Hay que gestionar los recursos públicos del modo más eficiente posible, como decía en la primera parte, y desde luego habrá que investigar quiénes han sido los responsables de determinados desmanes. E inhabilitar por años o de por vida a los malos gestores, que los ha habido a cientos, y pese a estar detectados en buen número por el Tribunal de Cuentas, siguen en sus puestos.
Volviendo a las infraestructuras que señalaba el concejal de Hacienda Sánchez Mato:
- Las inversiones del Madrid olímpico que nunca llegó solo se entienden en la mente ambiciosa del ex alcalde y ex ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón. Cada vez que llegaban las presentaciones de la candidatura de Madrid a los Juegos, me cabreaba enormemente oir a Ruiz Gallardón y luego a Ana Botella (no solo por su «ameeeising accent») cómo presumían de nuestra ciudad por tener ejecutadas más del 70 por ciento de las inversiones. ¿Para qué? ¿Y si no te dan los Juegos, como ocurrió? Así tenemos esa Caja Trágica, el Madrid Arena, el centro acuático a medio construir, viajes de más de 400 personas, tipos siniestros como López Viejo al frente del cotarro,…
- La obra de la M-30 es otra cosa radicalmente distinta. Gallardón tuvo la ciudad cuatro años patas arriba, pero hay que reconocer que el cambio ha sido muy positivo en todos los sentidos. Y esta obra es la que causa principalmente (4.600 de los 5.420 millones) esa deuda que Carlos Sánchez Mato define como «ilegítima».
- La remodelación del Palacio de Correos en Cibeles, algo que no entiende nadie. Gastarse ese dineral para un edificio que está vacío, para los plenos, montar el Belén en Navidad y cuatro exposiciones, no tiene explicación alguna. Es muy bonito, claro que sí, pero dilapidar ese dineral y mantener varios edificios alquilados diseminados por Madrid, es un sinsentido. Una empresa privada jamás permitiría estos dispendios. Ahí es donde quiere comenzar a gestionar Sánchez Mato y aparece por ejemplo, el edificio de la concejalía de Hacienda, apenas a doscientos metros del Palacio de Cibeles. Este edificio, que tuve la sorpresa de conocer hace cinco años, tiene enormes salas de reuniones, largos pasillos, patios interiores, y supongo que unos gastos de mantenimientos brutales,… Es el edificio conocido como el de los 18.000 euros diarios.
En ese sentido, Sánchez Mato tiene toda la razón en su empeño. Gestión, gestión y gestión. Lo que no me gusta un pelo es lo que propone en su apartado de Alternativas: «…la realización de una auditoría ciudadana de la deuda bajo control técnico y social (?) con la intención de proveer de argumentos y herramientas al gobierno municipal para la suspensión o anulación de la deuda identificada como ilegal y/o ilegítima«.
¿Y quién decide esa legitimidad o ilegitimidad de la deuda? Pues según parece, los ciudadanos. O la propia alcaldesa, como dijo Ada Colau según llegó a la alcaldía de Barcelona. De ahí al «yo soy la ley» del juez Dredd o de Maduro hay un paso. Y el problema es que esos ciudadanos son fácilmente manipulables, no hay más que leer los comentarios de los lectores en cualquier web.
El propio informe de Carlos Sánchez Mato manipula descaradamente algunos datos para convencer de sus conclusiones y culpar siempre a esas «grandes corporaciones», así dicho como si se tratara de un ente mafioso que acuerda precios y maletines. Supongo que es por desconocimiento y señala a «ACS, FCC, Ferrovial, OHL, Dragados o Sacyr» (pág. 68), seguramente sin saber que Dragados pertenece desde hace una década a ACS.
Es en el siguiente capítulo titulado «La externalización de los servicios públicos y su relación con la deuda de Madrid«, donde el concejal comete varios patinazos, yo creo que intencionados. Habla de los servicios externalizados y alegremente afirma «…que suponen elevados beneficios para las mismas». Se refiere de nuevo a las grandes corporaciones «mafiosas» (el entrecomillado es mío), pero no da un solo dato que apoye su frase. De haberlos buscado habría encontrado los resultados de ACS (normalitos, rentabilidad del 3%), Ferrovial (los mejores del sector en la actualidad, un 4,5%, pero por operaciones en el extranjero), OHL (inferior al 1%), los ruinosos de FCC (pérdidas de 724 millones) y Sacyr (el 1%, tras varios años de pérdidas). Así que si vamos a dejar que los ciudadanos decidan sobre la deuda, démosles una información lo más adecuada posible, porque por alguna razón en este país siguen teniendo peor fama las constructoras que las empresas energéticas, los bancos o el sector de la venta de armas.
Para apoyar su argumento de que los servicios públicos prestados directamente por los ayuntamientos son más baratos que los prestados por empresas privadas se apoya en el Informe del Tribunal de Cuentas de 2011, que se puede encontrar fácilmente. Elabora un cuadro a partir de datos del Informe, que, de ser cierto, haría que nunca más se adjudicara a una empresa privada la prestación de un servicio público (pág. 69):
En la página anterior apoya este cuadro diciendo que «…los servicios de gestión directa son mucho más baratos que los de gestión privada, sobre todo en grandes Ayuntamientos. En el caso de la limpieza urbana, la diferencia llega a superar el 70%, mientras que en la recogida de residuos urbanos la brecha alcanza el 27%. Los hechos demuestran lo contrario respecto a la idea de la que nos han intentado convencer«.
Yo como ciudadano veo este cuadro y esos porcentajes y soy el primero que va con la antorcha a prender fuego a los responsables. PERO soy un friki sin remedio y decidí ir al Informe del Tribunal de Cuentas de 2011 para verificar este escándalo y para mi sorpresa encontré lo siguiente:
- Todos los datos se refieren a municipios inferiores a 20.000 habitantes (pág. 78), luego se desmonta la frase «…sobre todo en grandes ayuntamientos«. Economías de escala, sinergias, mayores eficiencias,…
- Los servicios de alumbrado público y gestión de cementerios son más baratos en la denostada modalidad de la gestión privada.
- Los servicios de abastecimiento de agua y alcantarillado son un poco más caros en la gestión privada, pero sensiblemente inferiores que los prestados por mancomunidades o consorcios (gestión pública).
- Respecto a los servicios de limpieza viaria, el señor Sánchez Mato extrae el dato que le interesa (manipula), pero no estos otros dos que figuran en las siguientes páginas:
Es decir, que la empresa privada pone más medios humanos (horas de personal) y más vehículos en la prestación del servicio, luego es de cajón que sea un servicio más caro. De todos modos, los municipios inferiores a 20.000 habitantes no son una muestra representativa ni comparable para una ciudad como Madrid.
- Respecto al servicio de recogida de basuras, los datos se extraen de un cuadro que, como indica un párrafo, no recoge los costes de amortización ni indirectos, los cuales son claves para poder establecer una comparación adecuada, puesto que suponen el coste de las inversiones y el know-how que aportan las empresas. Cualquiera que sepa un poco de contabilidad municipal, sabrá que no es lo mismo para un ayuntamiento adquirir un camión de basura directamente que lograr su compra a través de un concesionario. Así, la maquinaria suele cambiarse con mayor frecuencia en los servicios de gestión privada, mientras que los servicios de gestión directa suelen tener una flota más vieja. No es la mejor comparación posible. En cualquier caso, estos son los datos relevantes del Informe:
Vaya, así que nos han dado unos datos «cocinados», malintencionados. He dejado la frase del concejal referida a la competencia del sector porque da por hecha la ausencia de la misma, y pone como ejemplo la sanción de la CNMC a las principales empresas del sector. Para el que no lo haya hecho, le recomiendo que lea las entradas dedicadas a este asunto hace unos meses, La incompetencia de Competencia, 1 y 2. De eso que define como ausencia de competencia, voy a dejar únicamente un cuadro, el referido al reparto de los contratos de limpieza viaria de Madrid:
Si esto es un acuerdo de mercado, el reparto forma parte de la comedia, del disimulo, ¿no? De todos modos, el ayuntamiento de Madrid ha tenido recientemente la oportunidad de empezar a municipalizar servicios, como propone el concejal en el último párrafo de su informe. Se trata del contrato de recogida de residuos de la periferia de Madrid, adjudicado hace un año a la Ute Urbaser-Cespa. ¿Qué han hecho los señores de Ahora Madrid? Proponer al concesionario la prórroga del contrato.
«Por sus obras los conoceréis», comencé la anterior entrada. Han tenido otra oportunidad, con el polideportivo de la calle Barceló, pero finalmente se lo han adjudicado a una empresa que no salía muy bien parada en el Informe del Tribunal de Cuentas de la ciudad de Parla. Por cierto, el enlace a la noticia de la adjudicación tiene toda la mala leche del mundo, porque dice textualmente que «Carmena privatiza» cuando el proceso de contratación arranca un año antes de las elecciones.
En fin, obras y no palabras. La colocación de familiares directos o de cargos de confianza huele a casta y a caspa en algunos casos (Carmena, Colau, Kichi), no tanto en otros (el padre de Rita Maestre). A día de hoy todavía no se han bajado el sueldo, como habían prometido en campaña. Sinceramente yo creo que el alcalde de la capital tiene que tener un sueldo digno, para lograr así tener a un buen profesional, una persona capacitada al mando, pero si presumes de algo, si se te llena la boca de promesas, y si además criticas a los anteriores por algo, luego queda muy mal que tu comportamiento sea similar.
Como resumen, algunas cosas suenan bien, pueden tener una intención sana detrás, otras apestan.