Id a verla, merece la pena. Aunque no os gusten las pelis del espacio. Aunque os de pereza volver a Ridley Scott y la ciencia-ficción después de Blade Runner y Prometheus. Aunque los personajes de la pelirroja sabelotodo Jessica Chastain y el náufrago abandonado Matt Damon os recuerden truños interestelares pasados. Yo vi el tráiler y sin querer saber nada más de la peli, huyendo de la sobreinformación, me fui al cine:
Problema, solución, problema, solución, y todo ello en Marte. Ese es básicamente el argumento, un náufrago del espacio que debe sobrevivir en un territorio hostil como el planeta rojo. Mark Watney (Matt Damon) y su lucha por conseguir alimentos, agua, comunicarse con la Tierra, y sobre todo, no volverse loco. Esta viñeta de xkcd (Randall Munroe) resume de modo fantástico la trama de la película:
La viñeta hace referencia a ese momentazo de Apolo XIII (gran película, muy entretenida) en que un grupo de científicos de la NASA debe jugar a MacGyver para inventar un cacharro que baje los niveles de dióxido de carbono de la nave capitaneada por Tom Hanks, y todo ello contando únicamente con los objetos que hay en el interior del módulo: una manguera, unos calcetines, una caja, un cuaderno, y por supuesto, el artilugio fundamental de cualquier película que se precie, la cinta adhesiva.
O el momento del cálculo de ángulos de Apolo XIII, tan técnico para el resto de los mortales como el sistema hexadecimal de The Martian. Es una escena ya repetida en varias películas, quizás porque añade verosimilitud, incluso en aquellas que se ríen de la ciencia como Armageddon. Vemos a un grupo de ingenieros, astrofísicos y manitas, corriendo con cara de apurados por los pasillos del centro de operaciones de Houston con la solución al problema. O con un montón de hojas llenas de cálculos para meter más miedo, «pá’acojonar».
Otro clásico de estas películas es contar el problema y la solución al espectador, no a expertos de la NASA, y digo esto porque no se entiende de otro modo que se utilicen objetos cotidianos, como un boli y un papel para explicar un agujero de gusano en el tiempo-espacio, como hacían en Interestelar o en Déjà vu. En esta Marte se valen de una grapadora y cómo no, un boli, para describirnos el viaje de rescate que deben realizar los astronautas de la nave Hermes. La explicación no es demasiado compleja, pero parece que todo un Director de la NASA necesita que se le presente así.
El autor
No quiero contar gran cosa de la trama para no fastidiársela al que no la haya visto, así que me voy a centrar en otros aspectos como el origen de esta historia, que reconozco que me da bastante envidia. El bloguero Andy Weir publicó la historia de The Martian de modo gratuito en su blog, y fue tal el éxito que tuvo entre sus seguidores, que en 2012 decidió autoeditarla en Amazon a un precio de venta de 99 centavos. Se convirtió rápidamente en un best-seller y ahora se ha hecho millonario con la venta de los derechos para el cine y con el adelanto para su siguiente historia. Que podría ser una secuela de esta, aunque en mi opinión sería un error. Esta película es redonda, la historia se cierra muy bien y no le veo sentido a buscar una continuación que podría ser reiterativa, que no creo que aportara gran cosa.
Me da envidia porque los buenos contadores de historias, los que lo hacen por amor al arte, realmente no buscan la pasta, ni hacerse millonarios (Andy Weir publicó la historia de modo gratuito, no lo olvidemos), sino simplemente disfrutar y hacer disfrutar al mayor número posible de personas. Yo mismo dejé en este blog un posible argumento para que Ridley Scott pudiera hacer la secuela de Blade Runner, pero creo que no lo voy a conseguir. Lástima, no me tomas en serio, Ridley, le daría un giro completo a la historia con tintes de comedia autoparódica que le vendrían muy bien.
Andy Weir ha escrito una novela repleta de información científica y cálculos necesarios para la trama, pero basa su éxito sobre todo, en el sentido del humor del protagonista. Ese sentido del humor se plasma en buena parte de la película y ayuda mucho a la historia, que no se hace en absoluto pesada. Ha habido comparaciones con Náufrago, de Robert Zemeckis y Tom Hanks, pero esta tiene momentos muy densos y carece del interés de Marte. El video-diario que Damon graba con sus pensamientos (otro clásico recurrente de la ciencia-ficción, como en Avatar) y las soluciones que se le ocurren a los problemas que va encontrando contribuyen a esa fluidez de la historia.
