El Real Madrid como cebo

BARNEY, 31/10/2020

El periodismo atraviesa horas bajas. La prensa de papel ha visto reducidas las cifras de ventas hasta cotas alarmantes y se ha visto obligada a tomar medidas drásticas para tratar de evitar el cierre. Fundamentalmente dos: recortar plantillas (y calidad) y centrarse en los medios digitales. Hace un año, por estas mismas fechas, rescaté un artículo de The Guardian titulado Cómo la tecnología alteró la verdad, escrito por su directora Katharine Viner. El artículo concluía de una manera tristemente demoledora: «¿Todavía importa la verdad?».

Los medios digitales necesitan el click del lector, saben que el tiempo de atención ha disminuido y buscan captar el pinchazo de cualquier modo, pues cada pinchazo, cada click, supone un mayor ingreso de publicidad. Y así ocurre que nos encontramos con titulares lamentables, incomprensibles, tendenciosos, alejados del contenido que cuentan,… Pero que hacen picar al lector. Esa «autoproclamada» mejor prensa deportiva del mundo lo tiene claro desde hace años: hay que enganchar los clicks de la afición más numerosa del mundo. Esta es una noticia de la semana pasada:

Piqué como un idiota, ¿qué es eso de que el Madrid tiene a cuatro jugadores menores de veinte años entre los mejores jóvenes del mundo? «Acabo de enterarme de que hemos fichado a Haaland y Camavinga, no sabía nada». Pero obviamente no era así, era un clickbait (cebo para clicks) de manual y piqué cual gañán ávido de información de su equipo. Los medios saben que los aficionados están ansiosos por escuchar o leer noticias acerca de fichajes de su equipo favorito, y así se pasan meses calentando con rumores e invenciones sobre supuestos intereses que nunca se concretan. No sé cuántas veces ha «fichado» el Madrid (o tiene «principios de acuerdo», o «a falta de unos flecos») en los últimos años a los mencionados Haaland y Camavinga, pero también a Mbappé, Van de Beek, Erikssen, Pogba, Upamecano o Bruno Fernandes. Casi tantas entre todos como el Barça por Lautaro o Neymar, pero esa es otra historia de vendedores de humo de la que no venía a hablar hoy.

Los medios deportivos necesitan el click del mayor número posible de aficionados y para eso no hay una estrategia mejor que apelar a la parte emocional, a meter el dedo en la llaga. Sin embargo, la del Madrid no es la afición más numerosa del mundo, (aunque me cueste entenderlo). Hay otro grupo aún más numeroso: el antimadridismo. Me atrevo a decir que además es un grupo creciente, porque las campañas de prensa promueven desde hace décadas ese tono negativo en todo lo relacionado con el club. GolTV, BeIn, Movistar, la Cope, la Cadena Ser, Onda Cero, ESPN, incluso Culevisión Española y su programa estrella de toda la vida, Estudio Estadio, con gente como David Sánchez o Gonzalo Miró a los que no se les conocen mayores méritos que su profesado antimadridismo. La polémica vende más que la realidad.

El antimadridismo de Sport y Mundo Deportivo es más que lógico y entendible, coherente con el club que «les da de comer», pero lo que no es normal es la campaña en la que llevan metidos desde hace mucho tiempo los dos diarios deportivos madrileños: As y Marca. Al primero ya le dediqué un artículo entero en forma de Cuento de Navidad de Alfredo Relaño y el hundimiento de las cifras de ventas, pero de su sucesor, Vicente Jiménez, que viajó a Lisboa en 2014 con la camiseta del Atleti y ha profesado en redes su amor por el Barça de Guardiola, no podemos esperar una visión amable sobre el Real Madrid. En cuanto al Marca, también tiene a un atlético por director, Juancho Gallardo, pero intenta ser más moderado y dar tres palos por cada elogio o comentario medianamente favorable. Lo que resulta inadmisible en este medio es el número de invenciones que han pasado por noticias o portadas, patrañas que solo el tiempo ha demostrado que lo eran, pero que servían para lograr clicks de los lectores. Y todas ellas en la misma línea: atacar al Madrid.

La hernia de Bale, que no iba a las cenas de equipo, que no hablaba español, que la famosa pancarta era para pitorrearse del club,… Todo falso y fácilmente contrastable, pero les sirvió para llenar horas y horas de radio, y numerosos artículos. Que Bale sodomiza periodistas es tan cierto como todo lo que han dicho de él. Fue una campaña organizada, como la que ha habido recientemente en contra de Zidane, proponiendo abiertamente su destitución. Menos mal que el bueno de Zizou pasa de toda la mierda que llevan años echando sobre él:

Que yo sepa, Luca Zidane juega en Segunda División, en el Rayo Vallecano, tras pasar por el Racing de Santander la temporada pasada, y por mucho que estos periolistos dijeran que Zidane exigía en su nueva etapa al frente del equipo que su hijo fuera el segundo portero, nada de eso ha ocurrido: ni la presencia del chaval, ni la dimisión de Zizou por no ceder el club a sus supuestas pretensiones. Y así todo. Ya dejaron caer la misma bazofia sobre Zidane y su hijo tras la negativa del Real Madrid al fichaje del portero vasco Kepa. La insistencia de los medios fue enorme y al final la conclusión fue que el Madrid se equivocaba por ceder a los caprichos de Zizou:

Hoy, Kepa es suplente en el Chelsea, pese a los 80 millones de euros pagados por su fichaje, y es carne de memes debido a los errores que han costado muchos puntos al equipo londinense. Celebro tanto que no viniera al Madrid (Kepa Kete, le llamo) como el esperpento del fax fallido en el fichaje de De Gea. Los medios han descubierto que el filón para los clicks son las noticias negativas acerca del Real Madrid. Me imagino a esas redacciones estrujándose la mollera:

  • Jefe, jefe, que el Manchester United ha fichado a Garnacho.
  • ¿Y ese quién es?
  • Un juvenil del Atleti.
  • Náh, eso no vende, agárrame el cubata.

