«¡Cómo no te voy a querer,
cómo no te voy a querer,
si me hiciste campeón de Europa
por undécima vez!»
Antes del partido
Antes del partido de ayer escribí todo lo que sigue Sigue leyendo
«¡Cómo no te voy a querer,
cómo no te voy a querer,
si me hiciste campeón de Europa
por undécima vez!»
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El fútbol cada vez tiene menos de ocio y más de negocio, como vimos en la primera parte. Y donde hay negocio, donde se mueve el dinero, hay corrupción. Lo curioso es que el fanatismo de los aficionados hace que en el caso del fútbol toleren determinadas conductas que no admiten en otros órdenes de la vida, como la política o el mundo empresarial. Nos encontramos de ese modo a seguidores que aplauden la visita a los juzgados de condenados por delitos fiscales, o que discuten sobre si en un palco se hacen más negocios que en el otro, en función de sus colores. Sigue leyendo
Afortunadamente, el deporte es solo deporte, y lo que sucede en el terreno de juego no está sujeto a la lógica matemática, mucho menos a la financiera, sino que depende de la calidad, del trabajo, del destello de las figuras, del azar o de la estrategia. Y a veces del arbitraje, desgraciadamente. Si los resultados de fútbol dependieran únicamente del poderío económico, ni siquiera sería necesario jugar los partidos. No habría posibles «rebeliones de los modestos».
El análisis futbolero se lo dejo al amiguete Barney, que seguro que tiene una visión «imparcial» del próximo Madrid-Juve como las que acostumbra a dejar en este blog, pero yo me voy a limitar a dar un repaso a las finanzas de ambos clubes, de la propia UEFA y de su torneo estrella, la Champions. Y por supuesto, no podré dejar al margen a sus dirigentes. Intentaré ser aséptico (no sé si lo conseguiré, porque el color blanco me tira) para dejar la visión ultra madridista al forofo Barney. Sigue leyendo
Enhorabuena, culés, ya tenéis las mismas Copas de Europa que el Real Madrid en 1960.
Anoche estuve en el cine, que estaba vacío, por cierto. No entiendo muy bien por qué. Así que voy a hablar poco de un partido que no vi, pero sí mucho de por qué doy la enhorabuena a mis eternos enemigos del Barça. Ellos siempre se acuerdan de nosotros, en sus derrotas, y lo que es más triste, también en sus victorias.
Enhorabuena por tener una Copa de Europa más que sumar a esa serie iniciada en 1992, la edición más floja de toda la historia del torneo.
Voy a intentar no ser demasiado forofo, y Sigue leyendo