Pero como decía antes, no quiero contar demasiado acerca de la película y sí recomendarla, como recomiendo que una vez vista, visitéis el blog de Daniel Marín, astrofísico y divulgador, que explica de modo apasionante los aciertos y errores de la película (ved también el de Gravity), con imágenes reales de la NASA. Yo no soy ningún experto en estos temas, pero sí me llamó la atención que la gravedad en el Marte de ficción era prácticamente igual que la existente en la Tierra. O el uso de la cinta adhesiva, que ríete tú de MacGyver o de M.A. Barracus. Si te interesan estos aspectos, así como la verosimilitud de las soluciones planteadas, aquí vas a encontrar la respuesta a todos esos interrogantes que te vienen a la cabeza.
La banda sonora
Los temas instrumentales, obra de Harry Gregson-Williams, acompañan perfectamente las imágenes, como siempre en estas películas, aunque sin la fuerza de Interestelar o por supuesto de Star Wars, pero lo que realmente quería destacar es la elección de temas de música disco. Todos encajan como un guante, algunos más (Don’t leave me this way, I will survive), otros menos (Hot stuff, ¡Waterloo de Abba!), pero hay una canción que queda perfecta y dota de gran fuerza dramática a la escena: el Starman de David Bowie. Estos clasicazos setenteros de la música disco sirven de excusa a Watney para mostrar su sarcasmo en forma de salvajes críticas a la responsable de su elección, la comandante Lewis (Jessica Chastain).
Los paisajes de Marte
El rodaje se realizó en su mayor parte en el desierto de Uadi Rum, en Jordania, por el color rojizo de sus arenas, el mismo lugar en el que se rodó Planeta Rojo. Ese color rojo de las arenas, así como la peculiar orografía de las montañas, fue posteriormente potenciado en el montaje con el equipo de efectos especiales. Resulta muy creíble, sobre todo para los que no tenemos la más remota idea de cómo es Marte y somos capaces de creernos, como Tony Leblanc, que los paisajes de Almería pueden pertenecer a la Luna.
Los actores
Rachel Appel, de Microsoft, dejó esta gran frase en Twitter:
Desde Salvar al soldado Ryan a Interestelar y Marte, el gobierno ha gastado una cantidad ridícula de dinero para recuperar a Matt Damon.
Genial, Rachel, genial. Así que ya que hacemos la mezcla actor-personaje, podemos argumentar que Estados Unidos es sin duda el país de las oportunidades:
Jessica Chastain adquirió sus conocimientos de su padre en una pequeña granja y se incorporó a la NASA tras participar en la caza y asesinato de Bin Laden.
Jeff Daniels evolucionó de Dos tontos muy tontos a Dos tontos todavía más tontos, y finalmente acabó de Director de la NASA.
Chiwetel Eliofor se pasó doce años como esclavo oprimido, lo cual no le impidió dirigir una misión espacial.
Michael Peña, un inmigrante irregular, perfeccionó sus habilidades de cerrajero hasta tal punto que fue capaz de dirigir cualquier trasto mecánico complejo.
A Sean Bean se le ve reírse en su asiento cuando oye hablar del concilio de Elrond y ve que los demás no tienen ni idea de qué es. Podría haber soltado alguna frase tipo: «no os fiéis de los hombres del concilio, en el momento clave, un tal Boromir está a punto de cagarla».
Matt Damon está consistente, creíble, aunque no nos engaña con sus cambios físicos y la supuesta pérdida de peso. No es Robert de Niro ni se atreve a hacer una barbaridad como la de Christian Bale en El maquinista.
