En aquella entrada dedicada hace un año a mi madre titulada Todo sobre mi madre, hablé de esas películas clásicas que le gustaban, algunas de las cuales podía ver mil veces como Siete novias para siete hermanos o Sonrisas y lágrimas, curiosamente dos películas en las que los numerosos hermanos, los salvajes Pontipee y los repelentes von Trapp, parecen anhelar y buscar una madre que supla ese hueco en sus vidas. Sigue leyendo

