Seguramente a muchos ni les va ni les viene, y la mayoría apenas habrá visto un par de películas candidatas, pero es tal la promoción que hace el cine americano de sus obras y sus premios que cuando llegan los Óscar nos encanta hacer nuestra apuesta, nuestras quinielas particulares o un grupo de WhatsApp llamado «La Porra de los Óscar». Pues aquí no íbamos a ser menos, separando la apuesta «racional» (la que los periódicos nos dicen que tiene todas las papeletas) de la emocional, audaz o sin sentido. La denominaré «la apuesta chorra». Animo al lector a dejar la suya, que seguramente tendrá más acierto que yo.
Si los Óscar fueran en España habría más lugar para la sorpresa, porque aquí nos gusta más votar en contra de lo que nos indican, como se ha visto este año.
«Ah, que la película del año es Un monstruo viene a verme, y se va a llevar todos los premios, pues voto a Tarde para la ira«. Muchos miembros (y «miembras») de la Academia votaron con esa idea, estoy seguro, y así ocurrió que el monstruo de Bayona se llevó 9 premios, mientras que «la mejor» para los académicos triunfó solo en 4 categorías.
Fernando Trueba expresó perfectamente esa especie de contrasentido al que somos tan dados en nuestro país, al recoger el Goya a la mejor película por La niña de tus ojos hace casi dos décadas. Dijo algo así como que no podía entender que la mejor película no fuera aquella con el mejor director y el mejor guion, premios que se llevó Fernando León de Aranoa por Barrio.
En Estados Unidos hay menos sorpresas. Los medios calientan una película, o un actor o actriz determinados, y se ponen todos a votar sin pensarlo demasiado, como si fueran diputados siguiendo la disciplina de partido. Te dicen que este es el año de El discurso del Rey o de Argo, o de Penélope Cruz o Leonardo di Caprio, y para allá que van todos a votar al favorito. A veces aciertan al asumir el riesgo, como cuando apostaron por «una peli francesa muda y en blanco y negro», y esa maravilla titulada The Artist se alzó con las principales estatuillas.
Pues venga, vamos con la Porra de los Óscar 2017:
Mejor película
La La Land, sin duda. Se llevará un carro de premios porque así han dictado medios y crítica, y porque es una muy buena película que los merece. Menos mal que fui a verla al poco de su estreno, porque creo que con La La Land se ha dado ese fenómeno de las expectativas frustradas, gente a la que le han hablado de «la mejor película de los últimos veinte años» y evidentemente es exagerado. No es para tanto, aunque sí está muy bien todo: la historia, la ambientación, los números musicales, el cuidado uso del color,… y un final maravilloso, de lo mejor que he visto en mucho tiempo.
La apuesta chorra está relacionada con el protagonista de los telediarios desde hace meses: Donald Trump. Como este Jesús Gil guiri opina y tuitea de todo, desde diseñadoras de moda femenina hasta actrices de Hollywood, pasando por comentarios racistas o por indicaciones acerca de por dónde se puede agarrar a una mujer, se puede dar el fenómeno anti-Trump en las votaciones. Hollywood ha sido tradicionalmente más dado al partido demócrata y desde luego bastante más sensible que el actual presidente a temas como la homosexualidad o el racismo, así que la sorpresa sería que ganara Moonlight, una historia de amor reprimido entre negros homosexuales afroamericanos gais.
Mejor director
Damien Chazelle por La La Land. Un joven ¡nacido en 1985! que se ha atrevido a hacer esta maravilla y que ya hace un par de años golpeó con tanta furia como el batería de su brutal Whiplash (3 Óscar). Después de que en los últimos años se llevaran los Óscar un inglés (Tom Hopper por El discurso del Rey), un francés (Hazanavicius por The Artist), un taiwanés (Ang Lee por La vida de Pi), un mexicano (Alfonso Cuarón por Gravity) y otro mexicano dos veces (Iñárritu por Birdman y El renacido), le toca el turno de nuevo a un estadounidense, aunque reconozco que en plena era Trump hubiera tenido gracia que lo ganara otro mexicano por The Wall o Contra la pared.
Apuesta chorra: un antiguo ultra católico conservador como Mel Gibson, que presumía de su familia perfecta y dejaba lindezas como «a los maricones que les den por culo», y que luego ha resultado tener una vida familiar de lo más «desordenada», por decirlo de un modo suave. Después de años desaparecido de la escena, sería toda una sorpresa que se llevara el Óscar que ya se llevó por su personaje más recordado, Braveheart (5 Óscar en 1996), y que emulara su propio discurso a lo William Wallace.
«Yo soy Mel Gibson, y estoy aquí viendo a todo un ejército de paisanos míos desafiando a la tiranía de Trump. Habéis venido a votar como cineastas libres, y cineastas libres sois. ¿Qué haríais sin libertad? ¿Votaréis a La La Land? (se oye de fondo «¡Nooo, nooo!») ¡¡¡Puede que nos quiten la vida, puede que me hayan marginado en Hollywood, pero nunca nos quitarán la libertad de rodar!!!»
Mejor actor
Mi apuesta es Denzel Washington, aunque ya lo ha ganado dos veces y eso suele pesar a la hora de votar. Creo que ganará por lo ocurrido el año pasado con la ausencia de candidatos de color. Ryan Gosling está entre los favoritos, pero a mí, por mucho que toque el piano, baile, cante y haga un papelón, me echa un poco para atrás porque en cada plano parece estar diciendo «soy taaan guapo», con esas miraditas, «mira qué tío tan atormentado soy», y cómo se muerde el labio, «la vida del artista es tan dura, tía».
Apuesta chorra: o no chorra. A mí me encantaría que ganara el Captain Fantastic de Viggo Mortensen, ese antisistema que huye del capitalismo, lee libros a cientos, hace deporte, critica el consumismo y celebra con sus hijos el cumpleaños de Noam Chomsky.
Mejor actriz
¿Dónde está Amy Adams, que ni siquiera es candidata? Después de lo que sufrió la pobre en la desasosegante Animales nocturnos. Pues nada, me alegraré si gana Emma Stone, una de esas actrices que logra que salgas del cine diciendo «me he enamorado». No creo que lo gane otra de esas actrices que hacen que piense lo mismo tras verla, Natalie Portman por Jackie, porque lo ganó hace nada con Cisne negro.
Apuesta imposible: Meryl Streep. Después de las críticas de Trump, que se permitió ja, ja, ja, tacharla de ja, ja, ja, actriz mediocre ja, ja, ja y sin éxito, tendría gracia que lo ganara y en su discurso dijera: «Mira, Donald, te lo dedico y si te tuviera delante te lo metía ahora mismo por el…»
Mejor actor de reparto
Creo que ganará Mahershala Ali por aquello del #OscarNotSoWhite y por los apoyos y críticas que se están oyendo estos últimos días a Moonlight. Además, este actor también participa en otra de las películas que más han gustado este año, Figuras ocultas.
Apuesta chorra: Michael Shannon por Animales nocturnos. Creo que no tiene nada que hacer, pero me encantó este poli cabroncete que resulta ser tan cabrón como los delincuentes a los que persigue.
Mejor actriz de reparto
Mi apuesta es por otra actriz afroamericana, Octavia Spencer (Figuras ocultas) o Viola Davis (Fences). La primera desorbita los ojos como Richard Pryor en sus peores tiempos y ya ganó este Óscar en 2011 por Criadas y señoras, así que apuesto por Viola Davis, la cual participó en la misma película y se quedó solo en candidata.
Apuesta chorra: Nicole Kidman por Lion. No se lo cree ni ella, que da la impresión de que hizo sus mejores papeles hace años. Creo que es una de esas actrices que va a envejecer mal.
El resto 
Supongo que habrá muchos premios para La La Land, tipo banda sonora, canción, vestuario, fotografía, montaje, diseño de producción… pero ¿y el guion original? ¿Se atreverán a dárselo a Manchester frente al mar o a Comanchería?
En cuanto al guion adaptado, apuesto por Moonlight o Figuras ocultas. Ah, que eso no vale según las normas no escritas de esta porra. Pues apuesto por la primera, que ya ha recibido el premio del Sindicato de Escritores, y esos gafapastas saben de lo suyo.
A veces estos premios parecen de consolación, cosa que nunca he entendido, porque el guion debiera ser el origen de toda historia, la base de toda película. Hace años estuve en una conferencia de Guillermo Cabrera Infante en la que desmitificó la figura del guionista diciendo que un guion servía únicamente «para que el productor se hiciera una idea de cuánto iba a costar la película».
Película en lengua no inglesa para El viajante, del iraní Ashgar Farhadi. Por supuesto que no la he visto (no sé ni siquiera si se ha estrenado en España), pero tendría sentido dentro de esa campaña anti-Trump de Hollywood.
Y película de animación para Zootrópolis, la única que he visto, aunque seguro que Kubo o La tortuga roja son menos convencionales.
Venga, haced apuestas, habrá un gran premio para el que más acierte: el reconocimiento de Travis. Podrás vacilarme siempre que quieras, aunque me desquitaré diciendo que solo demuestras mas conocimiento del cine comercial norteamericano, je, je, je. ¡Hagan juego, señores!
Tras la ceremonia y la entrega fallida
Bueno, pues así es como quedó la porra con los únicos dos colegas que se atrevieron a apostar. No incluyo otros premios que parecían obvios y se confirmaron (canción original, banda sonora, fotografía,…). Pongo los aciertos en naranja. No ha estado mal.
¡Hasta el año que viene!
Enhorabuena, Travis, tu porra te ha salido bastante bien. Por mi parte le hubiera dado algún oscar menos a La La la. Con un par de ellos ya tiene suficiente.
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