La verdad es que no tenía ninguna intención de escribir una tercera parte de estas historias de la Historia, pero una reciente conversación con un culé recalcitrante, así como algunos comentarios leídos en Internet acerca de los títulos del Madrid, especialmente los antiguos, me han empujado a hacerlo. El problema es la madriditis, la eterna comparación culé, el complejo de inferioridad que han tenido siempre, incluso en este siglo en que su número de títulos ha estado por encima de los del Madrid. Y lo que roza ya la paranoia, que es de lo que quería hablar, es el desconocimiento (interesado) del pasado.
Por desconocer, o lo que es peor, falsear, lo desconocen todo, como se vio en el reciente homenaje a Cruyff. Un ejemplo chorra: todos recordamos las bonitas imágenes de la grada formando una camiseta de Cruyff con el 14, ¿verdad?
¿Por qué será que en el homenaje del Ámsterdam Arena utilizaron estos otros números?
¿Tendrá algo que ver el hecho de que Johan Cruyff no vestía el número 14 en sus años en el Fútbol Club Barcelona? Lo comenté con un amigo culé y me respondió: «¿Estás seguro?»
¡Pues claro que lo estaba! En esos años los jugadores no tenían números fijos y en las alineaciones los equipos titulares salían con los dorsales que van del 1 al 11.
Y Cruyff solía llevar el 9, como se vio en todas las imágenes que emitieron esos días. Lo mejor de todo fue el propio partido de homenaje a Cruyff, ese 1-2 con arbitraje infame y golazo de Cristiano Ronaldo que me remitió al pasado, concretamente a aquellas semifinales de Copa del Rey de 1993 en las que el Real Madrid venció 1-2 al equipo entrenado por Cruyff luchando con uno menos contra otro arbitraje lamentable. Y el segundo gol a pase de… ¡Luis Enrique!
Pero este era un ejemplo menor, yo quería hablar de la costumbre reciente en el barcelonismo de desprestigiar los antiguos títulos del Madrid. Decía este amigo culé: «Los títulos que os regaló Franco». Cuando le solté la parafernalia sobre las ayudas del franquismo al Barça, y después de un «¿estás seguro?», cambió de tercio: «esas Copas de Europa que os regalaban», o «los botijos», como las denominan los culés para desprestigiarlas. «Tenemos más Champions que vosotros, 5 frente a vuestras 4». A ver, por partes. Barça y Madrid tienen 4 Champions cada uno (el nuevo formato arranca en la temporada 1992-93), y en Copas de Europa de las antiguas el Madrid golea por 6 a 1.
- ¿Estás seguro?
- Completamente, Albert, y vuestra Copa de Europa es para mí la más devaluada de la historia, fíjate cómo fue. Benfica, Sparta de Praga y Dinamo de Kiev en la fase de grupos para llegar a la final. Y allí la Sampdoria, que quedó sexto ese año en la liga italiana.
- Bueno, pues… tenemos más que el Madrid… en color.
Si el Madrid gana la Undécima el próximo día 28 (cruzo los dedos, no me fío un pelo de este Atleti), no sé cómo van a comparar para seguir diciendo que tienen más. Yo les ayudo: «sois los que más tienen… jugando contra 10«.
«Las Copas de Europa en blanco y negro», «los botijos», «ese torneíto del diario L’Equipe«, «esas Copas que organizaban Franco y Bernabéu donde jugaban con quien querían y no invitaban al Barça», «en la primera edición excluyeron al campeón inglés, el Chelsea»,… Al final siempre tienen que falsear el pasado o sacar alguna comparación estrambótica para tratar de estar por delante en el palmarés, aunque este se empeñe en demostrar lo contrario.
De ahí que no deba extrañar que hace un año aproximadamente unos cuantos aficionados culés se pusieran en ridículo a sí mismos con una patética petición acompañada de recogida de firmas. ¿¡Que la Copa de Ferias tenga el mismo reconocimiento que la Champions!? ¡Pero si no era un torneo oficial, si la primera edición tardó tres años en completarse! Es que además la jugaban selecciones de ciudades, no clubes de fútbol. La selección de Barcelona ganó a la de Londres en esa primera edición, y no jugaron vestidos de azulgrana, sino de azul y blanco porque el equipo ni siquiera era el F.C. Barcelona. En fin, paciencia,…
Alfredo Relaño sitúa esa campaña azulgrana de desprestigio del pasado madridista (sobre todo del fichaje de Di Stéfano) en el 30 de noviembre de 1980, a raíz de un artículo de Lluís Permanyer, hijo de un vicepresidente del Barcelona. Pero como Alfredo Relaño es director del As, su opinión no es válida para el culerío, por muy bien documentada que esté (tremendo su artículo sobre Di Stéfano y Kubala), ni aunque utilice como fuente entre otros el libro «Barçaeterno» de Toni Closas y David Salinas, así que voy a tener que pensar en otro periodista que me ayude en mi empeño.