Mi película favorita sobre Marte
No me gustan estas afirmaciones, pero en el caso de Marte hay tan poco donde elegir que no tengo ningún reparo en decirlo: esta es mi película favorita sobre Marte. Sustituye en el puesto a Desafío total, la de Schwarzenegger y Sharon Stone, no la de Colin Farrell. Ya sé que Desafío total no es una gran película, pero sí muy divertida, con un argumento interesante («vacaciones de uno mismo»), carece de credibilidad y pretensiones, tiene un ritmo frenético, y un aire de serie B que le da un encanto especial. El mismo encanto de Sharon Stone en todas y cada una de sus escenas. Es además la película del duro Michael Ironside, de un taxista tan cabrón como el que me prestó su nombre y sobre todo, la primera aparición en la gran pantalla de Jordi Pujol, escondido como Kuato en una panza con tanto acierto como ocultando sus millones al fisco.
Reflexiones finales
Dijo alguien hace tiempo: «No podemos abastecer de agua potable a millones de personas en el mundo, pero sí gastar millones de dólares en encontrar agua en Marte».
Una cadena de televisión holandesa planea enviar una misión a Marte de ida, sin vuelta, para hacer un programa tipo Gran Hermano. Siendo ese el objetivo, que les pasen los datos del Challenger.
Algunas teorías de la conspiración mantienen su incredulidad ante las imágenes enviadas por la Curiosity, la Mars Explorer o la Pathfinder. Sostienen que forman parte del marketing de la NASA para evitar que les recorten los fondos.
Id a ver Marte (The Martian). No os arrepentiréis, pasaréis dos horas y cuarto muy entretenidas. Un alegato a favor de la exploración espacial, en mitad de una época de recortes.
Actualización del 26 de mayo de 2016, tras leer el libro
Lo recomiendo sinceramente, igual que la película. En algunas cosas es preferible el libro, como el sentido del humor o algunos detalles frikis, y en otros momentos es mejor la película, como el ritmo por ejemplo.
El autor, Andy Weir, se tomó tanto interés en hacer creíble el relato que algunos capítulos resultan un tanto pesados, sobre todo cuando se pone a hacer cálculos mentales sobre metros cúbicos de espacio, composición química de los elementos, ubicación exacta de todo,… Reconozco que leía en diagonal esos párrafos.
Por el contrario, tiene momentos delirantes como cuando suelta frases sobre cómics o series de los setenta tras un párrafo denso de información técnica. Mi momento preferido es aquel en que por primera vez se tiene constancia en la Tierra de que Mark sigue vivo en Marte. Los técnicos de la NASA hablan de lo duro que debe ser psicológicamente y se preguntan qué estará pasando por la cabeza de Mark Watney. El siguiente párrafo es:
«¿Cómo puede Aquaman controlar mentalemente a las ballenas? ¡Pero si son mamíferos, es imposible!»
Uno de los problemas que tienen los libros contados con diarios es que limitan mucho la posibilidad de acción, así como la de sorpresa. Se supone que el narrador ya ha pasado por todo lo que va a contar, luego sabes que no va a morir, ni tampoco te va a dar grandes sustos. Recuerdo lo mucho que me extrañó en su día cuando leí Drácula (Bram Stoker) y Frankenstein (Mary Shelley). El estilo diario no ayudaba a estas dos historias de terror, pero no desentona en The Martian.
Lo bueno es que el formato no es rígido. Por ejemplo, incorpora la tercera persona en todo lo referido a la Tierra (como no podía ser de otro modo) y se salta las reglas de la narración cuando la usa en Marte para el momento de la explosión. Extraña bastante y choca con el conjunto, pero creo que es un acierto, le da mayor dinamismo.
Lo que sí me parece un acierto absoluto es la adaptación al cine, saltándose esos momentos tediosos, y potenciando los aspectos visuales y musicales. Era mi opción para el Óscar al guion adaptado, pero no se lo dieron. Es verdad que los señores de Hollywood se toman alguna licencia que otra, como el momento Iron Man (que el libro descarta inmediatamente por ridículo y por ser una locura) o el absurdo de hacer que sea la comandante Lewis (Jessica Chastain) y no Beck (que era el especialista en esas tareas tanto en el libro como en la película) quien rescate a Watney. Licencias de Hollywood que darían para varios libros, sobre todo si comparamos con la Historia.
Leed el libro, ved la película, volved a verla si ya lo habéis hecho. Y disculpad que sea pesado con la recomendación, pero es un argumento interesante y muy entretenido. Palomitero y reflexivo a partes iguales.
2 comentarios en “Marte (The Martian), por Travis”