Optimista, negativo, moderado y racional balance del año 2014, según los cuatro amiguetes

2015Se acaba un año más, el 2014, y quien más, quien menos, todos hacemos balance de lo que ha supuesto el ejercicio que concluye con las típicas tradiciones de las fechas: otro cenorrio, más bebercio, la San Silvestre para algunos, las campanadas para todos, las uvas, Ramón García y su capa de superhéroe,… Las felicitaciones y el comienzo de 2015, un año sin rimas.

Cada uno en su campo, y luego yo, Josean, como administrador del blog, vamos a hacer balance de lo que ha supuesto y de lo que esperamos para el año que está por venir.

Cara Barney     BARNEY:

Pues qué vamos a decir, que ha sido el año de la Décima, que llevábamos una docena de años esperando, menudo grito dimos en el 93. Y el año del carrerón a lo Usain Bolt de Bale por la banda de Mestalla para ganar la Copa del Rey al eterno enemigo. Las Copas de Europa que yo he conocido han venido en años pares (1998, 2000, 2002 y 2014), al igual que el Mundial y las Eurocopas (2008, 2010, 2012), así que no toca esperar grandes cosas de un año impar. Será un año más triste, como todos los impares, porque no hay Mundial de fútbol, ni de baloncesto, ni Juegos Olímpicos. 2014 ha sido el año de la victoria de Alemania en el Mundial (tras ese humillante 1-7 a Brasil) y del desastre de nuestra selección, causada por la errónea convocatoria (Villa y ¡Torres!), el conformismo y la falta de motivación de algunos jugadores, y el pésimo estado de forma de más de la mitad de los convocados. Además, se le acabó la flor en el culo a Casillas.

Siempre nos quedará Nadal. ¿O no? El bueno de Nadal lleva siendo fiel a su cita con el Grand Slam desde 2005, y el único año que “falló” en Roland Garros se llevó el Open de Australia. Yo le veo cada vez más agotado, tocado físicamente y castigado, pero eso mismo pensé hace dos años y su vuelta al circuito fue brutal: 10 títulos, incluyendo 2 Grand Slam y 5 Masters 1000, 91% de victorias, sólo 7 derrotas en el año,… Ojalá este 2015 sea igual, aunque desde hace unos años suena el runrún del “fin de una carrera de éxitos”. Este 2014 presencié uno de los mejores partidos de su carrera, la final de Roland Garros contra un descomunal Djokovic. Es uno de los momentos del año. Yo creo que si el partido dura 5 sets (fueron 4), uno de los dos sale en camilla. Otro de los momentos del año fue la victoria de Suiza en la Copa Davis, con la emoción de Roger Federer tras lograr el punto decisivo. Volvimos a ver sus lagrimones tras ganar un torneo grande, uno de los pocos que le faltaban (le falta el oro olímpico individual que sí tiene en cambio Nadal).

También ha sido el año de Marc Márquez, ese chaval que con poco más de 20 años ganó las 10 primeras carreras del Mundial de Moto GP, ese chico de Cervera con cara de crío que ha batido el récord de victorias en una temporada ganando 13 de los 18 grandes premios. Parece invencible ahora mismo, parece que vamos a tener un campeón por mucho tiempo, salvo que se le vaya la pinza, como a tantos deportistas de éxito, o salvo que su hermano Álex, campeón de Moto 3 este año, le supere. Y Tito Rabat ganó en Moto 2, así que fue un año magnífico en lo que al motociclismo se refiere.

No ha sido el año de Alonso, una vez más, y ha soltado el Ferrari como quien se deshace del Seat 124 del abuelo. Ah, sí, por cierto, ganó Lewis Hamilton en otra temporada soporífera. Tampoco ha sido el año de MIchael Schumacher, que se ha pasado medio año en coma y el otro medio en rehabilitación tras su accidente de esquí.

