La gran siesta de la democracia, por Josean

Elecciones 4

Hace mucho tiempo que la cursilada esa de “llega la gran fiesta de la democracia” no cala entre nosotros, los votantes. Y no lo hace por la sencilla razón de que estamos hasta las pelotas de este sistema que nos lleva siempre al mismo callejón sin salida, pero mucho más hasta las pelotas estamos de los dirigentes que permanecen mirándose el ombligo, atacando cuando no insultando al rival, mintiendo, poniendo líneas rojas y empujándonos sin pudor al callejón.

Llevo toda la semana pensando de qué manera plantear este post acerca de las elecciones de hoy, las cuartas en cuatro años, y no lo he tenido nada claro en ningún momento. Para que os hagáis una idea, estas son las ideas que comencé a escribir:

  • Hartazgo electoral: cambiando la primera palabra del título por empacho, tedio o hastío. En este blog en el que tanto he renegado del bipartidismo, al final voy a acabar anhelando su vuelta. La fiesta se ha transformado en una siesta, y cuando uno se despierta de la siesta tiene tal modorra que no le apetece hacer nada. ¿Ir a votar? Pffff, qué pereza, casi prefiero la infumable peli alemana esa de después de comer.
  • El debate y la del bate: cierto es que el título recordaba a obras infames de nuestro cine, como El ete y el oto, parodia de E.T. perpetrada por los Hermanos Calatrava, o El potro, la potra y el que las empotra, la peli porno de Poli Díaz, pero quería referirme al bajísimo nivel del debate del pasado lunes, soporífero, maleducado y falto de propuestas, en contraposición con esa Inés Arrimadas que cuando saca el bate y se pone a repartir cera está hablando nuestro mismo lenguaje. Cabreada, indignada y repleta de razones. A partir de mañana, supongo que sustituirá a Albert Elecciones 3Rivera al frente de Ciudadanos. El debate del lunes, el que tenía que habernos ayudado a los millones de indecisos, solo se hizo llevadero con las bromas de amigos, o viendo en Twitter que vivimos en un país con tal hartazgo de la situación que en los trending topic se colaron Doraemon, Adoquín y mamadas. Esas eran nuestras preocupaciones mientras veíamos a los líderes de los cinco principales partidos tirarse los trastos a la cabeza.

Cada vez que llegaban las elecciones (y no solo las generales) en este blog me he mojado sobre su importancia, la necesidad de ir a votar o incluso lo que me disgustaba de algunos, o lo que me disgustaba aún más de sus competidores. Releo lo que he publicado en estos cinco años de blog y me sale que yo también soy un puñetero brasas rajando de este tema, tanto que os voy a provocar esa misma siesta de la democracia que tanto critico:

Mayo de 2015. Habrá que ir a votar, ¿no?: aunque sea un voto en blanco o nulo, como hago desde hace años para el Senado. La diferencia entre uno u otro es relevante en el reparto proporcional final.

Diciembre de 2015. A quién votamos (I): donde me quejaba de que no nos dejan elegir a los que de verdad marcarán la política económica de los próximos cuatro años, esos tipos de Bruselas que han convertido la Unión Europea en un ente absurdo más que mantener. La teoría de las élites extractivas en el sentido de Acemoglu y Robinson, una clase política que ha creado “…un sistema de captura de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio».

Diciembre de 2015. A quién votamos (y II): por si no hubiera dado suficiente la matraca, dando mis razones de aquellos a los que no pensaba votar.

Junio de 2016. Sin miedo a votar: la vergonzosa repetición de las elecciones generales (tan lamentable como la de hoy) se juntó con la votación del Brexit, para concluir peligrosamente que “a ver si lo mejor no va a ser dejar la elección de los temas importantes a la mayoría”.

