Tostones ochenteros, por Travis

oda-a-los-80

Desde hace un tiempo, tengo la sensación de que se idealiza todo lo hecho en los años 80, especialmente en el mundo del cine o la música, como si todo lo anterior o sobre todo lo posterior no tuviera el mismo valor artístico, o como si en esa década se hubiera vivido un boom cultural único en la Historia. Este hecho se aprecia de modo más intenso cuando muere alguno de los ídolos de los que fuimos adolescentes en aquellos años, como Michael Jackson, George Michael o Prince.

Y sí, es cierto que pasamos de las películas de los setenta, que eran como un puñetazo en el estómago (El Padrino, El cazador, Taxi driver, Apocalypse Now, El expreso de medianoche, Alguien voló sobre el nido del cuco) a unos ochenta que fueron pura diversión: Indiana Jones, Terminator, Aterriza como puedas, Acorralado, Regreso al futuro, Juegos de guerra, E.T., La jungla de cristal,… Algunas de nuestras sagas favoritas como Star Wars o Alien, o Rocky, nacieron en los 70, pero crecieron y crearon su mito en los 80 y se mantienen hasta nuestros días (Rogue One, Balboa, Terminator: Génesis).

Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que se rodaron auténticos truños que hoy se pretende rescatar como si fueran obras míticas del cine. Y lo cierto es que algunas distan mucho de ser pelis simplemente buenas, otras aguantan muy mal el paso de los años y otras cuantas, ya en su día, merecían ir a la pira directamente. Junto con los directores que las pergeñaron.

Así que vamos a centrarnos en esos títulos, intentando evitar aquellos que me producen algo parecido al cariño o la nostalgia de un tiempo pasado que no necesariamente fue mejor. Como podréis comprobar muchas de estas películas mantienen hoy en día tantos seguidores o adictos que se han actualizado treinta años después con remakes o continuaciones. Ahí va mi lista:

cazafantasmasLos cazafantasmas: nunca pude con ellos. Ni con la primera (1984), ni mucho menos con la segunda (1989). No funciona como comedia, no divierte, los efectos especiales te dan igual,… Un coñazo. Por mucho que contara con Sigourney Weaver o Dan Aykroyd. A Bill Murray solo empecé a aguantarle tras Atrapado en el tiempo (1993). La canción Ghostbusters fue aquellos años como el Don’t worry, be happy de Bobby McFerrin, que tuvo gracia las primeras veces, pero a partir de la 248ª vez que te la ponían, cansaba. Era tan repetitiva como las pelis de Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street.

Algunas guías de viajes de Nueva York te animan a visitar la estación de bomberos de la película, como si fuera algo especialmente memorable. Yo no he tenido nunca el más mínimo interés.

En 2016 se rodó una nueva versión de Los cazafantasmas, solo que esta vez interpretados por mujeres. El tráiler era tan malo como la versión turca de Rambo que circula por YouTube, así que ni la he visto ni tengo intención de hacerlo.

karate-kidKarate Kid: a ver, para que se me entienda, en su día (1984) me flipó esta historia, aunque luego la he vuelto a ver y es un tostón importante que ha envejecido muy mal. Además ahora la veo con otros ojos. El señor Miyagi es un puñetero explotador que mantiene esclavizado a un chaval americano todo un verano con la excusa de enseñarle kárate: píntame la valla, lávame el coche, los suelos, «dar cera, pulir cera». La famosísima patada final, vista hoy en día, produce escalofríos, ¿cómo pudo alucinarnos esto? ¿A quién se le ocurre atacar ofreciendo el mentón para que te lo partan?

Reconozco que la peli dejó una «profunda» huella en mí: desde entonces cada vez que escalo a algún sitio me sale hacer la pose de la grulla.

