Goodbye, Lord Vader

TRAVIS, 09/01/2021

El año 2020 no solo se llevó por delante a dos actores que parecían inmortales, como Olivia de Havilland y Espartaco Kirk Douglas (ambos habían superado el centenar de años hace casi un lustro), o a otros viejos conocidos que siempre nos acompañaron y de los que llegamos a pensar que no desaparecerían nunca, como Sean Connery, Ennio Morricone o Albert Uderzo, el dibujante original de Astérix y Obélix. El año ha sido de una maldad tan profunda que incluso pudo con el malo de entre los malos: se llevó también por delante al actor que interpretó a quien aparece casi siempre en el número uno de las listas de malvados: David Prowse, el hombre tras la máscara de Darth Vader. David Prowse, actor británico, natural de Bristol, culturista, campeón del Reino Unido de halterofilia y condecorado con la Orden del Imperio Británico en el año 2000, falleció el 28 de noviembre pasado a los 85 años de edad. Pocas veces hemos podido verlo en un papel distinto al de Darth Vader. Hizo tres películas como el monstruo de Frankenstein y en La naranja mecánica es el gigantón del grupo de drugos.

Si gugleas «los mejores villanos de la historia del cine» o «los personajes más malvados», casi siempre aparece Darth Vader en el número 1, junto a una serie de villanos con los que coincido (Hans Landa, Hannibal Lecter, el Joker) y otros bastante discutibles. ¿Qué pintan Tiburón o Alien en esta lista, o una criatura como Terminator que no es otra cosa que un exterminador? ¿Qué edades tienen esos votantes que ponen a Loki o Voldemort en el top-10? Tendré que hacer mi propio listado, por lo que veo. Ya tengo tarea para otro post.

Para adquirir la condición de villano o de malvado, primero hay que tener claro lo que es la maldad, o saber distinguir entre el Bien y el Mal, y Tiburón, Terminator o un Terminator humano como Anton Chigurh (el personaje de Javier Bardem en No es país para viejos) solo muestran una faz. Por eso me parecen mucho más interesantes los personajes que saben perfectamente cuál es el lado correcto, pero sin embargo, por diversas circunstancias, se apartan del lado luminoso de la Fuerza y se sitúan en el Lado Oscuro, como lo definen perfectamente las películas de Star Wars.

La creación del personaje de Darth Vader tuvo algo de casual, no estaba tan definido en sus orígenes y su personalidad fue creciendo episodio a episodio, del IV al VI, de Una nueva esperanza a El retorno del Jedi, incorporando matices, motivaciones y elementos que lo convirtieron en un villano tan atractivo para los espectadores de varias generaciones. Posteriormente, en los episodios I al III, de La amenaza fantasma a La venganza de los Sith, su conversión del niño Anakin a Jedi, y luego a Lord Sith, resulta ser el motor principal de la nueva trilogía. Pese a que soy fan de la clásica y mucho menos de la intermedia, hay que reconocer los esfuerzos de los guionistas para encajar todos estos elementos en una trama que concluyera con el paso de Anakin al lado oscuro.

La elección de Prowse para el papel de Darth Vader tuvo algo de fortuita, pues le ofrecieron elegir entre el papel de Chewbacca, «un gigantón peludo», o el del malo malísimo, y David escogió este último. El aspecto físico de Vader incorpora elementos del cine de samuráis, como el casco y la armadura, o los duelos de sables láser, lo cual es entendible puesto que George Lucas ha reconocido en varias ocasiones la influencia de La última fortaleza, de Akira Kurosawa, para el primer episodio de la trilogía clásica. En su concepción original de la saga, Lucas incorporó elementos del cine de superhéroes, de la mitología clásica, del wéstern y de los libros de J. R. R. Tolkien de El señor de los anillos (para curiosos, ya le dediqué El despertar de la Fuerza. Jedis, hobbits y otras historias).

Según el libro Secretos y mentiras de Hollywood, de Juan y Miguel Juan Payán:

«El villano por excelencia de las aventuras de la colección de tebeos de Los Cuatro Fantásticos apareció en el número 5 de la misma. Su nombre es (…) Victor Von Doom, más conocido en España como El Doctor Muerte. Inspirado en La máscara de hierro de la novela de Alejandro Dumas, tiene el rostro desfigurado y atravesado por cicatrices, y porta una armadura que le recubre todo el cuerpo y la cara, una capa y una capucha. Es medio brujo y medio científico. Adivinen a quién nos recuerda: Anakin Skywalker, alias Darth Vader».

A todo este aspecto exterior, a ese vestuario que acojona al espectador desde su primera entrada en la nave de la princesa Leia, se le sumó la presencia imponente y el lenguaje gestual de David Prowse. La altura del actor, por encima de los dos metros, su manera de hacer callar a los oficiales del Imperio, el gesto de cerrar el puño o simplemente de apretar dos dedos para cargarse a alguien, lo convierten en un villano intimidatorio como pocos en la historia del cine. Por eso sorprende que, siendo «el malo entre los malos», o quizás, «el malo más atractivo» para el espectador, sepamos tan poco del actor que lo interpretaba.

De ese vacío se ocupó un documental de Marcos Cabotá y Toni Bestard de 2015 titulado I am your father. No podía llevar otro título. La frase de la trilogía, de todas las trilogías. Una frase que como tantas otras cosas en el universo Star Wars fue una sorpresa hasta para los miembros del rodaje. El documental es una maravilla nostálgica para los que somos aficionados a la saga desde hace décadas y lo que hicieron estos dos directores mallorquines es un acercamiento a la figura de David Prowse y a sus sentimientos respecto al personaje de Vader. Muy recomendable si te interesa la saga galáctica.

En ninguna de las tres películas en las que participó David Prowse llegamos a ver su cara. Y en el momento cumbre de El retorno del Jedi, cuando Darth Vader se redime, abandona el Lado Oscuro y está a punto de morir, le pide a Luke que le quite la máscara. Era el momento de haber conocido a Prowse, el hombre bajo el casco y ese respirador tan característico, y sin embargo George Lucas le negó la gloria, el reconocimiento. En su lugar intervino un actor llamado Sebastian Shaw, que es el mismo que aparece después en el poblado ewok, ya como espíritu Jedi (antes del bochornoso cambio que incorporó Lucas en las ediciones remasterizadas). Con todo, lo peor no fue solo eso, sino que ni George Lucas, ni el director Richard Marquand, se atrevieron a decírselo al propio David. Para que no se enterara, ese día le pusieron a rodar otra escena en un set de rodaje apartado del lugar en el que el equipo preparó el encuentro cara a cara entre padre e hijo con Shaw. La última puñalada de una larga lista.

No vimos nunca en pantalla la cara de Prowse, pero es que tampoco escuchamos jamás su voz. El vozarrón del original pertenece a James Earl Jones, mientras que en España tenemos asociado el personaje a ese otro vozarrón que era Constantino Romero. David Prowse rodó todas las escenas, pero se enteró el día del estreno de que su voz había sido sustituida. Según parece, tenía un fuerte acento inglés del sudoeste de las islas, lo que no convencía a Lucas para el papel. Carrie Fisher, la princesa Leia, hablaba de él despectivamente como Darth Farmer, el granjero. La escena cumbre de la trilogía, el célebre «Yo soy tu padre», «I am your father», en El imperio contraataca, se rodó originalmente como: «Obi Wan mató a tu padre».

El día del estreno, con el equipo de rodaje en las butacas de la sala, la sorpresa fue mayúscula para todos. La misma sorpresa que tuvo David Prowse en el estreno del primer episodio cuando vio que su voz original había sido sustituida por la de James Earl Jones. Uno de los descubrimientos que tuve con el documental de Cabotá y Bestard fue saber que el giro argumental de la paternidad de Darth Vader fue una ocurrencia del propio David Prowse. La guerra de las galaxias no estaba concebida para tener secuela, pero fue tal su éxito que se lo propusieron a Lucas. En una entrevista a David Prowse que ni siquiera él recordaba, le preguntaron que cómo creía que podría continuar la historia y él lo soltó como si tal cosa, podríamos hacer que Darth Vader fuera el padre de Luke. Es un giro argumental brillante que abría numerosas posibilidades: el Bien y el Mal como caras de una misma moneda, la delgada línea que nos puede llevar al reverso tenebroso, el poder de perversión de la venganza,… una idea brillante de la que George Lucas jamás ha reconocido la autoría. Cuando se grabó la voz con la famosa frase, solo George Lucas y el productor Gary Kurtz sabían que se iba a dejar así. El propio James Earl Jones pensó que era mentira mientras ponía voz a una de las frases más famosas de la historia del cine, como reconoció en alguna entrevista posterior: «(Darth Vader) está mintiendo. Habrá que ver cómo desarrollan esta mentira».

