, para qué negarlo. Sigue leyendo