Karate Kid tuvo una segunda parte peor que la primera (y sin Elizabeth Shue), y una tercera todavía peor que la segunda. En 2010 se estrenó un remake con Jackie Chan y el hijo de Will Smith en el papel que hiciera famoso a Ralph Macchio (¿alguien sabe algo de su vida? Aquí lo dejo).

loca-academia-de-policiaLoca Academia de Policía: bufff, perezón, perezón. Qué rollazo, pese a lo cual aún recuerdo los nombres de Mahoney, Hightower y Tackleberry. Tenía amigos que querían verlas todas, pero yo me quedé, si no recuerdo mal, en la tercera. Y es que tuvo tanto éxito que rodaron hasta siete películas (prácticamente a una por año) y una serie de dibujos animados. Eso sí, a los de mi generación nos quedó el tic de emular al negro de la peli y hacer sonidos extraños cada vez que cogemos un micrófono. Para todos nosotros y por los siglos de los siglos, este tío será «el negro de los ruidos de Loca Academia de Policía», porque ni uno solo de nosotros se quedó con su nombre.

Afortunadamente no hay remakes, pero cualquier día lo planteará algún avispado productor de Hollywood.

el-ultimo-emperador-198-7El último emperador: no consigo recordar quién me llevó a un cine a tragarme este peliculómetro infinito (1987). Miro su metraje, 160 minutos, y dura menos que cualquiera de El señor de los anillos, pero mientras estas se me pasan de un plumazo, la de Bertolucci me hizo creer que había pasado una semana entera de mi vida en el cine. Mucha imagen espectacular, mucha fotografía de Storaro, música de Sakamoto, lo que quieras, pero un tostón en toda regla.

Sin embargo, se llevó 9 Óscar ni más ni menos, debería incluirla en aquella relación de premios que me tocan las narices, y al último emperador de crío en la relación de niños exterminables del cine. Pese a que los ochenta fueron una década de magnífico cine comercial, los Óscar se fueron a películas de autor, más típicas de los premios de la Academia. En dos palabras: más aburridas.

  • 1980, Gente corriente: no está mal, ¿pero no había nada mejor ese año? ¿Toro salvaje?
  • 1981, Carros de fuego: pues para ser una peli de carreras, va muuuy lenta.
  • 1982, Gandhi: nada que objetar, típica para los premios. ¿Alguien ha dicho Blade Runner?
  • La fuerza del cariño: ¿y por qué no El retorno del Jedi?
  • 1984, Amadeus: también muy típica. ¡Por encima de Karate Kid o El templo maldito, vaya osadía!
  • 1985, Memorias de África: muy bonito todo, los paisajes, la música, la fotografía, la historia,… Todo menos Meryl Streep. Manías personales.
  • 1986, Platoon: bien ahí, señores de la Academia, con un par. Menos mal que no se lo dieron a Una habitación con vistas. Con vistas a un truño mayúsculo, claro.
  • 1987, El último emperador: menos mal que fue el último, de haber habido otro hubiéramos mandado a Rambo para cargárselo.
  • 1988, Rain Man: eso de tener un hermano para reventar los casinos está bien, pero yo me la hubiera jugado con Arde Mississippi o Un pez llamado Wanda, quizás la mejor comedia de esos años. Junto con Amanece, que no es poco, ¿no?
  • 1989, Paseando a Miss Daisy: podía haber sido un melodrama para ver en casa después de comer, pero la pelil del año…

9-semanas-y-mediaNueve semanas y media: jooooeeerrr, un video clip de hora y media de duración, de 1986, con una Kim Basinger que fue el mito erótico de nuestra adolescencia y un Mickey Rourke que podría competir con Javier Bardem por el puesto de «actor que lleva más tiempo sin pasar por la ducha».

Como película es un tostón, pero la aguantamos por las escenas de la Basinger, que estaba muy rica, y por esos acordes del You can leave your hat on, de Joe Cocker, temazo este, por cierto, que provoca una sonrisa de oreja a oreja en todos los que tenemos más de cuarenta tacos.

Para mí lo mejor de esta peli es sin duda la parodia que se hizo de sus escenas más célebres en Hot shots 2.

blade-runnerBlade Runner: sé que la voy a liar con algunos colegas, como siempre que comento lo aburrida que es esta peli de Ridley Scott, de 1982, pero para mí no puede faltar en una lista de tostones ochenteros. Pretenciosa, lenta, tediosa, insoportable en muchos momentos, me da igual si es en el montaje original, en el Director’s Cut o en la versión re-definitiva. Como diría Homer Simpson: «¡Me abuuurro!»