¿Qué tal Josep María Casanovas, fundador del forofísimo diario Sport? Supongo que es una figura válida para mis colegas barcelonistas, un tipo imparcial y con criterio, como se vio en sus editoriales sobre el fichaje de Neymar. Es un periodista ecuánime a la hora de valorar el mismo hecho, lo haga el Madrid o lo concluya el Barça (extraído de Las lecciones de Coco):
Del «bajo ningún concepto» y «traspaso de locos» al «éxito de Sandro Rosell» hay un mundo. Creo que puede ser un periodista válido para mis amigos del Barça.
Pues resulta que desde pequeño tengo en mi casa un libro de 1977 titulado Campeonatos mundiales de fútbol, recopilación de Martin Tyler de cuya edición española se encargó un tal José Mª Casanovas, el mismo Josep María del Diario Sport. Esto es lo que cuenta en el libro respecto a la creación de la Copa de Europa de Campeones de Liga, tras unos cuantos párrafos sobre sus antecedentes, como la Copa Mitropa o la Copa Latina:
Pero lo que en realidad se precisaba era una Copa de Europa que englobara a todos los países. El impulso necesario vino de un encuentro amistoso entre el Wolverhampton Wanderers e Inglaterra y el equipo de primera clase del ejército húngaro, el Honved, que tuvo lugar en diciembre de 1954. La victoria por 3-2 de los hombres del Wolverhampton sobre Puskas, Kocsis y el resto del equipo húngaro levantó en el continente la polémica acerca de qué club europeo poseía el mejor equipo.
Fue entonces cuando Gabriel Hanot, reputado periodista francés de L’Equipe y ferviente defensor de un torneo de este tipo a lo largo de muchos años, sentó las bases pormenorizadas de una Copa de Europa.
Antes de recibir la aprobación oficial, no obstante, era necesario superar un problema legal. La FIFA, el órgano directivo mundial, únicamente estaba en relación con asociaciones nacionales, como era el caso del organismo europeo de la UEFA. La FIFA autorizó la Copa con la condición de que los clubes participantes recibiesen la autorización de sus asociaciones nacionales y de que la UEFA asumiese el papel de organizadora.
Le edición inaugural no se limitó exclusivamente a admitir a los equipos campeones, sino que la invitación se hizo extensiva a formaciones de primera línea. La Liga de Fútbol, sin embargo, advirtió a los campeones del Chelsea en contra de poner en peligro sus compromisos domésticos al recargar su agenda de apariciones, lo que motivó su retirada.
Vaya, pues parece que ni L’Equipe, ni Bernabéu, ni mucho menos Franco. Según Josep María Casanovas fue la UEFA quien organizó el torneo. El campeón inglés sí fue invitado, aunque rehusó su participación. Y eso de que fue fácil lo dicen los que desconocen que el Stade de Reims era el equipazo francés de la época, un equipo en el que jugaban entre otros Kopa (final del 56) y Just Fontaine (final del 59), máximo goleador de la historia en un Mundial (13 goles, Suecia 1958).
Los que dicen que fue sencillo desconocen la hazaña que fue superar al Partizán en aquel nevado campo de Belgrado. El equipo blanco salvó el 4-0 de la ida por los pelos, ya que perdió 3-0 en la vuelta y según algunas crónicas de la época, el equipo yugoslavo estrelló doce balones en los postes (ejemplo de crónica épica en este enlace).
¿Por qué siempre jugaba el Madrid y no el Barça? Pues porque según las normas de la competición el ganador del torneo tenía garantizada su presencia el siguiente año. Además, el Madrid ganó las ligas de 1956 y 1957, con lo que también hubiera ido como campeón español. En un foro de Internet llegué a leer las quejas de un culé que decía que cómo era posible que a la cuarta edición hubiera ido el Madrid y no el Barça, que le sacó 9 puntos de ventaja en el campeonato anterior. Pues por la sencilla razón (Y LO SABES) de que acudió como campeón de la propia Copa de Europa, y porque como representante español participó el Athletic de Bilbao (Atlético en aquellos años), que había quedado campeón de liga la temporada anterior (sí, 10 puntos más que el Madrid, 1 más que el Barça). Paciencia… vuestro Josep María Casanovas lo explica en el libro, en la página 97.