Lo cierto es que la relación entre Lucas y Prowse nunca fue buena, como se muestra en el documental, y el actor británico no fue invitado posteriormente a ninguna de las convenciones de Star Wars que se celebran cada cierto tiempo. Si el director y productor ya le había hecho varias jugarretas al actor como la de la voz o escenas en las que le negaron su participación, el deterioro de la relación fue completo con la publicación de un reportaje de Paul Donovan en el Daily Mail antes del final del rodaje de El retorno del Jedi en el que se anunció que el personaje de Vader moría al final de la película. El reportaje incluía una entrevista a David Prowse, luego para George Lucas estaba claro quién había sido el filtrador. Lo cierto es que la filtración vino de un miembro del equipo de rodaje, como reconoció el propio Donovan, y resulta creíble si tenemos en cuenta el secretismo que había alrededor del guion y cómo los actores solo recibían las páginas que iban a rodar en el día. David Prowse no tuvo nada que ver, pero a pesar de eso, nunca hubo reconciliación entre Lucas y él. Como bien dice Darth Vader en una de sus grandes frases, que sería totalmente aplicable a Lucas:

«Su carencia de fe resulta molesta».

Algunas otras de mis frases preferidas son:

El Emperador no comparte su valoración tan optimista de la situación».

«Eso espero, comandante, por su propio bien».

«Únete a mí y juntos gobernaremos la galaxia como padre e hijo».

«Controlas tu miedo, Obi-Wan te instruyó bien».

El documental I am your father concluye con una locura maravillosa: el rodaje de la escena que le escamotearon a David Prowse… interpretada por el propio David Prowse.

La escena en la que por fin podía desprenderse de la máscara y enseñar su rostro al público. Su gran momento, la redención del gran villano, el malvado que insiste a su hijo en que «tenías razón, dile a tu hermana que tenías razón», que aún había algo de bondad en él. Lucas Films no autorizó a que dicha escena re-grabada se exhibiera, luego tendré que conformarme con mostraros la original:

Según el libro Star Wars y la filosofía, en el capítulo dedicado a la «pérdida y redención de la paternidad», de Charles Taliaferro y Annika Beck, Anakin Skywalker tenía una distorsionada visión de la paternidad, pues él mismo carecía de padre, y sus ansias de alcanzar el poder para proteger primero a su madre y luego a Amidala serán las que le lleven al miedo y de este al lado oscuro, pero finalmente nos dará una lección de amor: «El sacrificio de Vader es poderoso, porque cumple lo que debería haber hecho mucho antes, sacrificar su exagerado sentido del yo, sacrificar su búsqueda de poder en nombre de lo que para él era el amor, y sacrificar sus planes de salvar a su hijo conduciéndolo a las profundidades de la oscuridad». «Vader no puede retroceder en el tiempo para hacer tales sacrificios y convertirse en el padre amoroso que debería haber sido, pero sí puede sacrificar su vida ahora, morir en lugar de Luke, tal como Obi-Wan hace en Una nueva esperanza».

Un gran final para el personaje, una gran homenaje el que le brindan a David Prowse estos dos jóvenes directores mallorquines y su elenco de maquillaje y efectos especiales. Pocas veces un personaje de ficción habrá tenido una vida tan larga y habrá contado con tantos actores para representarlo:

  • James Earl Jones, la voz original.
  • Sebastian Shaw, para las escenas sin la máscara.
  • Bob Anderson, el doble para las escenas de los sables láser.
  • Jake Lloyd, como el Anakin de nueve años que aparece en La amenaza fantasma.
  • Hayden Christensen, como el joven Jedi invadido por el odio en los episodios I y II.
  • Spencer Wilding, en los pocos segundos de metraje de Vader en Rogue One.
  • Y por supuesto, el gran David Prowse. El cuerpo, la presencia de Darth Vader. Descanse en paz.

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