Está previsto el estreno de su continuación este mismo año, Blade Runner 2049. Iré a verla, cómo no, y no porque confíe en Denis Villeneuve sino por curiosidad y por ver cómo arreglan que los replicantes aguanten tres décadas cuando se suponía que solo vivían cuatro años. El guion que ofrecí a Hollywood para esta segunda parte, una lástima, se quedará en el cajón y eso que creo que tendría más gracia. Más ritmo que la peli de Ridley Scott, seguro.

conan-el-barbaroConan, el bárbaro: los que conocíamos el personaje por los cómics teníamos cierta expectación por ver cómo se llevaban estas historias a la gran pantalla, y alucinamos cuando vimos las primeras imágenes de Schwarzenegger caracterizado para la ocasión, pero luego la peli (1982) resultó ser tan aburrida como Paseando a Miss Daisy (1989).

Hoy en día, lo más gracioso resulta ver que el armario empotrado adulto Conan era interpretado como niño por Jorge Sanz, que el pobre se quedó de menor tamaño que la espada de Schwarzie.

Tuvo una segunda parte que no he logrado terminar, Conan, el destructor (1984) y por supuesto un remake reciente, Conan, el bárbaro (2011).

Poli bueno, poli malo. Peli buena, peli mala

Las películas de los ochenta tuvieron algo así como el yin y el yang, su peli buena y su contrapartida truñako. Regreso al futuro (1985) y sus secuelas han sido y serán siempre nuestras pelis de viajes en el regreso-al-futurotiempo, mientras que Peggy Sue se casó (1986) fue una cosa menor rodada por ¡Francis Ford Coppola! con Nicholas Cage y Kathleen Turner, a quien nunca nos pudimos creer en ese papel monjil después de haber sido otro de nuestros mitos eróticos en Fuego en el cuerpo (1981).

Oficial y caballero (1982) fue la versión cursi y blandengue del sargento de instrucción cabrón que mostraría La chaqueta metálica (1987). Fama (1980) fue nuestra peli de bailoteos y posteriormente una serie que todos veíamos tratando de emular a ¡Leroy, crack! Flashdance (1983), en cambio, se salvaba por la música porque como peli era un coñazo. Y en la escena cumbre te daban el cambiazo y sustituían a Irene Cara por otra actriz, como si no nos fuéramos a dar cuenta.

E.T. el Extraterrestre (1982) era el alienígena tierno que nos hizo llorar, mientras que Depredador era tan dañino como tragarse seguidas las tres pelis de Mira quien hablaJuegos de guerra nos entretuvo con las posibilidades que daba la creciente tecnología, mientras que el robot de Cortocircuito nos hizo pensar que si el futuro era eso, más nos valía volver al cuaternario. top-gun

Los Gremlins fueron los bichos raros de la peli buena, y Los Ghoulies su versión mala. Indiana Jones era el héroe de acción con mayúsculas y el Tom Selleck de La gran ruta hacia China o el Michael Douglas de Tras el corazón verde sus intentos frustrados. Top Gun era la peli molona de aviones de 1986, mientras que Águilas de acero fue su versión cutre y con menos gracia.

Podría seguir un buen rato. Cuenta conmigo vs Los goonies, La princesa prometida o Lady Halcón, ¿eras más de Todo en un día o de El club de los cinco? ¿De Despedida de soltero o de Porky’sArma letal vs Superdetective en Hollywood. La historia interminable (y tanto que lo era) frente a Willow.

Y así con todo. Hubo grandes pelis en los ochenta, films a los que volvemos una y otra vez sin cansarnos, pero, hombre, amiguetes cuarentones, reconozcamos que gracias a los videoclubes de barrio nos tragamos auténticos tostones que hoy algunos mitifican como si fueran grandes clásicos, cuando en mi opinión nunca merecieron pasar a la historia del cine.

Hay una película de 2008 que realiza un magnífico homenaje al cine ochentero y los videoclubes, una cinta que recomiendo (aunque no a todo el mundo) titulada Rebobine, por favor. Os dejo el tráiler de estos chicos que se ponen a versionar varios de los clásicos que he comentado en este post:

Dejadme vuestras sugerencias, ¡hasta la próxima!

