IBRA & BARNEY, 26/01/2021
BARNEY.- Se cumple un año del desgraciado accidente que costó la vida a Kobe Bryant y a ocho personas más. Kobe fue un ídolo dentro y fuera de las canchas, un espectáculo sobre el terreno de juego y un tipo carismático en su vida al margen del baloncesto. Su carta de amor al baloncesto es una maravilla para todos los que amamos el deporte y somos conscientes de que llega un momento en que se acaba, «my mind can handle the grind, but my body knows it’s time to say goodbye», aquí os la dejo completa. La repercusión que tuvo fue tan amplia que el cortometraje Dear Basketball, basado en la misma, narrada por el propio jugador, se llevó un Óscar.
Tras escribir el reciente post sobre ¿los mejores de la historia?, discutí con el portador de “la opinión más relevante” que considero al hablar de la NBA, mi hijo, con el que ya escribí conjuntamente varios posts sobre los playoffs de la NBA y las Finales. Hablamos de Kobe, de Michael Jordan, de LeBron, de los grandes jugadores de los ochenta y de las inevitables comparaciones entre el baloncesto de Kobe y el de Michael. Hubo como una sucesión natural con la retirada del primero y la irrupción del segundo, un traspaso de testigo de Jordan a Bryant.
Ibra y yo hemos visto recientemente los tres documentales sobre la rivalidad entre los Boston Celtics y Los Ángeles Lakers, Celtics-Lakers, los mejores enemigos, tres estupendas crónicas de finales de los setenta y mediados de los ochenta en los que se mezclan el juego, el racismo, el creciente interés mediático por la NBA y sobre todo dos figuras fundamentales: Magic Johnson y Larry Bird. Su reinado se alargó prácticamente hasta la irrupción de los Bulls de Jordan con el permiso entre medias de los Bad Boys de Detroit. El baloncesto de aquellos años era muy diferente al actual, con jugadores mucho más especializados en determinadas facetas del juego que los actuales. Defensa, tiro exterior, juego interior, fundamentos, lectura del juego… hoy en día los jugadores son mucho más completos que entonces, eso no lo discuto. Y así fue como se nos ocurrió la idea de hablar acerca de los mejores quintetos de la historia. Lógicamente yo me aficioné a la NBA con el baloncesto de los ochenta y los noventa, e Ibra lo ha hecho en este siglo XXI, así que cada uno va a defender “su” quinteto preferido. Al lector le dejamos que elija cuál prefiere. De momento, aquí dejo mi elección:

Base: Magic Johnson. Escolta: Michael Jordan. Alero: Larry Bird. Ala-pívot: Hakeem Olajuwon. Pívot: Kareem Abdul-Jabbar.
Se quedan fuera jugones como Pat Ewing, Julius Erving, Isiah Thomas, Karl Malone o aquellos a los que no he visto jugar, como Bill Russell, Wilt Chamberlain o Jerry West.
IBRA.- Cuando se me propuso hacer este post, pensé que sería fácil componer un quinteto de jugadores del siglo XXI que pueda vencer al cinco ideal del siglo XX. Soy de la opinión de que los jugadores mejoran considerablemente generación tras generación, y por lo tanto los jugadores de la actualidad son mejores y más completos que los de hace 30-40 años. Sin embargo, debo reconocer que no ha sido tarea sencilla. La idea de un tío de 2,06 metros de altura como Magic Johnson jugando de base del equipo rival es un punto muy fuerte y difícil de contrarrestar. Tras darle mucho al coco, se me ocurrieron infinidad de combinaciones y todas son buenas, pero hay dos que destacan en especial para mí. La primera es más tradicional, siguiendo la posición natural de cada jugador; mientras que la segunda opción es más moderna y diferente a lo que estarán acostumbrados los puristas y defensores del baloncesto clásico; aunque en mi opinión, es mejor. Es por ello que propongo ambos quintetos:

Opción 1 – Tradicional. Base: Stephen Curry. Escolta: Kobe Bryant. Alero: LeBron James. Ala-pívot: Tim Duncan. Pívot: Shaquille O’Neal.