2014 ha sido el año de las chicas, el de las mujeres deportistas. Mireia Belmonte se ha hartado de ganar y batir récords del mundo, a la manera de las antiguas alemanas del Este. Qué bestia, como para encontrártela en una piscina municipal, te pasaría por encima. Sin embargo, mi momento favorito del deporte femenino fue la victoria de Carolina Marín en el Mundial de badminton. Lo televisaron en directo y fue emocionante. Llamaba la atención su apasionada celebración de los puntos ganados o sus lamentos tras un fallo, frente a la robotizada «charlie» Li Xuerui. Las selecciones femeninas de waterpolo, natación sincronizada, baloncesto y balonmano consiguieron medalla en los torneos internacionales. Me quedo con las chichas del basket (¡qué nivelazo, qué partidos tan bonitos hemos podido ver!) y con las autoproclamadas Guerreras del balonmano (tenían más huevos que la mitad de los futbolistas de primera división).

Adiós a Don Alfredo Di Stéfano, no sé si el más grande, porque no le vi jugar y porque no me gustan esas comparaciones. Y adiós a Tito Vilanova, una lástima.

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A ver cómo se nos da 2015, a ver si Cristiano sigue hinchándose a meter goles, a ver si Messi no recupera su mejor nivel (como parece que ha hecho en el tramo final del año), a ver si Benzema recibe una transfusión de sangre en su horchata, a ver a quién muerde Suárez,… Y espero que los deportistas individuales nos sigan teniendo tan acostumbrados y tan pegados al sillón como en las últimas temporadas.

Cara Travis      TRAVIS:
Yo no voy a hablar de las mejores películas del año 2014, porque eso significaría que he ido al cine mucho más de lo que realmente he ido. Significaría que he podido ir tanto como me gustaría, que me he visto todo y que puedo opinar con conocimiento de todo lo que se ha estrenado en el año. Como ese no es mi caso, voy a hablar de la ilusión que ha sido para mí poder escribir en este blog, contar lo que me gusta y lo que no, tratar de jugar a crítico listillo, y sobre todo, discutir o debatir con los lectores. Opinar de cine, que genera mucho menos cabreo que hacerlo de fútbol («¡¿cómo puedes decir que no era penalti?!») o política («¡¿de verdad que no te dan miedo los de Podemos?!») y es mucho más placentero. He aprovechado además para publicar algunos textos que tenía sin completar y que formaban parte de un proyecto de libro titulado Las reflexiones cinéfilas (o cinéfagas) de Travis. Son escritos a los que les había dedicado mucho cariño y que sin embargo, según las estadísticas de WordPress, han recibido menos visitas que las que hablaban de pelis recientes. Aquí los dejo de nuevo por si alguno de los lectores recién incorporados le quiere dar una nueva oportunidad:

El celuloide oculto en el armario.

No hagan trampas, señores.

Forrest Button y Benjamin Gump.

Pero toca ahora hablar de 2014, y yo creo que, independientemente de las películas que yo haya podido ver o dejar de ver, este es el año de Ocho apellidos vascos.

ocho apellidos vascos

Ha habido amiguetes que me han criticado porque hasta la fecha sólo he hablado de cine americano. Será porque no había llegado todavía el momento de hacerlo sobre una película española. Y la película de este año en España sin duda es la comedia de Emilio Martínez-Lázaro, como lo fue hace años otra película suya, El otro lado de la cama. O como fueron en el pasado El orfanato, Tesis o El día de la bestia. Ocho apellidos vascos es una historia sencilla que nos permite reírnos de nosotros mismos, de los topicazos regionales y del independentismo «abertzandal». Volveré a esta película en otra entrada.

Para mí el cine en casa es un ejercicio personal, una elección privada, mientras que el cine en el cine, en las salas, es una decisión compartida con las personas que te acompañan (mujeres, novias, hijos, sobrinos, amiguetes). Así que no he podido ver todo lo que me hubiera gustado, y lo dejaré para 2015 ó 2016, con el DVD o el Plus (soy nefasto descargando). No he visto algunas de las pelis que los críticos han destacado como lo mejor del año, como Her, Nebraska o Boyhood, y tampoco he visto los estrenos de dos de mis directores favoritos, Perdida (Fincher) y El lobo de Wall Street (Scorsese).  Ni La isla mínima, ni El Niño, que tienen muy buena pinta (deberes para 2015). Sí he visto la última de Christopher Nolan, Interstellar, con una opinión a medio camino entre quien la ha disfrutado a ratos y quien le da rabia que no sea una obra maestra de tres horas de duración. Y disfruté mucho con Gravity, aunque esta sea de 2013.