Cara Travis

5 comentarios en “Tostones ochenteros, por Travis

  1. Hombre, hay algunos de los tostones que pones que hay que ponerle algún pero. Por ejemplo, Cazafantasmas y Conan son series B clarísimas, pero que funcionaron realmente bien en recaudación y por eso tuvieron secuelas. Y en el caso de Conan incluso tiene más trasfondo y profundidad de los personajes e historias de lo que tienen el 99% de las películas de espada y brujería que se han hecho desde entonces (el villano encarnado por James Earl Jones apunta, acertadamente, que el auténtico poder no está en las armas -el acero- sino en la gente que las puede portar y llevar a cabo tus designios -la carne-). Por ejemplo, ¿por qué decide el villano de La Princesa Prometida realizar todo el paripé del secuestro, la huida, la tortura del protagonista…?¿porque es malo y punto? Si hasta hay un análisis sarcástico de él y los villanos «de libro» en general en Internet (el «Evil Overlord List»). E incluso en el aspecto narrativo, si bien es cierto que se toma su tiempo en cada una de las partes, no intenta engañar al espectador con eventos imposibles (como el juego del veneno en LPP). Lo dicho, al menos en mi opinión, un serie B muy sólido, aunque la secuela caiga mucho de nivel.

    Karate Kid, pues no sé si tostón o no, pero sobrevalorada desde luego (la nostalgia es lo que tiene). Pero echarle en cara el método de entrenamiento, cuando es de lo poco «realista» de la peli… (repetición hasta la saciedad de movimientos hasta hacer las reacciones mecánicas) A fin de cuentas, el entrenamiento no es sustancialmente diferente del de Goku en Dragon Ball, salvando las distancias (más explotación infantil). ¡Aun si dijeras que el entrenamiento carece totalmente de ejercicios de reacción y lo más probable al ponerlo a combatir hubiera sido que no reaccionara antes de recibir la primera galleta!.

    Y para que no sean todo críticas, no sé si vale incluir series de televisión, pero aquí va una que tuvo remake en cine: El Equipo A. O cómo un supuesto comando de élite puede gastar balas y balas capítulo tras capítulo y ser incapaz de darle a nadie ni una sola vez. Incluso cuando la otra parte se supone que dispara a matar.

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    • ¡Claro que se admiten series! El Equipo A no solo tenía esa incongruencia, sino otra muy gorda: el FBI no era capaz de atraparlos durante años, pero cualquier hija de granjera (guapa, para que se la ligara Fénix) podía contactar con ellos para contratarlos. Luego, los capítulos eran todos tan clavados como las pelis de James Bond, pese a lo cual me los tragaba casi siempre.
      Al señor Miyagi no le reprocho su falta de realismo, sino que era un explotador. Tiene a Danny arreglándole la casa, limpiándole el coche,… Y como dices, no le prepara para parar una sola galleta. Además, el tal Miyagi era un rencoroso de tres pares, como se ve en esa mirada cuando Danny atrapa la mosca con los palillos.
      Gracias por la recomendación, buscaré la lista de villanos que me indicas.
      Un saludo.

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  2. Dejando fuera a Woody Allen, Amanece que no es poco, Los Santos Inocentes, Acorralado y El sargento de hierro, aquí va mi lista de las pelis que más me han marcado:

    1980: El Imperio contraataca
    1981: En busca del arca perdida
    1982: ET, el extraterrestre
    1983: El Sur
    1984: Indiana Jones y el templo maldito
    1985: Regreso al futuro
    1986: El nombre de la rosa
    1987: El imperio del sol
    1988: Big
    1989: Indiana Jones y la última cruzada

    PD. Por si no queda claro, para mí Indiana Jones es sagrado.

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    • Cuestión de gustos. Para mí, Indiana Jones también es sagrado, sus películas lo tienen todo y te enganchan del primer minuto al último. Pero El imperio del sol… uf, estaba deseando que se cargaran a Christian Bale, sobre todo si se ponía a cantar de nuevo. Ah, y El sargento de hierro: «¡He bebido más cerveza, he meado más sangre, he echado más polvos y he chafado más huevos que todos vosotros juntos, capullos!». Pura poesía.

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