Opción 2 – Positionless basketball. Base: LeBron James. Escolta: Kobe Bryant. Alero: Kevin Durant. Ala-pívot: Tim Duncan. Pívot: Shaquille O’Neal.
BARNEY.- Magic se merendaría a Curry en ataque, pero habría una buena competencia en otros puestos. He estado tentado de meter en mi quinteto a Shaquille, que debutó en el 92, y a Kobe, del 96, pero “te los dejo” por razones que luego explicaré.
IBRA.- Como se puede observar, en mis dos quintetos hay cuatro jugadores en común. Jugadores que, en mi opinión, son intocables en el quinteto del recién comenzado siglo XXI. Kobe como escolta es indudable. El segundo mejor jugador de la historia en esta posición, sólo detrás de Michael Jordan. Los únicos competidores que puede tener al puesto serían Dwyane Wade, Allen Iverson y James Harden, pero a todos les falta algo que la Mamba sí tenía. A Wade el tiro, a Iverson la altura y a Harden la capacidad defensiva. Todos se quedan cortos en comparación con el grandísimo Kobe, que en paz descanse. Un jugador cuyo legado sobrepasa los límites de la cancha de baloncesto. Este 26 de enero hará un año de su fallecimiento y su actitud, trabajo duro, esfuerzo; lo que él llamaba la “Mamba Mentality”, siempre estará presente entre nosotros, no solo en su faceta deportiva, sino en todos los ámbitos de la vida.
BARNEY.- Coincido contigo, hay un mundo de distancia entre Kobe y el resto en esa posición. Para mí es, con diferencia, lo más cercano que ha habido nunca a Michael Jordan, no ya por sus capacidades atléticas y técnicas, sino por su mentalidad ganadora y ese carácter que hacía mejores y más competitivos a todos sus compañeros. Por si queda alguien que no haya visto este vídeo se lo recomiendo, es alucinante, si esto no es imitar al más grande hasta rozar su misma excelencia, se queda muy cerca:
IBRA.- Sea en la posición que sea, no se puede discutir la presencia de LeBron James en este quinteto ideal. Su combinación de cuerpo, durabilidad, fuerza, agilidad y visión de juego, le convierten sin duda alguna en el jugador más completo de la historia. Es un jugador redondo con apenas debilidades dentro de la cancha de baloncesto. A lo largo de su carrera ha jugado en la posición de alero pero su mentalidad siempre se ha asimilado más a la de un base. Esta pasada temporada lideró la liga en asistencias por partido a los 35 años de edad, es por ello que prefiero ponerlo de base para que defienda a Magic Johnson ya que por su envergadura, es mucho mejor emparejamiento que Curry.
BARNEY.- Menudo duelo sería ese. Para mí, Magic es como su apelativo: magia, showtime, velocidad endiablada y una visión del juego que hacía crecer muchos enteros a sus compañeros. Reconozco que LeBron me gusta cada año más, es increíble su progresión año tras año, de tipo tosco/fuerza de la naturaleza de sus orígenes al jugador completísimo que es ahora, en defensa, entrando a canasta, lanzando de lejos o asistiendo a sus compañeros.
IBRA.- En el juego interior, la dupla que forman Tim Duncan y Shaquille O’Neal me parece insuperable, aunque existen otras buenas opciones. El juego del alemán Dirk Nowitzki es mucho más atractivo para la posición de 4, pero su capacidad defensiva deja mucho que desear al lado de la de Duncan. Kevin Garnett o Pau Gasol tampoco son malas opciones, pero el de San Antonio les supera en títulos tanto a nivel individual con sus 2 MVPs, como a nivel colectivo con sus 5 anillos. En cuanto a Shaq, no hay nadie que se le acerque. Dwight Howard es el jugador que más podría disputarle el puesto, pero incluso a él lo situaría a años luz de O’Neal. Es verdad que debutó drafteado en 1992/1993 y fue All-Star 6 veces en la década de los 90, pero tanto sus 4 títulos, como su MVP fueron en los años 2000, donde se consolidó como la fuerza más dominante de la liga gracias a su combinación única de fuerza y agilidad. A pesar de sus 2.16 metros de altura y sus más de 130 kg de peso.