Nadie vetó al Barcelona en las primeras Copas de Europa, eso es mentira. Los que dicen eso niegan interesadamente el hecho de que el Barcelona jugó las semifinales de la quinta edición del torneo (1959-60, derrotado por el Madrid), y llegó a la final de la sexta, que perdió contra el Benfica. ¿Desacreditarían de igual modo esas Copas de Europa si hubieran concluido con su victoria? Desde luego que no.
Pero ya que me remonto tantos años al pasado, aprovecho para recordar lo que algunos definen como el primer gran escándalo arbitral de la historia de este torneo: la eliminatoria Real Madrid-F.C. Barcelona de la temporada 1960-61, en la que el campeón vigente (y único) de la competición caía derrotado por primera vez. Según algunos cronistas de la época, había cierto interés en que la competición tuviera otro vencedor que no fuera el Madrid, y solo así se explica lo que L’Equipe tituló como «El crimen de Mr. Ellis» en su crónica sobre la ida en Chamartín y «Falseado por el arbitraje», su relato de lo acontecido en Barcelona.
Sin embargo, una cosa era bien diferente en aquellos años y fue la reacción de los blancos. Lejos de «Mourinhadas» recientes, Di Stéfano dijo: «Hemos tropezado hoy con un árbitro… Pero hemos de desear que el Barcelona sea campeón de Europa». No me voy a extender en un asunto del que no existen todas las imágenes y solo algunas crónicas.
Varios meses desprestigiando la edición actual
Algo se debía oler alguien en Can Barça desde enero porque llevan media temporada diciendo que la competición está amañada para el Real Madrid, que Florentino maneja los sorteos desde hace años y que por esa razón los rivales más débiles le tocan siempre al Madrid y la vuelta de las eliminatorias irremisiblemente es en el Bernabéu.
Es tan fácil de desmontar esta estupidez que no sé ni por qué me molesto. Sí, al Madrid le ha tocado el City y al Atleti el Bayern con la vuelta en Múnich. Y en las rondas anteriores el Wolfsburgo y la Roma.
Las dos temporadas anteriores el City era conocido por la prensa catalana como «el Coco» de las eliminatorias, claro que jugaba contra el Barça. Este año es un rival indigno de la Champions, pese a que se cargó al París Saint Germain, el «todopoderoso rival» cuando se enfrentó al Barça un año antes. Por cierto, el Madrid ganó la Décima tras jugar con el Bayern la vuelta en Múnich en otro sorteo claramente amañado.
Pero la prensa catalana insiste en alimentar la leyenda de las bolas calientes, incluso cuando quien las extrae es un ex del Barça como Zambrotta. Paciencia…
Seguimos. El Wolfsburgo es un equipo de tercera cuando juega contra el Madrid en cuartos, pero resulta que en la fase de grupos elimina al Manchester United, otro de los grandes del universo cuando juega las dos finales contra el Barça, y queda además por delante del PSV, rival del Atleti del que no se menciona ni una palabra. Ni una palabra de los jugadores de la selección alemana campeona del mundo en 2014.
La Roma de la fase de grupos, en la que coincide con el Barça, es el equipo en el que Luis Enrique plantó la semilla del tiqui-taca en sus años de entrenador allí, pero vuelve a ser un equipo de Regional cuando juega en octavos contra el Madrid. Y así todo, el tema aburre.
Esta portada del Sport resulta cómica porque destaca la intensidad del Atlético de Madrid, rival del Barça en cuartos este año, en un nuevo sorteo preparado. Por cierto, el Atleti fue el rival del Madrid en la misma ronda hace un año. Qué pena, sí.
No sirve de nada porque no hay peor ciego que el que no quiere ver, y además porque la información proviene del As, pero este medio elaboró una comparación basándose no en lo que nos parece a los aficionados, sino en el ranking UEFA, bastante más objetivo. Pues bien, desde la temporada 2004-05, con una diferencia poco significativa, el titular indicaba que Al Madrid le tocan rivales más duros que al Barça desde 2005.
Pero es cierto, es verdad, todo es mentira, el campeonato está amañado, porque el Madrid siempre juega la vuelta en casa. Es verdad, esta Champions, si finalmente se consigue, no debería contar. Como la del Barça en 2006, cuando jugó los partidos de vuelta contra Chelsea, Benfica y Milán en el Nou Camp. Y la final contra 10 del Arsenal y empatando en fuera de juego. Pero no, no me interesa insistir en ese asunto.