Me he reído con comedias gamberras como Torrente 5 (lo reconozco, me río con estas macarradas) o Sex Tape, aunque están a años luz del primer Torrente o de las comedias gamberras americanas recientes (Resacón en Las Vegas, Cómo acabar con tu jefe, Algo pasa con Mary). Me gustó Trash pese a su edulcorado final, y le dedicaré una entrada (cuando me acabe el libro) a El abuelo que saltó por la ventana y se largó. He visto varias más, pero no creo que vayan a trascender en los años siguientes, así que tampoco voy a comentar nada.

Este año se fueron Robin Williams (oh, capitán, mi capitán), Philip Seymour Hoffman (otra vez la mala vida de Hollywood), Eli Wallach (el feo de El bueno, el feo y el malo), Álex Angulo (peazo de cura que te marcaste en El día de la Bestia) y Mickey Rooney. Yo creo que era el penúltimo que quedaba del Hollywood clásico, han ido cayendo todos. Sólo queda Kirk Douglas, que aguanta como Espartaco. Con unas orejas del tamaño y la forma de un bistec, eso sí.

La perspectiva de los años nos dirá si este 2014 ha sido un buen año o no en lo que a cine se refiere. No soy tan pretencioso como para emitir juicios de ese tipo. En 2015 me planteo algo muy sencillo: seguir yendo al cine a disfrutar, sin más.

Cara Lester     LESTER:

Pues qué puedo decir de este año que se nos va… Pues que hace mucho que dejé de quejarme y que este año no va a ser la excepción. Sí, es cierto, a mi edad, cuarentaytantos ya, descubres ciertos achaques, revisas más tus analíticas y empiezas a tomar pastillas que años atrás ni pensabas tomar (no son de colores ni ácidos), pero la salud acompaña, lo cual hace que ya todo lo demás sea mucho más fácil. No lo es desgraciadamente para algunos/as amigos de una edad similar y a ellos les mando mis mayores ánimos. Que todas las mañanas tarde unos diez minutos en recomponer la espalda y mis doloridas articulaciones es una bendición.

El otro aspecto que más me puede importar, el sentimental, también va afortunadamente bien. Muy bien. En un año en el que se han separado los Alcántara, un compañero de trabajo que llevaba 40 años con su mujer, y están en vías los únicos de nuestros amigos que llevaban casados más tiempo que nosotros, sólo puedo decir que me va estupendamente. He celebrado los 25 años con mi mujer, la mejor que existe, y la mejor que un tipo raro como yo podía encontrar en la vida. Si lees esto, cariño, no te canses nunca por favor de mis manías, mis horarios extraños o de las cervezas con los amiguetes.

Por cierto, acabo el año teniendo Whatsapp. Lo cierto es que no ha cambiado mi vida. El día de Nochebuena recibí 138 mensajes, algunos de gente con la que no hablo desde hace meses, pero llamadas personales, tuve (e hice) muy pocas. No nos volvamos gilipollas, que hoy me veo en esta situación:

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Económicamente no me puedo quejar, aunque gane menos que hace 6 años y me cabree que los de arriba no hayan notado la crisis. Miro a mi alrededor y encuentro casos de gente cercana sufriendo. Ojalá os vayan mejor las cosas en este año que comienza, amigos. La gente brinda por esta razón muchas veces, yo celebro seguir igual cada Nochevieja. Contigo. Como dice Lester al final de American Beauty, «siento una inmensa gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida».

Feliz año a todos, que 2015 os traiga sólo cosas buenas, que os trate como merecéis (esto va también por los Sres. Potter).

