Más de diez mil atletas y en apenas dieciséis días se habrán acabado los Juegos. Visto y no visto. Al contrario que el fútbol, de cuyos partidos «clave» (y parece que todos lo son) se habla desde la semana anterior hasta la posterior, con los Juegos tienes que estar pendiente porque en apenas unas horas ves una medalla en natación, un ciclista que queda cuarto por un puñado de segundos, una gimnasta que cae de la barra y echa por tierra el trabajo de años de sacrificio, o te cabreas con la última decepción de uno de tus equipos. Sigue leyendo