Trash, ladrones de esperanza, por Travis

trash

El título original de la película es simplemente Trash, basura, pero parece que los distribuidores desconfían de nuestro nivel de inglés (lógico, por otro lado, viendo el nivel existente desde la presidencia del gobierno a la de nuestros principales bancos y empresas), y le han añadido la coletilla Ladrones de esperanza. Era innecesario, porque aquí ya nos hemos acostumbrado a los títulos en inglés, desde Ghost y Pretty Woman a Final Fantasy o Sin City, pasando por los intraducibles títulos de Tarantino (Reservoir dogs, Pulp Fiction, Inglorious Basterds), o la más antigua Taxi driver, que no podía dejar de mencionar porque es de la que tomo prestado mi apelativo.

La verdad es que el título en inglés suena mejor, más contundente, más cinematográfico. ¿Iríamos a ver unas películas que se titularan simplemente Fantasma, Mujer Bonita, Fantasía Final o Ciudad del Pecado? A lo mejor esta última sí, pero, ¿iríamos a ver El conductor de taxi o El taxista? El título atraería más bien poco, nos trae a la mente la imagen de un taxista con el palillo en la boca, esterilla de bolas de madera en el asiento, rosario en el retrovisor y la Cope a todo trapo. Yo no iría a verla.

¿Iríamos a ver una película que se titulara Basura? Pues posiblemente sí, sobre todo si leemos que trata entre otros temas el de la corrupción de la política y su brazo armado, la policía. Supongo que los policías son esos «ladrones de esperanza» a los que hace referencia el subtítulo. Yo la hubiera dejado como Trash, que además es rotundo, como la oscarizada Crash (gran película que merece un post).crash

La historia gira en torno a tres chavales (Raphael, Gardo y Rata) que viven en los suburbios de Río de Janeiro y que se ganan la vida entre la basura del vertedero de la ciudad, al igual que otros cientos de personas. En ningún momento los chicos hablan de sus padres, por lo que entendemos que son huérfanos. Las imágenes de la inmundicia y de las condiciones de vida de esta pobre gente impresionan por el realismo con el que están rodadas. De modo casi inmediato estas imágenes de los tres chavales en el vertedero nos traen a la mente la película Slumdog millionaire, pese a estar ambientada y rodada en la India. slumdog

Puede recordar también a Ciudad de Dios, de Fernando Meirelles, rodada en las favelas de Río, pero me quedo con las similitudes con la primera por el tratamiento amable del trío protagonista y por su visión esperanzada en general. Ciudad de Dios es una película mucho más cruel, que no ofrece concesiones al espectador. Quizás el mayor parecido entre ambas, aparte del «decorado» natural, radica en la brutalidad de la policía, que en esta Trash se ceba de modo especialmente cafre con Raphael.

El desencadenante de la trama es la aparición de una cartera en el vertedero, una cartera con dinero, la llave de una taquilla y unos mensajes en clave que estos chavales semi-analfabetos serán capaces de descifrar poco a poco a lo largo del metraje. La policía ofrece una cantidad importante de dinero por la cartera, pero los tres chavales, pese a sus penurias, son capaces de renunciar al dinero porque entienden que tienen algo muy importante entre manos. Ese «algo» es la llave de una taquilla con nuevas pistas que ayudan a destapar un inmenso caso de corrupción del candidato a alcalde de la ciudad, un tal Santos. Los chicos reciben la ayuda en momentos puntuales de dos norteamericanos que viven en las favelas, un cura interpretado por Martin Sheen y una profesora que ayuda a los chicos a aprender inglés (Rooney Mara).

El director de la película es Stephen Daldry, que me sonaba pero no sabía de qué. Ya se encarga la promoción de decírtelo: «…del director de Billy Elliot«. Debe ser frustrante para la gente del cine cuando te recuerdan por tu único gran éxito, o cuando ni siquiera eres conocido y tienen que ligarte en la promoción a otras producciones. El caso más extremo que recuerdo es de 1994. En pleno boom de Pulp Fiction se estrenó la película de Roger Avary Killing Zoe. Tuvo un paso muy breve por las carteleras, y eso que nos la anunciaron como: «¡De los productores de Pulp Fiction!»,»¡dirigida por el coguionista de Reservoir Dogs!», y no sé qué más, algo tipo, «¡maquillaje de la prima de Tarantino!».

Quería mencionar al director porque Billy Elliot es una película dirigida con una gran sensibilidad hacia los menores, y esa sensibilidad se mantiene en Trash. Hay un interés evidente en mostrarnos el contraste entre la brutalidad policial y los principios morales de los tres chicos. «Porque es lo correcto», dicen un par de veces sobre sus motivaciones. Ese contraste moral me recuerda a un comentario que le dejó un lector a Josean en su post sobre el PP, el cohecho y la corrupción en el mundo de las basuras: «lo más limpio de las basuras son las propias basuras».trash2

Y tiene gracia, esta película le gustará a Josean, no sólo porque habla de la corrupción municipal, sino porque una de las claves de la película está en el cuaderno en el que el contable del político apunta todas las donaciones que recibe y el destino que le da a las mismas. Además, el personaje llega a decir que ese sistema es mucho mejor que cualquier ordenador, que no se fía. ¿Os suena un cuaderno similar? Por esa información en Brasil y en España algunos matarían. En las películas ya se sabe que al contable o al tesorero, cuando vienen mal dadas hay que cargárselo, como en esta o en Los intocables de Elliot Ness. En España se enchirona al que se va de la lengua para mantener a los nombres que figuran en el cuaderno. Y el anterior tesorero sufre dos accidentes en su propia casa. Esto daría mucho juego en una hipotética película sobre el caso Bárcenas.

Los chicos en un momento dado tienen que huir por las callejuelas de las favelas, y yo creo que es porque no hay película en las favelas que no tenga una persecución por su interior. Da mucho juego cinematográfico. La escena tiene similitudes con la de Río y sobre todo con la de El increíble Hulk. Yo creo que el patio interior con un mini campo de fútbol es incluso el mismo de Trash:

El enlace: https://www.youtube.com/watch?v=tsLwVsWL4rg

A partir de aquí, advierto, el post contiene spoilers.

En ambas pelis una chica ayuda desinteresadamente a los fugados, mostrando una especie de solidaridad existente entre los habitantes de las favelas, unidos por su odio a la policía corrupta y salvaje.

He colgado el tráiler para advertir de nuevo de que a partir de esta línea hablo del final, ¡¡hay spoilers!!

La película es entretenida, bien rodada, muy triste en la podredumbre real y moral que muestra, PERO el final no me parece nada verosímil. Es un final optimista, lleno de esperanza, un final en el que ganan los buenos (los chicos abandonan Río y terminan en una playa espectacular), y los corruptos son derrotados. Los chicos, pobres a más no poder, reparten los millones encontrados entre los habitantes de las favelas y los moradores del vertedero.

No es un final creíble. No lo sería en España y mucho menos lo es en Brasil. Es mi mayor objeción a la película. Ya lo decía Pérez-Reverte esta misma semana: «Yo creo que los malos siempre ganan».

Trash termina con la voz en off de uno de los tres chicos (creo que Raphael), diciendo algo así como: «Hemos iniciado una revolución. El día que todos nosotros nos pongamos de acuerdo y salgamos a la calle, nadie nos podrá parar». Cara Travis

2 comentarios en “Trash, ladrones de esperanza, por Travis

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