BARNEY.- Yo creo que entre Duncan y Hakeem Olajuwon sí habría una seria competencia. No sé si ha habido un jugador alto con el juego de pies del africano. Yo siempre lo he preferido a Duncan, que me parece más soft, como dicen los americanos. En cuanto al duelo Kareem-Shaquille, no hay duda de la fortaleza física de Shaq frente a Kareem, pero es que el Abdul-Jabbar que yo conocí era ese jugador entre los 35 y los 42 años mucho más fibroso y delgado que los pívots actuales. Sin embargo, su importancia para el crecimiento de la NBA fue descomunal ya desde su primera etapa en los Bucks. Si tienes un rato largo, te recomiendo este artículo de Javier Bógalo, Alegato por Kareem. Plantea con todo tipo de datos y razonamientos que en la tradicional pelea por «The Goat» merece la pena considerar a un tercer candidato: Kareem. 6 veces MVP de la liga, ahí es nada. Como bien dices, los mejores años de Shaq vinieron en este siglo XXI, así que me quedo con el que en sus principios se llamaba Lew Alcindor. Además, ya sabes que siempre me gustó el cine, y me quedo mil veces antes con Aterriza como puedas que con Ganar de cualquier manera o Kazaam.
IBRA.- Por lo tanto, el último puesto en mi cinco ideal quedaría a disputarse entre Kevin Durant y Stephen Curry. Siendo estrictos con las posiciones deberíamos ir con Curry de base y LeBron de alero; no obstante, a lo largo de este nuevo siglo se va a desarrollar un baloncesto diferente. El llamado “positionless basketball”, cuya traducción literal es baloncesto sin posiciones. Ya lo hemos visto desarrollarse durante la segunda mitad de la década pasada con jugadores como Nikola Jokic, LeBron James o Luka Doncic. Jugadores que juegan como bases aunque su estatura dicte que deberían ser más aleros o incluso pívots. Es por ello que creo que un quinteto con LeBron de base y Durant de alero funcionaría mejor, especialmente en defensa. Sus casi 2,10 metros de altura y su velocidad y agilidad propias de un jugador exterior, hacen de Durant una pesadilla para sus rivales tanto en ataque como en defensa. Curry también es un jugador increíble y por eso le hago mención especial, pero me parece que el talento puro y la versatilidad de Durant no se pueden discutir y por eso debe estar presente en este quinteto ideal.
BARNEY.- Pues sí, creo que mi alero, Larry Bird, tendría serios problemas para defender a un tío como Durant, un gran anotador, atlético, rápido, muy completo. Bird, que por cierto, es el único jugador blanco entre los once que hemos mencionado, es sin embargo uno de los jugadores más listos que han pisado nunca una cancha. Tenía una gran visión de juego, un entendimiento de lo que necesitaba cada partido en cada momento y una calma absoluta para ejecutar tiros letales en los últimos minutos de partido. Lo que ocurre es que hoy en día resulta complicado imaginar a algún jugador con ese físico. Te reconozco que la velocidad ahora es otra. Pero puesto que esto va de duelos entre uno y otro siglo, te sugiero que me dejes a la Mamba para ese hipotético enfrentamiento. Puedes jugar con dos Hardens si quieres. Kobe era muy especial, único, como dice David, un amigo mío: «imposible calcular las horas de sueño que me robaste por poder verte jugar. Imposible calcular también todo lo que me hiciste disfrutar». ¡Gracias, Kobe!
Estadísticas para las comparaciones (en azul, los mejores en cada categoría). Está claro que la mayoría de jugadores del quinteto de la parte inferior mejorará todavía bastante sus prestaciones, pero ahí dejo un argumento más a favor de mis cinco del siglo XX: