Aunque solo estudié un año en el Colegio del Pilar de Castelló, lo cierto es que desde el primer día me sentí integrado y «Pilarista». Aunque no llevara diez o doce años como varios de mis compañeros. Sabía que iba a un colegio que había sido importante en el pasado, por el que habían pasado varios ministros del gobierno de Suárez, o gente cercana al poder, Sigue leyendo