Febrero de 2019. Nuevas elecciones, antiguo sistema: tenemos que modificar este sistema que ya se ha visto que nos condena al bloqueo. Es muy posible que esta noche nos encontremos una situación muy similar a la existente desde mayo. ¿Tendrán Sánchez, Casado, Rivera, Iglesias y Abascal los santos cojones de permitir que sigamos en las mismas con presupuestos requeteprorrogados y sin consensos para aprobar todas las medidas pendientes?

Mayo de 2019. Las encuestas, el CIS de Tezanos y mis grupos de Whatsapp: el aparato de Tezanos, con todo su presupuesto (otra muestra del funcionamiento de las élites extractivas), no fue mucho más eficiente que las encuestas de andar por casa.

Os he dado la brasa con todos estos asuntos y más. Tenía claro que quería una salida de Mariano Rajoy (Mariano y el cambio de hora), pero más claro aún que no quería que lo echaran con una moción de censura como la que aupó a Pedro Sánchez a la presidencia de gobierno (¿Qué han hecho con mi país, tío?). La Rebelión en la granja podemita y la ruptura que se preveía en el partido de Iglesias. Los “condones sanitarios” a Vox para que su opinión ni se escuchara. El enorme consenso que se logró para aprobar la Constitución, en donde primó ese “sentido de Estado” que ahora echamos en falta. El nacionalismo vasco y el catalán.

Elecciones 1

El caso es que esta vez estoy tan apático como la mayoría de los votantes. Al final voy a creer que el texto más lúcido que he escrito en este blog es aquel sobre el imposible funcionamiento “democrático” de una junta de vecinos, y cómo el mejor sistema es aquel en el que me dan todos los poderes para convertirme en su dictador. Algo así como la democracia rusa de Putin, en la que decidir quién puede votar(me) y quién puede o no presentarse.

Elecciones 2

Como decía ElRoto, “no sé con quién equivocarme”, pero ya que nos han demostrado la inutilidad de este sistema que solo sirve para perpetuar las élites extractivas y chupópteras, al menos podían tener la decencia de tomar una medida como la que se ha aprobado en Italia esta semana: la reducción de 230 diputados y 115 senadores.

Joder, lo que me faltaba por escribir, Italia como ejemplo.

5 comentarios en “La gran siesta de la democracia, por Josean

    • Hombre, cuarenta años de siesta,… no sé yo. Estoy viendo ahora los resultados de las elecciones y esto empieza a ser una pesadilla recurrente en la que además no veo el modo de salir. He contado 12 partidos nacionalistas/regionalistas con mucho más peso que el real por número de votos. Si no cambiamos este absurdo, pues sí, seguiremos en la siesta.

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      • Eso pienso yo también. O se cambia la LOREG y los partidos regionalistas/separatistas se redimensionan a su tamaño natural, o seguiremos hablando del «conejo de la LOREG»… 😛

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  1. Desde que se inventó la democracia quedó claro que era un mala solución para convivir, pero que no se conocía otra menos mala, y que sus intérpretes, los dirigentes políticos, son ineptos y corruptos. Siendo conscientes de que esto es así, ¿por qué no dejamos de denostarla y en su lugar nos dedicamos a que sea lo menos mala posible y a resaltar y aprovechar sus virtudes?, que alguna tendrá, digo yo.

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    • Claro que tiene virtudes, por supuesto que sí. Toda la broma acerca de las bondades de una dictadura disfrazada de democracia como la junta de vecinos o la Rusia de Putin son solo eso, bromas. Pero no me canso de repetir que tenemos que cambiar este sistema en el que el voto de unos ciudadanos vale más que el de otros, y que esos privilegiados son además los que intentan romper cualquier tipo de proyecto común para el país. Se puede mejorar el sistema de muchas maneras, y ojalá lo hicieran, pero no interesaba a PP ni PSOE, y por su culpa ahora estamos como estamos. Veo los resultados y estoy preocupado. Mucho. Ojalá me confunda y mañana vea las cosas con más claridad.

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