Dentro de menos de 24 horas jugarán el Barça y el Atlético de Madrid el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Una vez eliminados los míos, y puesto que esto del deporte no tendría gracia si no vas con uno de los contendientes, te planteas quién de los dos eternos rivales quieres que pase. Hasta hace un par de años lo tenía clarísimo: el Atleti, sin duda, sobre todo porque nunca lo consideré un eterno rival.

Un equipo de la misma ciudad, que caía simpático, que disfrutaba más en la derrota que en la victoria, y sobre todo, un equipo que se dejaba ganar siempre por el Madrid y ponía en dificultades al Barça (excepto cuando se dejó humillar 0-6, porque creía que con eso perjudicaba al Madrid).

Ahora eso ha cambiado, lo cual es bueno para la competición. Lo que no es tan positivo es lo pesados que se ponen los amiguetes del Atleti cuando nos mojan la oreja. Hace dos semanas, cuando eliminaron al Madrid, el Whatsapp echaba humo de 10 a 12 de la noche, frito por esos atléticos salidos del averno para enviarme mensajes tipo:    

Alguno incluso me mandó sus mensajes desde el mismo estadio, incrédulo con lo que estaba presenciando:

Pude haber contraatacado con estilo recordándoles que un año atrás, cuando el Madrid les endosó un 5-0 en la eliminatoria, no recibieron un solo mensaje mío de pitorreo, pero es que la elegancia va por barrios, como todo el mundo sabe.

Y el fútbol tiene mucho de cachondeo. Recibí sobre todo numerosos mensajes de “Torres selección”, enviados por gente que siempre le ha puesto a caldo. Mi post sobre el Niño estaba muy reciente, y muchos querían restregármelo, como si de verdad ese chico todavía sirviera para este deporte.

Fue tal la avalancha de Whatsapps, que tuve que hacer una actualización de mi post sobre el jugador, en forma de párrafo final por alusiones. Supongo que todo este cachondeo es una actualización del viejo refrán que dice “no sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió”, que en versión futbolera y moderna sería algo así como:

“No pierdas ante quien durante 14 años contigo perdió,

Y machaca a quien te machacó”.

Al día siguiente de la eliminación, un compañero de trabajo, madridista como pocos, hastiado por un ataque similar de atléticos, llegó a decirme: “creo que prefiero que gane el Barça, estos tíos son insoportables cuando ganan”. Para empezar, un madridista NUNCA NUNCA querrá que gane el Barça, ni siquiera en estas circunstancias. La frase normal debería haber sido: “creo que prefiero que pierda el Atleti”. Cuando los dos equipos juegan en Europa, lo tengo clarísimo: quiero que gane el Atleti y que pierda el Barça. No voy a ser tan falso como todos esos, jugadores y Florentino Pérez incluidos, que dicen “no, yo quiero que en Europa gane el Barça». Ya me fastidia coincidir con Guti en algo, pero en este asunto estoy de acuerdo con él y quiero que el Barça pierda hasta en las repeticiones. “No seas así, es un equipo español”, dicen estos tíos. “Sí, claro”, contesto, «por eso está el estadio lleno siempre de rojigualdas». Pero no hay que mezclar deporte y política, aunque ellos lo hagan.

Así que analicemos desde un punto de vista racional algo tan irracional como el fútbol y quién queremos que pierda este partido.

Razones para desear que pierda el Atleti

Para empezar, la brasa que nos dieron después de la eliminación copera, qué hartazgo. Por otro lado tiene más jugadores que me caen bien que los que no soporto (Gabi, Godín, Raúl García, Siqueira, Mandzukic). La principal razón para desear que pierda está en su entrenador y en ese estilo de juego promovido por el Cholo, de quien también he hablado en estos foros con anterioridad. No me gusta esa violencia vestida de “intensidad”, pero sobre todo, no me gustan esas piernas fuertes y leñeras para chocar y atizar, que se convierten en piernas débiles para dejarse caer al suelo y perder tiempo cuando el marcador es favorable. Es insoportable. Y una última razón: en los últimos cinco partidos contra el Madrid, nos han ganado tres y empatado dos. Están crecidos, nos han tomado la medida, quiero que se los carguen.

