Planes propuestos por el club de lectura, cine y documentales El club de los currelas muertos para no ver el mundial de la infamia de Catar
Pepe Kollins es el nick de Twitter, o el seudónimo bajo el que se escondía Javier Alberdi, quien fuera editor de La Galerna durante los años de crecimiento y profesionalización de la página. Javi/Pepe lleva años en el mundo del periodismo, escribiendo (muy bien) y como editor de esta web (impresionante labor) hasta que nos dejó en marzo de 2021 para emprender nuevos proyectos. En aquella pieza coral que escribimos en su despedida (bajo el título Gracias, Kollins), dije sobre él:
De Javi aprecié su precisión, no solo en el lenguaje, sino en el uso de las imágenes para evitar polémicas innecesarias, para que nuestros textos fueran irrebatibles, para no ser tendenciosos dentro de un medio cuyo madridismo ya nos hace serlo. Pero en algunas ocasiones, muy pocas, me corrigió sobre alguna jugada: «esta imagen no es exactamente la misma jugada que esta otra», «este ejemplo de fuera de juego mal pitado tiene un matiz diferente con este otro que sí fue validado». Uno que no es profesional de esto y puede hablar con ligereza de polémicas aprecia que le hagan ver otro punto de vista, que no todo es blanco o negro, madridista o antimadridista. Me marcó una línea que siempre respeté y fueron muy pocas las veces que discrepó con mis artículos, o me instó a que modificara algo.
Ayer charlamos amigablemente en su canal de YouTube, un proyecto joven, recién iniciado hace pocos meses, y que aspira a ofrecer reflexiones, opiniones calmadas alejadas de chirincircos y gente con algo interesante que contar. Eso intenté ayer, durante nuestra media hora de vídeo bajo el título Relatos y fantasmas. Y aunque el tema era criticar «el relato» culé con motivo de la publicación del libro Reial Madrid, l’equip de Franco, al final conversamos sobre el uso no fortuito del lenguaje, el modo de crear opinión por parte de algunos medios y la génesis de ese relato. De Vázquez Montalbán y la creación del victimismo culé, o del modo tan diferente de hablar sobre los jugadores jóvenes que comienzan a despuntar. La neolengua de Orwell, tan del gusto del periodismo deportivo tan penoso que tenemos en España. Aquí dejo la charla, para quien le interese:
Ah, sí, también hablé de mi libro, que ya sé que soy un poco pesado.