Ese es el problema que tenemos los aficionados, que usamos una doble vara de medir. Las faltas en nuestra área no son equiparables a las que suceden en el campo contrario, y así ocurre con todo. Lo que pasa con el barcelonismo es que las comparaciones resultan no ya odiosas, sino ridículas. Un fichaje del Madrid es «imperialista, prepotente y desorbitado«, como definió Joan Laporta el de CR7 por los blancos. Lo comparan con esa cantera de la que presumen (que se base en buena parte en el fichaje de menores, como la del Madrid) y llegan a falsear las cifras como en el caso de Neymar para decir que no, que ellos son especiales, que venden valors, que son mès que un club. Que no son imperialistas, prepotentes ni desorbitados, por mucho que al final los contratos demuestren algo peor: una red de intermediarios, sociedades interpuestas, contratos inverosímiles con el padre, comisiones al jugador, engaños al poseedor del 40% de los derechos,… para terminar reconociendo la evidencia.
A lo mejor no han fichado a más cracks mundiales porque no han podido o porque los cracks han elegido otro destino, como nos recuerda Coco:
Saludos, y a por la Undécima. O la Quinta para mis amigos culés, si es que me quedan después de hoy.
Uffff……..me he leído las 3 partes de un tirón y tengo unas ganas locas de coger a un cule y…y….explicarle cuatro cosas…jejejeje.
Me ha sorprendido (y mucho) lo de que el Barça si que bajo a segunda y que se libro porque aumentaron los equipos ese año en la liga. Pensaba que lo sabía todo sobre la liga (sic).
Hay que reconocer lo que dices….independientemente de entrenadores, presidentes, etc…. el Madrid es lo que es gracias a Di Stefano y el Barça actual es lo que es gracias a Messi, que son realmente los que marcaron (o están marcando) una época.
Muy buenos 3 artículos. Es bueno impregnarse de Madridismo antes de la gran final el próximo día 28…!!HALA MADRID¡¡
Fe de erratas: solo decirte que el Valencia si que tiene una UEFA. La gano Benítez el año del doblete (Liga-UEFA-Supercopa de Europa).
Un saludo.
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Gracias, QQ, por los elogios. Ayer mismo leí que un grupo de aficionados culés está moviendo una petición en change.org para que al Madrid le quiten sus 6 copas de Europa. Lo de las 5 primeras lo comprendo dentro de sus paranoias habituales, ¿pero la sexta? Es una pena porque los seguidores del Barça están viviendo una época única y parece que no pueden disfrutarla sin acordarse del eterno rival. La eterna comparación. Se transmiten de padres a hijos una serie de mentiras en lugar de decirles, como podían hacer: «hijo, hace medio siglo pasó esto, pero ahora los que más estamos ganando somos nosotros».
Respecto a tu comentario, tienes toda la razón, y además recuerdo perfectamente esa UEFA con un gol de Vicente con la zurda (2-0, creo que quedaron). Me refería a las dos Copas de Ferias (1962 y 1963) que ningún valencianista se ha atribuido como UEFA, al contrario de lo que sí han hecho los barcelonistas. Corrijo el texto para evitar confusiones. Muchas gracias.
Y ahora, a por el día 28, si gana el Madrid dirán desde Barcelona que esta Copa de Europa no vale por el amaño de los sorteos o por los rivales, o por vete a saber qué. Yo disfrutaré del partido y (ojalá) de la victoria de los míos.
Saludos.
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jejeje….es verdad….leí el artículo y llevan 15 o 20 mil firmas…..como estarán de aburridos para lanzar semejante disparate.
Yo creo que como han ganado cuatro casi seguidas se han pensado que nos pillaban y si ganamos el 28 volverán a estar a seis copas de Europa de diferencia……..y eso tiene que desesperar…..
Espero no ver que nos superan en ese ranking……porque en la liga me estoy temiendo lo peor y les llevamos 8 de diferencia….ya veremos.
Un saludo.
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Dicen los merengues que los culés vivimos obsesionados con el Madrid. Gracias a este artículo tuyo – que confieso sólo he ojeado – veo que lo contrario también es cierto. Así que MIL GRACIAS :-).