Razones para desear que pierda el Barça

Las de siempre, que son todas las del mundo del fútbol. Tiene jugadores que me caen bien, como Iniesta o Pedrito, y tipos que detesto, con su entrenador a la cabeza y luego, Messi, Busquets, Dani Alves, Piqué, Mascherano, y sobre todo, Luis Suárez. Este tipo es lo peor de lo peor que se ha visto en un campo de fútbol, reúne lo peor de Materazzi, Hugo Sánchez, Stoichkov y Motta en un solo jugador. Las imágenes del partido de ida son vomitivas (por cierto, palabra muy del argot “Messiánico”):

Cagándose en “la p… que te parió” de Giménez y Godín varias veces seguidas, insultando y echando espumarajos literales al árbitro (no entiendo aún cómo no le expulsaron), dejando la pierna, empujando,… Una joya.

Quiero que pierda el Barça porque por momentos me recordó la peor época de Guardiola, con esa coreografía perfectamente organizada de protestas al árbitro, presión de los jugadores, exaltación del público… Guardiola es un tío muy listo, y en su equipo de bajitos estaba perfectamente organizado que fueran los jugadores altos los que rodearan e intimidaran al árbitro: Piqué, Busquets, Puyol y Valdés, aunque este se tuviera que recorrer 40 metros desgañitándose. Ya ni siquiera entro en el ambiente tenso que se generó en el estadio y hasta me olvido de las esteladas. ¿Cómo acabó el partido? Pues 1-0 y de penalti. ¿Lo era? Sí y no. Sí, Busquets recibe una mini patada y no, el jugador se deja caer tras sentir ese contacto mínimo. Qué rabia, otra vez Busquets, el del pisotón en la cabeza a Pepe, los tacos en la rodilla de Xabi Alonso, el «mono» a Marcelo o la agresión fingida de Motta. No quiero que pasen, que los eliminen.

¿Conclusión?

Quiero que pierdan los dos, como se titula este post, pero como eso no es posible, tengo que elegir. Podría ocurrir que uno de los equipos no se presentara, como hizo el Barça hace años, y la sanción sería mínima. Y que el otro equipo llegara tarde al partido, como también hizo el Barça en Pamplona, pero supongo que  les dejarían jugar, por jurisprudencia. Podrían suspender el partido por lanzamiento de objetos, pero no sólo es algo muy desagradable, sino que ya lo hicieron los seguidores del Barça lanzando toda la quincalla de la Ciudad Condal el día de la vuelta de Figo y ni siquiera ese día se suspendió el encuentro.

Tengo que elegir, lo sé. Y prefiero que gane el Atleti, y voy a explicar mis razones. Puesto que quiero que pierdan los dos, tengo claro que si la eliminatoria la gana el Barça, la Copa del Rey ya tiene campeón, mientras que si pasa el Atleti, todavía hay muchas posibilidades de que la Copa la gane algún equipo que me cae simpático, como el Villarreal, el Sevilla o el Español (perdón, el Espanyol, en catalán). Si gana el Barça volveremos a presenciar el lamentable espectáculo de la pitada al himno como en las dos finales de Mestalla contra el Athletic.

Además, quiero que lleguen a la prórroga, que se zumben, que sea un partido muy tenso y que los dos equipos queden tocados para los próximos partidos. En apenas diez días jugará el Madrid en el Calderón, así que no estaría de más que este partido fuera para el Atleti como la puya que se le mete a un toro bravo. No quiero que se lesione ningún jugador, que quede claro. Que expulsen a varios tampoco me importaría. Me gustaría que echaran a Messi por una vez. Por escupir al rival, por ejemplo. Ah, no, que ya lo ha hecho y no le expulsaron. Pues que agrediera a un rival sin balón. Es verdad, también lo hizo y no pasó nada. Bueno, pues que le pegara un balonazo al público con toda la mala leche del mundo, jajaja…

¡Aupa, Atleti! Con la boca chica, claro. No creo que llegue nunca al nivel de este repartidor: