Las rayas del VAR

BARNEY, 14/03/22

Sospecho que somos muchos los madridistas a los que aún nos dura el subidón por lo vivido durante la última media hora del Real Madrid-Paris Saint Germain de octavos de Champions, ese repaso monumental que compensó los 150 minutos anteriores de dominio total del filial europeo del estado de Catar. Cualquier análisis racional de lo acontecido parecerá corto, carente de argumentos suficientes para explicar el punto de locura que sucedió al primer gol de Karim Benzema, y sin embargo, uno de esos análisis fue el que hicimos muchos espectadores: «en LaLiga española la remontada no habría sido posible». No solo porque los árbitros habrían pitado falta de Karim a Donnarumma, que posiblemente lo era (carga con el hombro, fuera del área pequeña, pero…), sino porque desde el VAR se habrían trazado las líneas del fuera de juego de tal manera que habrían anulado el segundo gol por posición ilegal del francés.

Es así de triste. El VAR, o más bien la perversión del uso que se hace del VAR, me han privado del momento eufórico de las celebraciones de los goles. Cada vez que marca el Madrid en la Liga española tardo cerca de un minuto en poder celebrarlo, porque siempre pienso que va a ser anulado. Una pena, ya no doy un bote del sofá, o no lo canto en el bar con los amigos, porque siempre toca esperar a la confirmación. Benzema estaba en posición legal por los pelos, como pudo verse en la imagen chequeada por el VAR, pero también en la mostrada por Nacho Tellado, la referencia válida en la que me fijo.

El sábado anterior al partido de Champions, al Real Madrid le anularon dos goles frente a la Real Sociedad en el partido de Liga. Ambos por fuera de juego milimétrico, y que conste que puede que estuvieran bien anulados (el segundo parece claro), no me quejo de eso, sino de la manera de tirar las líneas en las imágenes de VAR que nos muestran en las pantallas. En el primer gol parece que Benzema está en línea con el defensa, o ligerísimamente adelantado:

Pero es que el segundo, siendo claro, está pintado con «los renglones torcidos del VAR», como, se aprecia en una ampliación de la imagen mostrada. Una broma en una Liga que presume de ser «la mejor del mundo». ¿Por qué será que nadie se cree el eslógan, por qué Movistar está perdiendo adeptos cada semana?

Dejando a un lado la mala calidad de las imágenes mostradas (ni alta definición, ni nitidez), el momento seleccionado para la imagen del VAR es clave, como ya expliqué en El principio de incertidumbre de Heisenberg, principio de certidumbre del VAR. En un segundo hay por lo general 50 tomas, 50 frames, es decir, que cada frame supone dos centésimas de segundo, tiempo en el que un jugador se puede desplazar unos 13 centímetros (estudio del diario The Mail en la Premier):

¿Por qué será que en las jugadas del Madrid en España el balón sale siempre deformado? Como en el fuera de juego de Rodrygo, o como en el de Mariano en Getafe, que nos supuso dos puntos menos en un campeonato que se decidió por la mínima:

Ese balón había salido ya del pie de MIlitao y por tanto el frame seleccionado es erróneo, como no me canso de repetir. Fue lamentable. Vuelvo a usar el sistema de Nacho Tellado:

Si hubiera sido el único caso podría haber pensado que es un error, pero lo cierto es que el frame erróneo en los partidos del Madrid suele ser la norma. En el último partido de la temporada pasada, frente al Villarreal, se seleccionó esta toma para anular el gol de Benzema:

El balón está otra vez deformado, ha salido ya de la bota del pasador, cuando la norma dice que el momento es el primer contacto. En el partido que pudo decidir el campeonato, el disputado frente al Sevilla, todos nos quedamos con el penalti a Benzema convertido en penalti a favor del Sevilla tras la mano de Militao (aquí lo de los rebotes en el propio cuerpo parece que no se aplicaba), pero es que en el primer minuto de partido hubo un gol anulado a Benzema por un fuera de juego de Odriozola bastante sospechoso. «Sospechoso» porque se decidió en menos de treinta segundos, y sospechoso por las imágenes mostradas:

Fijaos en la raya de banda, tan manipulada que pasa por entre las piernas del árbitro asistente. Pero es que además, si ampliamos la imagen, la pierna de Odriozola (y la bota) parece estirada de una manera artificial:

¿Se manipulan las imágenes del VAR en LaLiga española? Suena un poco heavy decirlo, pero sí afirmo con rotundidad que se elige siempre el frame menos favorable al Real Madrid. Por ejemplo, y para que no haya dudas sobre mis quejas, en el reciente partido Rayo Vallecano-Real Madrid se anuló correctamente un gol a Casemiro. Si no fue fuera de juego, se ayudó con el brazo, luego no discuto la validez del mismo, sino la imagen escogida:

¡Si en esa imagen no se ve el pie de Casemiro! ¿Cómo pueden decir que es fuera de juego y situar ahí la posición si no se ve la ubicación exacta, cómo coño tiran las rayas? Si me dicen que se anuló por mano lo acepto, pero dijeron que fue por fuera de juego. Nuevamente Nacho Tellado puso un poco de cordura y se cuestionaba la toma seleccionada, fácil de mejorar cuando en un campo de Primera hay decenas de cámaras para elegir el mejor tiro:

El VAR en España es un problema muy gordo porque atufa por todos los lados. Es más, hay desconocimiento incluso del Reglamento, como en el fuera de juego señalado a Budimir recientemente en un Granada-Osasuna. ¡Se tiró la raya con el brazo del delantero!

O el año pasado, cuando en un gol del Atleti la línea se tiró desde la punta de la bota de Marcos Llorente, y no desde el balón, que es lo que marca el fuera de juego cuando se trata de saber si el jugador está por delante o por detrás del mismo:

Con esta imagen mostrada, el gol debería haber sido anulado, pero es que así de ridículos son los que manejan el cotarro. Los errores en España son tan graves que dan lugar a situaciones como la ocurrida recientemente en el partido de Copa del Rey entre el Betis y la Real Sociedad, cuando se anuló un gol por fuera de juego de Oyarzábal y en la imagen mostrada en televisión no aparecía en posición incorrecta (observad la distorsión del balón en la primera imagen):

Las protestas realistas, la incredulidad del aficionado o la mala imagen del sistema hicieron que la empresa que gestiona el VAR, Hawk-Eye, publicara un comunicado en el que reconocían su error:

Todo esto sería una broma de mal gusto si los errores se repartieran de modo equitativo, pero es que da la sensación de que no es así, sino que todo forma parte de un sistema, de un «Tinglao» en el que se manipulan las imágenes para favorecer a unos o perjudicar a otros en función de no se sabe bien qué intereses (¿o sí se saben?). Por ejemplo, meter al Barça en Champions. O aún diría más, meterlo en la segunda posición para que vaya a la Supercopa de Arabia Saudí el año que viene. Ahora mismo irían Real Madrid, Sevilla y los finalistas de Copa, Valencia y Betis, un escenario poco glamuroso para los árabes que se han dejado un pastizal en el torneo y ahora ven que Barça y Atleti pueden quedarse fuera.

En el reciente partido Valencia-Barcelona hubo un gol de Aubameyang en el que parecía beneficiarse de una posición adelantada:

Sin embargo, la toma oficial del VAR indicó que la posición era correcta:

Insisto en la manipulación de las imágenes, observad la línea de portería, ¡es doble! Está retocada o alterada, pero es que además, ¿es esta la mejor toma para dilucidar la posición del delantero blaugrana? Nuevamente recurro a Nacho Tellado:

Es fuera de juego claro, como parecía desde la primera toma. Las rayas de VAR de Nacho Tellado son finas, las oficiales se tiran con brocha. El balón distorsionado, es decir, insisto, cuando ya ha salido, se aplica según para quién:

Las posiciones ligeramente adelantadas son validadas tras la revisión, aunque con el rotring y el tiralíneas ocurra lo contrario, como, en estos dos goles del Barça ante el Betis y el Elche:

Llamo la atención de nuevo sobre el ángulo de cámara: si en estas tomas se puede buscar una toma perpendicular a la acción, ¿por qué nos suelen ofrecer una toma con 45 grados de desviación? Pues solo me cabe una explicación posible: la manipulación. PreVARicar, recordad su significado.

En la Supercopa de Arabia de 2020 me llamó la atención precisamente eso, que se elegía siempre la toma más adecuada y de ese modo se anuló un gol al Barça que a mí sinceramente me costaba verlo:

Sin embargo, vuelves a la competición en España y te encuentras que no hay manera de saber si Mendy estaba o no en fuera de juego en el enésimo atraco perpetrado en el Camp Nou, el gol anulado a Bale. No hay toma lateral, no hay momento del golpeo, es una chapuza infecta que apesta por todos lados:

El patrón es obvio y casi siempre en la misma dirección: favorecer al Barça esta temporada. O al Atleti la pasada:

Esta temporada hemos llegado a ver cómo se cambiaba una imagen por otra para convertir en fuera de juego lo que tenía que haber supuesto la expulsión de Araújo contra el Elche:

Tratar de convencernos de que el jugador del Elche está en posición irregular es tan absurdo como intentarlo con las manos de la semana pasada entre los mismos equipos: la del defensor ilicitano sí fue considerada penalti, la de Jordi Alba no.

Y así con todo, en un patrón que se repite con frecuencia, en especial desde que el Barça es dirigido por Xavi Hernández: hay que meterlos arriba como sea. Con penaltis como el pitado contra el Espanyol, con manos que desaparecen (el Barça sigue siendo el único equipo sin penaltis señalados en contra) o con fueras de juego como los aquí mostrados.

En este blog ya dije mucho antes de que el VAR se implantara en España que no iba a funcionar, y no iba a hacerlo porque desde el primer instante ha habido intención de manipularlo, y los artistas encargados de hacerlo provocan sobre todo desconfianza: en su día Sánchez Arminio, ahora Medina Cantadelejos, Clos Gómez, López Nieto, Jaume Roures y el operador estrella de la casa, Óscar Lago. Las imágenes llegan al VAR desde la realización, a cargo de Mediapro, y llama la atención que a nadie le parezca un conflicto de intereses el hecho de que el avalista de la directiva del Barça, Jaume Roures, esté al cargo de las imágenes que llegan al VAR. Alguien se extrañará después de que desaparezcan imágenes, como las de tantos partidos en España (Florentino y sus paranoias) o incluso las del 6-1 entre el Barça y el PSG, otro partido con Óscar Lago al frente de la realización.

Espero que algún día acabe esta estafa al aficionado, aunque lo dudo con los dirigentes que tiene el fútbol en todos los niveles y todas las instituciones. La FIFA ha anunciado recientemente que está estudiando un sistema semiautomatizado (SAOT) para determinar la posición exacta de los jugadores en tiempo real. Ya que no se plantean cambiar el Reglamento, que podría mejorar mucho estas situaciones, al menos la tecnología podría ayudar a disminuir esta sensación de mala fe que nos queda a muchos. Una serie de cámaras monitorizan hasta 18 puntos del cuerpo de los jugadores, y se pretende llegar a 29 (hombro, rodilla, brazos, pies) para que en función de dichas señales se pueda determinar si el jugador está más adelantado que el defensor o si está en posición correcta. Según indica la FIFA, las cámaras controlan hasta 50 veces por segundo la posición real de los jugadores y en unos pocos segundos se podrá tener la confirmación de la validez o no de la misma. Veremos si funciona, ¿o más bien veremos de qué manera le meten mano aquí en España?

La manipulación del relato, por Barney

Stalin 2

Si no hay pruebas, no hay delito. Si no hay registros de un hecho, a la larga parecerá que ese hecho nunca existió. Durante el régimen de Stalin en la extinta Unión Soviética llegó a resultar habitual que se trucaran las fotos que podían resultar incómodas para el líder. Se suprimía a los opositores o se manipulaban fotos del pasado en las que Stalin aparecía con altos cargos del régimen a los que se había depurado en las tristemente célebres purgas estalinistas.

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Es famosa la «desaparición» de Trotski junto a Lenin en el discurso frente al Bolshoi, cuando el primero había caído en desgracia en el aparato (recordad Rebelión en la granja podemita). Con esa reescritura del pasado, con esa burda manipulación del relato, los ejecutados morían dos veces: en la vida real y en la memoria histórica.

Salvando totalmente las distancias, en un mundo como el actual, repleto de imágenes y fotografías, de cámaras por todas partes, de vídeos que registran casi cada respiración de un ciudadano, sorprende la facilidad con la que se juega de nuevo a la manipulación del relato a partir de la ocultación de las imágenes. Y sorprende más que esta alteración intencionada de relato, esta reescritura del pasado reciente, la perversión de la realidad, se esté realizando en un mundo tan controlado, grabado y fotografiado como la Liga de Fútbol Profesional.

Detrás de este montaje, que tacharía de burdo si no fuera porque compruebo asombrado que funciona ante algunos de mis más cercanos, figura todo un aparato de propaganda al frente del cual dirige un tipo siniestro como Jaume Roures, el administrador de Mediapro. El empresario catalán, nacido como Jaime Robles Lobo según la Wikipedia, reconocía en una entrevista en 2016 que seguía siendo tan trotskista como cuando se unió a la Liga Comunista Revolucionaria a finales de los sesenta. Extraña conjunción la de trotskista y millonario, pero dejando al lado una más de las contradicciones del personaje, lo relevante para mí es que nadie mejor que un buen conocedor de Trotski para comprender la importancia del relato, lo vital que resulta manejar la versión que se va a contar. O más importante, cómo lo no contado terminará por resultar irrelevante.

Esta misma semana, La Galerna ha publicado un extenso artículo de Antonio Valderrama sobre la figura, o más bien, sobre el figura de Jaume Roures. Es un artículo abrumador. Brillante en la forma y demoledor en el contenido. Y para el que no lleve años siguiendo la carrera de este individuo será todo un descubrimiento y le costará entender cómo un tipo detenido varias veces en su vida, una de ellas por colaboración con banda armada (con ETA y no durante el franquismo, sino en 1983), cómo un sujeto tan sospechoso puede manejar los derechos del fútbol español, que suponen más del cuarenta por ciento de los ingresos de los clubes profesionales.

Jaume Roures trabajó varios años en TV3, la cadena de adoctrinamiento catalana, denunciada varias veces por manipulación informativa, una herramienta fundamental del procès catalán. Por esta y por otras razones, Roures conoce mejor que nadie la importancia del relato «oficial», «el que se cuenta», que termina siendo en la mayoría de los casos «el que queda». Lo ha hecho toda su vida y lo va a seguir haciendo. Fue idea suya la instalación en la sede de Mediapro del International Press and Broadcasting Center, ese centro de prensa afín que informaba (y por tanto desinformaba) durante los días previos a la triste jornada del mal llamado referéndum del 1-O. Llevó varios días desmontar la campaña de manipulación y difusión a nivel internacional: imágenes de agresiones de otras manifestaciones, incluso obra de los propios Mossos, falsos heridos a los que se daba todo tipo de credibilidad, resultados absurdos del referéndum, estadísticas inverosímiles de hospitalizados que no se correspondían con los ingresos reales en centros de atención,…

Llevo mucho tiempo diciendo que la maquinaria de manipulación mediática del nacionalismo indepe es la misma que la del Barça, un sistema creado en el que los que más se saltan la ley terminan apareciendo como víctimas, en un acojonante proceso en el que una idiotizada parte de la sociedad se traga el discurso.

Con todo este historial, si uno creía que Roures (socio del Barça desde hace tres décadas) y su empresa iban a informar limpiamente sobre el mundo del fútbol o que no iban a jugar a la manipulación del relato a partir de la ocultación de imágenes, es que es un iluso. El aparato de propaganda es enorme y funciona muy bien, con infiltrados en prácticamente todas las emisoras de radio, periódicos y cadenas de televisión. La doble vara de medir de Bein, Movistar o GolTV es tremenda, hasta el punto de que cada vez somos más los que buscamos el sonido en emisoras extranjeras:

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La influencia del aparato del régimen llega incluso a la BBC. ¿Por qué la BBC ha incurrido en los «errores» groseros en los que lo ha hecho en los últimos meses desinformando sobre la historia del Real Madrid? Por el reportero habitual para el fútbol español, Andy West, cuyo currículum es fácil de encontrar en LinkedIn:

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Lo vimos perfectamente el año pasado, tras el pase del Madrid a semifinales con el penalti de Benatia a Lucas Vázquez (que lo era, reconocido hasta por el Mundo Deportivo horas antes de que forzaran al redactor a cambiar lo escrito). La versión oficial de varias cadenas quiso narrar aquello como «el mayor escándalo del fútbol mundial en décadas». ¿En serio?

¿Y lo dicen los que callaron ante el Aytekinazo, la mayor sucesión de «errores» que se recuerda en un partido en toda la historia de la Champions? Me pareció especialmente llamativo de aquel partido que las imágenes del penalti de Mascherano a Di María no se vieran en España, o que no las viéramos hasta unos días después y gracias a que algunos aficionados colgaron en las redes los vídeos que pudieron ver en otros países.

Tampoco pudimos ver una sola toma buena de la agresión de Sergi Roberto a Marcelo en el Clásico del final de la temporada pasada, o las amenazas de Messi a Hernández Hernández en el túnel de vestuarios, o la posición de Dembelé en el 1-0 frente al Villarreal pese a que las encontramos con la tecnología 360 grados, es decir, con una treintena de cámaras apuntando al lugar adecuado. El periodista mamporrero que hace de intermediario con el VAR, Isaac Fouto, reconoció que en la sala del VAR no disponían de las imágenes que se vieron un día después y que por eso el gol no se anuló.

Lo mismo ocurrió con las imágenes frontales de la plancha de Suárez al Pichu Cuéllar en el reciente Barça-Leganés, que vimos veinticuatro horas después gracias a una televisión mexicana. Casualmente todas estas imágenes hurtadas apuntan siempre en la misma dirección. El brazo ejecutor de Roures se llama Óscar Lago, reconocido culé y auténtico trilero del vídeo. Incluso Julio Maldonado, Maldini, el felador de Messi, tuvo que reconocerlo al día siguiente, tras haber dicho en directo que «no hay nada» y algo peor, que «Suárez intenta apartar la pierna». Como si los tacos en el antebrazo y el rodillazo en la cara no fueran suficientes para saber que eso era falta aquí y en Honolulú.

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«Jugada muy fronteriza». Recordad que lo que no se ve no existe. Y lo que se muestra se manipula, como ocurrió con muchas de las líneas trazadas para el fuera de juego. «Errores» groseros. Nacho Tellado demostró con su programa que se estaban cometiendo «errores» de bulto, casualmente también, apuntando siempre en la misma dirección. Su denuncia supuso que dejara de asistir al Chirincirco de Atresmedia.

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Ha vuelto la censura, como con Stalin o Franco, o como ocurre con todos aquellos aficionados que osan colgar vídeos con repeticiones de LaLiga en Twitter o Facebook para que se vea la manipulación. Sus perfiles se cierran o bloquean con premura.

El aparato está teniendo fisuras porque es imposible mantener la mentira durante tanto tiempo. Tras varias jornadas en las que se cortaban jugadas de gol del Madrid para evitar que el VAR pudiera validarlas, Isaac Fouto volvió a decir que no era error del protocolo y se sacó una norma de la manga que rápidamente fue rebatida:

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«Un camino despejado», nada de «muchos metros» por recorrer. Además, no hay más que ver en qué momento el asistente levanta el banderín. En la segunda imagen (gracias, Rafa NMJ), porque en la superior el banderín del asistente todavía está abajo. Es un escándalo que ese día no costó puntos, pero sí en otras jornadas.

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Esta misma semana ha habido un Barça-Madrid, con menos polémica que otras veces, pero con un arbitraje difícil, como siempre en ese campo en el que lo habitual es salir con la misma cara de aquel que acaba de sufrir las habilidades de un carterista en el Metro. Hay una jugada dudosa que apenas se vio en directo, un agarrón de Jordi Alba a Vinicius. No digo que sea un penalti escandaloso, aunque sí tengo claro que en el área contraria se habría pitado porque Luis Suárez se habría dejado caer girando cuatro veces sobre su propio tronco antes de besar el suelo. El joven brasileño, noble e inexperto aún, se mantuvo en pie y ni siquiera protestó.

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Lo relevante es lo que ocurrió con la realización. No hay más imágenes que esta foto y no hay más vídeos que la imagen lejana en directo, lo que llevó a que algunos periodistas preguntaran ¡por fin! que dónde estaban las imágenes escamoteadas. Lo hizo Josep Pedrerol, culé confeso, en El Chiringuito, y lo hizo para mi sorpresa el As de Relaño (La televisión ocultó un posible penalti de Jordi Alba a Vinicius).

Cuarenta y tres años después de la muerte de Franco, la censura ha vuelto. Se ve lo que decide Roures con su amigo Tebas. Al menos han tenido el valor de reconocerlo, como dijo recientemente el presidente de la Liga de Fútbol Profesional: «Los realizadores tienen que evitar que se vean las imágenes que no aportan cosas positivas al fútbol». Admiten que ellos deciden lo que se ve y lo que no, con un curioso criterio. No se ven imágenes de la pelea barriobajera entre los jugadores del Valencia y el Getafe al finalizar la vuelta de cuartos de la Copa, o se toman planos cortos de Mendizorroza para ocultar las gradas vacías en señal de protesta de los aficionados por los horarios.

Y ya puestos, deben pensar Roures y Óscar Lago, ocultemos todo aquello que ensucie la imagen bucólico-pastoril creada alrededor de su Barça (recordad la definición de PreVARicar). Las agresiones e insultos de Suárez, o la enésima actuación de la escuela culé de teatro, protagonizada en esta ocasión por el secundario Cillesen y el actor principal Sergio Busquets, ambos cayendo desplomados en coordinada armonía tras recibir un soplido, imágenes omitidas que no llegaron a las cadenas. Se hurtaron al espectador medio y todo aquel que la subía a las redes sociales pudo comprobar con estupor la velocidad de bloqueo y censura de los chicos de Roures.

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Pero, sin embargo, la realización sí ha mostrado en primeros planos y a todo el mundo las proclamas políticas que suelen lucir en el Camp Nou, en lo que a mi modo de ver incumple de modo flagrante lo indicado en el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte:

Art. 20. …las causas que impiden el acceso al recinto deportivo o la permanencia en el mismo, incorporando expresamente, como mínimo, las siguientes:

f) Introducir, exhibir o elaborar pancartas, banderas, símbolos u otras señales con mensajes que inciten a la violencia o al terrorismo, o en cuya virtud una persona o grupo de ellas sea amenazada, insultada o vejada por razón de su origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad, sexo u orientación sexual.

Creo que somos muchos los que nos sentimos insultados cuando proclaman la falta de democracia de nuestro país o tildan al gobierno de dictadura.