MIra, tuve un profesor de Marketing en ESADE – Josep Chías, tristemente ya fallecido – , un tío brillante, responsable entre otros logros del marketing de la Olimpiada de Barcelona 1992. Decía que el Barça cometía un error , y es que se posicionaba como segundo con respecto al Madrid, discutiéndole los títulos. Para ser el líder, el top of mind, hay que buscarse otro posicionamiento. Estoy absolutamente de acuerdo. El Madrid es el equipo más laureado, justa o injustamente, legal o liegalmente.Y siempre lo será. Es un equipo irregular, que rara vez ha ganado la Champions a la vez que la Liga. En cambio, el Barça no sabe lo que es ganar la Champions sin ganar también la Liga. Seguramente por eso somos el único equipo del mundo con un sextete. Eso jamás lo conseguirá el Madrid. Y lo sabéis. Pero no era eso lo que quería decir… Decía que el Madrid es el equipo que más gana…
… Pero el Barça es el fútbol. El estilo, la estética, el Arte. Ya lo decía Luis Aragonés, el Madrid es una máquina de ganar y el Barça de jugar al fútbol. Yo era niño en el 74, Mundial que ganó Alemania, pero todos en el barrio eramos de Holanda. Porque Holanda era el fútbol. Y jugar bien al fútbol mola más que ganar. Y mola más porque tú te acuerdas de aquellos chavales del barrio que jugaban bien al fútbol, no de que aquel partido en el campo de la Paloma, con piedras haciendo de postes, acabara 7-5. Ganar también mola, claro, y jugando mejor sueles ganar. Pues eso, disfrutad de vuestras orejonas, que yo recordaré los jugadones del Dream Team, del Barça de Guardiola y del mejor futbolista de todos los tiempos. La titulitis llega tan lejos que en nuestra época hay obsesíon por títulos individuales, ¡en un deporte de equipo! Y la mano del despacho llega para darle trofeos a un tío que es un gran rematador, un gran goleador, un casi infalible marcador de penalties, pero también un mediocre driblador, un mediocre pasador, un aceptable lanzador de faltas… La camiseta blanca pesa mucho.
Pues eso, se pueden amañar títulos, ganarlos impecablemente. Se pueden comprar, o merecer. Pero el Arte no se compra. El Prado está repleto de obras de arte maravillosas, pero recibe más turistas la Sagrada Familia, unsla obra.
Ah! Suerte para la Olimpiada Madrid 3768, si para entonces aún existen la Tierra y…Madrid 🙂
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Gracias por tu comentario, Antoni. Es perfecto para ilustrar lo que es el barcelonismo hoy en día. Cuando has mencionado (le tutearé, porque usted empezó primero) a un profesor de marketing ha sido cuando has dado en el clavo: el marketing, vender la moto o la burra. En eso el barcelonismo ha sido único desde hace décadas, en vender «su producto» muy por encima de lo que es. Yo también disfruté el Dream Team, pero el único que ha existido, el de baloncesto que compitió en Barcelona 92. Llamar Dream Team al equipo de Cruyff, Bakero, Julio Salinas y Rekarte (entre otros grandes jugadores) es un chiste, un equipo que no era el mejor de Europa (en aquellos años lo era el Milán, ¿te recuerdo Atenas?), ni siquiera el mejor de España (era el Madrid de la Quinta del Buitre, el que arrasó cinco ligas consecutivas y al que le tangaron dos en Tenerife).
Reconozco la habilidad que ha tenido siempre el Barça para vender su estilo como «el único válido», ganar son chorradas y los goles, pues también. Si el súper ofensivo Barça de Cruyff anotaba bastantes menos goles que el Madrid de Toshack o Beenhakker, o si el Madrid de Mou superaba en goles y puntos al de Guardiola, pues eso son pequeñeces, porque la esencia del fútbol es blaugrana. La otra parte importante del marketing culé consiste en minusvalorar y manchar todos los triunfos del Madrid, como hace casi todo el periodismo patrio o como hace tu comentario al dejar caer lo de legales o ilegales, o que los títulos de Ronaldo se deben a la mano de Florentino. La misma mano que no fue capaz de que le pitaran un penalti al Barça en dos temporadas o de evitar Ovrebos, Busaccas, Aytekines, etc. Yo no le resto ni un ápice de sus méritos a Messi, un jugador espectacular, de ahí a «el mejor de la historia»… otro producto del marketing culé.
En fin, Antoni, sé que no voy a convencerte de nada, en mi artículo solo ponía de manifiesto la manera de desacreditar al Madrid, especialmente por parte de la prensa catalana, tan absurda que los rivales del Madrid eran una castaña cuando meses antes o un año atrás eran los cocos a evitar o enemigos temibles. Hay un término que define a esta prensa: ridiculé.
Aunque no coincida en nada con el comentario, se agradece el tono, solo me ha molestado la última frase. El resto, lo de siempre con los autoproclamados inventores del fútbol. Un saludo.
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