El Manchester United no le ha quitado el jugador al Atleti, ¡se lo ha tangado al Madrid! ¡Con dos cojones! Resultaría cómico si no lo hicieran totalmente en serio. La moda más reciente que he visto consiste en poner por las nubes a todos esos jugadores que el Madrid ha cedido o dejado marchar: Bale, Reguilón, James, Achraf, Brahim, Ceballos…, para que flote en el ambiente que el club se ha equivocado de nuevo. ¿Algo más falaz que este titular de As?

El «tonito» ya es de deshueve hacia los «madridistas del mundo, échense a llorar». La realidad es que es una muy buena jugada del lateral madrileño, que se la cede a Lamela, quien a su vez abre para Bale y el centro de este termina desviado a gol por un defensa del Lask, un equipo austriaco de la Europa League. Ni pase directo, ni medio gol, ni leches. Pero lo que se busca es resaltar el error del Madrid y de su entrenador, como se ve en el primer párrafo: «ahora mismo a la velocidad que juega la comparación con Marcelo ni existe». A mí me encanta Sergio Reguilón, del mismo modo que durante años Marcelo me ha parecido el mejor lateral izquierdo del mundo, pero el club ha apostado por Mendy y Marcelo, y cuenta con un lateral muy prometedor llamado Miguel Gutiérrez, que está a punto de dar el salto. Pero, sobre todo, el Madrid ha vendido a Reguilón porque necesita los ingresos (que nadie olvide la crisis económica por la pandemia) para no acabar como el Barça. Todo eso da igual, para la prensa el Madrid erró con su salida. En este artículo reciente que publiqué para La Galerna mencioné más de una veintena de titulares en la misma línea sobre los exmadridistas por el mundo.

La semana pasada hubo un Barcelona-Real Madrid que acabó con victoria de los blancos por 1-3. «Incontestable», pensaba yo, «con mejor juego, más ocasiones, sin mayores polémicas que el penalti de Lenglet a Ramos no pitado en la primera parte, intrascendente para el resultado final». ¡Iluso de mí!, no han parado en toda la semana de meter mierda sobre la victoria y sobre un penalti que es indiscutible. El primero que se señala a favor del Real Madrid en el Camp Nou desde 2007. El tercero en treinta años. Si esto ocurre con un acierto, empiezo a intuir lo que debió ser la campaña salvaje sobre Guruceta tras su error hace medio siglo.

La podredumbre moral e intelectual de la prensa catalana es la de siempre, pero es más dañina la actitud sibilina de la madrileña. Para Marca, fue «un penalti de videoarbitraje», no de Lenglet y por supuesto, ninguna mención al de la primera parte. Un hecho tan insólito como un penalti claro a favor del Madrid ha terminado convirtiéndose en un debate sobre el uso del VAR (Relaño dijo en el As que fue «un penalti de VAR, invento que ha venido a emponzoñar el fútbol«). Las grabaciones de audio, que el VAR no debe entrar en este tipo de jugadas (curiosamente el VAR sí avisó al árbitro en el Clásico de hace dos años y a nadie le pareció mal), que si el padre del árbitro era madridista (vomitiva y denunciable la campaña de Sport), o incluso, como escuché a algunos desvergonzados, «que los agarrones no se suelen pitar y no se entiende que se haya hecho en un Clásico». Observen que de nuevo el problema es el Madrid, incluso cuando ha habido un acierto arbitral: es penalti, pero no se debería pitar aunque la acción esté bien sancionada. Es absurdo, surrealista, así que para desahogarme me vi forzado a escribir el Rosco del clásico atraco, más de una treintena de «errores» que, como siempre ocurren en el Tramp Nou en la misma dirección, debe ser que no conviene pitar:

En mi frikilibreta tengo apuntados titulares tendenciosos de cada parón de selecciones (donde siempre «se valora a los madridistas, no como en su club»), las supuestas polémicas entre jugadores (Borja Mayoral-Jovic hace unos días, Benzema-Vinicius esta semana, Keylor-Courtois en el pasado), la persecución a jugadores cuando estaban, como Odegaard y Bale, o su ensalzamiento cuando salieron, y el vergonzoso doble rasero cuando alguien cercano al Madrid o al Barça se ve implicado en algún caso turbio. Fijaos bien la próxima vez: si estuvo en el Madrid, aunque no jugara ni un minuto, como el colombiano Congo, aparecerá en todos los medios con la camiseta del Madrid. Si estuvo en el Barça o en el Atleti, como Yayá Toure Yayá, Villa o Gabi, con la del City, el New York City o el Zaragoza. Así son las cosas, así deben lograr más pinchazos.

Resulta sorprendente el hallazgo de Edwin Congo con la camiseta del Real Madrid, sobre todo porque a lo largo de su carrera no jugó ni un solo minuto con la misma. Jugó en el Valladolid, Vitoria de Guimaraes, Toulouse, Levante, Sporting de Gijón y Recreativo de Huelva, pero buscaron y rebuscaron hasta encontrar una del colombiano en el partido benéfico Corazón Classic Match. Sin embargo, uno lee los artículos sobre Yayá Toure, Villa y Gabi en el mismo medio supuestamente madridista y no hay una sola mención a su pasado culé o atlético. No es casual, nada es casual.

Lo que está claro es que el Madrid como clickbait, como cebo, funciona. De hecho, a veces lo logra incluso conmigo, ¡qué le vamos a hacer!

¡Hasta la próxima!

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