Mi amigo Ziang, el compañero chino al que ya me he referido aquí en algún artículo anterior (la Robontada), continúa con su labor de profundización en el conocimiento del mundo del fútbol, ese arcano inexplicable que comenzó a desentrañar tras recibir mi lección particular sobre el Reglamento de la Federación Culé de Fútbol. En esa labor se halla y por ello no me extraña su reciente confesión de que el próximo domingo estará en las gradas del Camp Nou disfrutando de lo que sin duda será un apasionante partido de este deporte que cada día le gusta más, aunque entienda menos.
– Bueno, Barney, lo tenéis complicado, ¿eh? Tal como estáis jugando…
– Así es, Ziang, pero confío en el Madrid porque necesita estar con el agua al cuello para dar lo mejor de sí mismo. Cuando crees que ha tocado fondo, todavía escarba un poco más, y ya a partir de ahí resurge. Te eliminan el Cádiz o el Leganés en Copa del Rey, oyes a la mitad de la afición decir que todos los jugadores son unos paquetes, que están acabados, que no tenemos entrenador, y entonces es cuando se te dibuja una sonrisa, se te afila la mirada y empiezas a convencerte de que ganaremos la Champions.
– ¿Y crees que el Madrid ha tocado fondo?
– Creo que no, que estuvo a punto el martes contra el Viktoria Plzen.
– Ahora con el VAR supongo que no te quejarás tanto de los arbitrajes, que tendrás que matizar el Artículo Único del Reglamento.
– Buf, no las tengo todas conmigo, aunque es cierto que en esta Liga le han intentado atracar ya un par de veces al Madrid, con los árbitros anulando goles legales (Leganés y Español), y gracias al VAR los dieron por válidos y no estamos totalmente descartados para el título.
– He leído a algunos periodistas que el VAR beneficia al Madrid.
– Ja, ja, ja, sí, yo también lo leí, a algún personaje como Manolete, no le llames periodista. Me hace gracia que su argumento es que como este año gracias al VAR al Madrid no le han perjudicado como el año pasado en las vergonzosas primeras diez jornadas, pues entonces es que nos ayuda. Se retratan ellos solos.
– Pero entonces estarás tranquilo con el VAR, tú que decías que no iba a funcionar.
– Pues no las tengo todas conmigo. Mira la semana pasada: el VAR acierta contra el Madrid, revisa la mano de Varane y la señala dentro del área. La mano no es muy clara, pero es, y sin embargo, hay una clarísima de Jordi Alba contra el Sevilla. El VAR no dice nada, les pillaría tomándose unas cañas.
– Veremos. De todos modos, los arbitrajes contra el Madrid en el Camp Nou no han debido de ser tan horribles en estos años, porque he leído por ahí que de las últimas 10 veces que han jugado en Barcelona, el Madrid ha ganado 4 y el Barça solo 3.
– ¿Que no han sido horribles? ¡Han sido peores que eso! Recuerdo aún la primera victoria allí con Zidane como entrenador, con el Madrid jugando con diez, como casi siempre, y coge el árbitro y anula un gol de Bale ¡por ser más alto que Jordi Alba! Es de lo más sospechoso que he visto en mi vida, porque errores de apreciación en jugadas rápidas, los puedo llegar a entender, fueras de juego por centímetros, también, pero aquello…
– Hernández Hernández, o Hediondez Hediondez, como he leído en algún sitio. El año pasado en la Supercopa lo mismo, le dan un penalti de chiste al Barça, expulsan a Ronaldo y aun así, 1-3. Ahí decidieron Villar y Sánchez Arminio que había que masacrar al Madrid antes de que los echaran de sus puestos. Así que no me cabrees, Ziang.
– La temporada pasada acabó empate a dos y fue el Barça el que terminó jugando con diez. Acuérdate que echaron a «Selgi Lobelto».
– ¡Joder, claro, por darle un hostión a Marcelo! Al árbitro le dijeron de todo en el descanso, con Messi soltando espumarajos por la boca, recordándole (yo creo) sus «obligaciones» y el Reglamento culé,… fue vomitivo. Pero surtió efecto, porque se comió un penalti escandaloso de Jordi Alba a Marcelo. Y el segundo gol del Barça fue precedido de un faltón de Suárez a Varane que vio todo el mundo menos el pelirrojo de los cojones (es que me voy calentando).
– A lo mejor no lo vio.
– Lo vio y se lo advirtieron. El vídeo que lo demuestra es revelador de «algo», de un modo de hacer que no es casual.
– ¿Quién era el árbitro?
– ¡Pues el de siempre, Hernández Hernández!
– Anda, qué casualidad. Bueno, pero este domingo no pita, alguien habrá pensado que no debería pitar de nuevo los Clásicos.
– Ja, ja, ja, me encanta tu ingenuidad, Ziang. Le han puesto al frente del VAR. Sí, sí, hasta tú has abierto tus ojos de charlie, mañana, Barça-Madrid, Hernández al cuadrado dirigiendo desde la cabina. El sueño de Roures.
– Pero siempre que te oigo quejarte de ese tipo, ¿tanto poder tiene?
– El VAR lo dirige una empresa suya. Acaba de fichar a Miguel Cardenal, el antiguo secretario de Estado para el Deporte y presidente del Consejo Superior de Deportes, aquel que publicó uno de los artículos más lamentables que he leído en mi vida: Orgullosos del Barça. Que el Barça representa la marca España, que es un ejemplo de transparencia, igualdad, cantera,… que le constaba «la voluntad de sus directivos de cumplir con la ley, como es tradición en ese club«… ¿Sigo? Es que me dan arcadas.
– ¿Jaume Roures es del Barça?
– Tanto o más que Gaspart. Y del Girona, e independentista, a ver si entiendes ya por qué tiene tanto interés en «llevar la Liga» a Estados Unidos. Casualmente, solo casualmente, el partido seleccionado es un Girona-Barça. Ayer supimos más, publicaron que Mediapro/Roures ofreció 300 millones al Barça por patrocinar el estadio.
– Hablando del estadio, mañana me sentaré en una grada con otros amigos chinos, que dicen que van de vez en cuando allí y les regalan unas banderas y bufandas muy chulas de rayas rojas y amarillas con una estrella blanca sobre fondo azul. No será nada político, ¿no?
– Noooo, nada, nada, como el club y el presidente, que dicen de boquilla que no son independentistas, pero se pasan la vida haciendo gestos favorables al mismo, las pancartas, «la hora catalana», invitando al palco a los presidentes de las asociaciones que regalan esas banderitas «tan chulas». Deporte y política mezclados, cómo les gusta.
– A ver si esta vez puedo disfrutar de un partido en este campo tan impresionante, porque la última vez, hace un año, teníamos las entradas compradas y todo, pero el club decidió no dejarnos pasar porque estaban votando algo. Era a principios de octubre y nos dio un poco de envidia porque en China no votamos nunca y allí a las puertas del estadio conocimos a un tipo que venía de votar ocho veces seguidas.
– Es la democracia según se entiende en la política catalana, Ziang, qué le vamos a hacer, y a juzgar por la cantidad de veces que mencionan la palabra, seguro que son los dirigentes más demócratas del mundo, están ahí ahí con Fidel Castro y Kim Jong-Un.
– ¿Qué, hacemos una «pola» para mañana?
– ¿Una porra? Uf, no me gusta apostar cuando juega mi equipo.
– Pues yo me mojo, he leído varios periódicos y he llegado a la conclusión de que el Barça juega muy bien aunque no esté Messi y el Madrid es un desastre que va a cambiar de entrenador el lunes, así que 3-1 para el Barça.
– Pues yo digo que empate a uno, y acabamos lamentando no haber conseguido más. Ah, y cagándome en el pelirrojo que dirigirá el VAR desde la cabina con un pinganillo conectado con Roures.