La última anomalía de esta vergüenza de Liga ha sido dejar en manos de Mediapro el control del VAR. En aquel momento, la mayoría de madridistas supimos que no iba a funcionar, como no lo había hecho en Alemania, por ejemplo. Qué casualidad que hayan pedido aclaraciones sobre su funcionamiento el Valladolid, el Getafe, el Atleti, el Madrid, el Celta y tantos otros, pero que sin embargo guste tanto a uno de los diarios oficiales del barcelonismo:

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El Barça, o VARça, por cierto, que acabó la primera vuelta encantado con su implantación (y sin penaltis en contra), fue sin embargo el club que marcó el punto de inflexión para el VAR tras la expulsión de Lenglet en la quinta jornada. Así recordó Jaume Roures las encendidas protestas de los culés tras la decisión:

Roures Florentino

¡Pero si el Madrid no ha abierto la boca! ¡Si los madridistas nos cabreamos con el silencio cómplice del club, con la media sonrisa totalmente insuficiente de Butragueño ante los medios cuando se están riendo en nuestra cara! De nuevo el mundo al revés, los que se pasan por el forro todas las normativas son las víctimas, y los agraviados, los verdugos. La misma maquinaria del independentismo. Nos atracan dos veces: en el campo y en la crónica posterior. Como en las ligas de Tenerife, con arbitrajes sibilinos de García de Loza y Gracia Redondo, y con el silencio cómplice de los medios.

No sé si para compensar, pero este fin de semana se ha abusado del VAR en el derbi Atlético de Madrid-Real Madrid. Creo que está para eso, para que se utilice, pero me da la impresión de que no han acertado ni una: deberían haber anulado el gol del Atleti, dudo mucho en el penalti a Vinicius (¿dónde está el huevo de Giménez que traba al brasileño?), y el gol de Morata es legal según el programa de Nacho Tellado, el más fiable hasta que se demuestre lo contrario. El VAR ha terminado por ser mayor desastre de lo que pronosticábamos, y sigue sin usarse adecuadamente para sancionar agresiones o entradas asesinas como las del sábado:

Mientras tanto, Jaume Roures se frota las manos. En medio del descrédito de la competición puede ayudar a los suyos sin disimulo porque todo es una pocilga. Cobra una pasta por el VAR, cobra por Real Madrid TV, manipula a su antojo las imágenes que cede a los medios, ficha a Miguel Cardenal para que le ayude a lograr los derechos del Mundial de fútbol, intenta llevar la orgía indepe del Girona-Barça a Miami,… Construye un relato falaz y manipulado porque sabe que hay muchas posibilidades de que prospere, de que el discurso fácil llegue a la mayoría. Como estas otras milongas que desde el culerío indepe se han contado durante décadas y han permanecido en la memoria de muchos:

  • El Madrid era el equipo de Franco: sin embargo, ayer 12 de febrero de 2019 el Barça le retira todas las condecoraciones al Caudillo por sus inestimables ayudas al club. Pretenden cambiar la historia, pero les dejo el Capítulo 2 de las Historias de la Historia que los culés no quieren oír.
  • El apelativo de dream team para un buen equipo que no fue ni de lejos el mejor en España (el Madrid de la Quinta del Buitre), ni en Europa (el Milan de Sacchi y Capello).
  • Las bolas calientes en los sorteos para favorecer al Madrid. El año pasado, PSG, Juve y Bayern, unas bolas tan calientes como mis pelotas cuando les escucho. Capítulo 3 de las Historias de la Historia.

Y la cachondada de siempre llegado este momento de la competición: el Madrid gana porque sus rivales son débiles, son muy malos aunque sean finalistas o semifinalistas de Champions. Ya ha empezado Maldini infravalorando al Ajax:

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Menos mal que Fred Gwynne ha recopilado esta colección de titulares del mismo Maldini sobre los rivales del Madrid. Parece cachondeo, pero es real, y para muchos aficionados Julio Maldonado es un periodista creíble:

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Increíble, pero cierto. Por eso, cuando veo la grosera manipulación del relato narrado, es cuando me acojono pensando en la figura del «relator» para la negociación entre el Gobierno y la Generalitat, la figura del que pretendían que nos contara la historia. ¿A que alguno tenía los santos cojones de proponer a Roures?

Cara Barney