 Cara Josean     JOSEAN:

¿2015, un año sin rimas? Esperemos que no sea 2015 el año del Lince (de Parla). Ayer recibí este mensaje que me puede ayudar para tratar de definirme política e ideológicamente:  IMG-20141230-WA0038
Como no tengo 60 años ni creo en el bipartidismo, el esquema me sitúa entre Ciudadanos y UPyD, pero sin considerar a Pablo Iglesias como Satanás con coleta (ahí me falla el diagrama).

En este año que acaba he perdido bastantes de mis apuestas sobre gentuza que yo decía que no iba a ir a la cárcel: Fabra, la Pantoja, Blesa, Matas,… Aunque estos dos entraran y salieran con una rapidez con la que no se mueve la justicia habitualmente. Espero que Blesa termine en chirona, que la condena de Matas sea larga y duradera, que terminen los juicios de Gürtel y los ERE’s de una vez y se vayan al trullo todos los culpables (López Viejo, no te vas a escapar), que Tomás Gómez sea inhabilitado y si sus gambadas son de cárcel, que se vaya para adentro también.

En el blog hemos hablado de temas que luego se han cumplido, como la falta de transparencia o la afición de Montoro por premiar a los malos gestores, como se ha visto esta semana con su insólita decisión de perdonar los intereses a las comunidades y ayuntamientos que sistemáticamente han incumplido varias leyes. También hablamos ya en agosto de cómo iban a atacar a Pablo Iglesias por todos los flancos y bromeé diciendo que le iban a ligar al 11-M. Bueno, pues realmente son ellos mismos los que se han autoproclamado responsables de los altercados de la jornada de reflexión del 13-M.

Hemos tenido cambio de Rey, aunque parece que todavía no ha llegado el momento de acabar con algo tan absurdo en el siglo XXI como la monarquía. Al menos tenemos un Rey que habla de fútbol en sus discursos, y que ofrece una imagen renovada y profesional. Pero no dejo de pensar en que el hecho de que sea Rey se debe a algo tan poco democrático como que hace casi medio siglo el espermatozoide que ganó la carrera hacia el útero de Doña Sofía era portador del sexo varón. Aun así, Felipe VI me cae bien y los políticos de este país me han hecho replantearme mis convicciones republicanas.

En 2015 apuesto por Urdangarín entre rejas y la Infanta eximida de toda culpa, un largo juicio de la Gürtel y los ERE’s que no satisfará a nadie, y Artur Mas dándonos el coñazo como siempre. ¿Pujol en el trullo? Algo tendrá pactado, como que le culpen a él, que esté un tiempo mínimo en chirona por edad y salud, e intentará que sus hijos se queden con toda la pasta. Ojalá me equivoque.

Feliz año a (casi) todos.

BALANCE FINAL DEL BLOG:

Acabamos el año con casi 4.000 visitas, una treintena de seguidores, 56 entradas con esta y mucho trabajo detrás. Las visitas han venido de 24 países distintos, aunque no me tengo que emocionar demasiado: el 80% son de España, y las de Alemania, Canadá, Italia e Inglaterra se deben a conocidos nuestros. Tenemos 6 de Rusia, 1 de Filipinas, otra de Hong Kong!? y una de Bélgica que me hace recordar la canción de Sabina, «extraño como un belga por soleares». En nuestro caso, extraño como un belga leyendo este blog.

Seguiremos por lo menos hasta agosto, cuando termina el año para el que comenzó este proyecto. Luego… veremos, tenemos otros proyectos en mente que intentaremos desarrollar. Feliz año a todos, y gracias por seguir ahí, al otro lado.

Un comentario en “Optimista, negativo, moderado y racional balance del año 2014, según los cuatro amiguetes

  1. Está bien el análisis que haces del año pasado.A pesarde todo creo que ha sido positivo ,claro que eso es bajo mi punto de vista Espero mucho para el prximo año y tenemos la vista en la economía que va a ser buena para todos .( eso espero)

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