El reciente post de Lester sobre su tocayo Burnham, el protagonista de American Beauty, me obliga a recordarle cuatro cosas acerca de su «admirado» personaje:
1. Su obsesión por Ángela, de 16 años, a la que está a punto de calzarse, está muy cerca de lo que nuestro Código Penal define como abuso sexual a un menor. Con pena de prisión de 2 a 6 años. Por meses no entra en esa categoría. Es verdad que en el último momento le sale la vena paternalista y le dice que se vista. «¿Te preparo un sandwich?». ¿Qué pasa por su cabeza en ese momento? Posiblemente el hecho de enterarse de que Ángela es virgen rompe su idealización de una comehombres voraz, o quizás lo que le haga cambiar de opinión ante algo que le apetece muchísimo es darse cuenta de que en el fondo tiene ante sí a una niña. Una niña que le recuerda a su hija, y reacciona como debe, saliendo de ese estado de ensoñación en el que estaba y sacando al hombre, al padre que lleva dentro. En el fondo a los americanos, tan conservadores ellos, parece que les mola el tema este del sexo con menores de edad. Sólo así se explica que en tantas listas aparezca Lolita, de Nabokov, como una de las mejores novelas del siglo XX. El viejo profesor Humbert Humbert trabajándose a su hijastra ¡de 12 años! Bien escrita, interesante, lo que queráis, pero me cuesta entender la aceptación de la novela.
2. En la película, Lester comienza con las cervezas y continúa con esos porros a base de hierba manipulada por el Ejército. Si no le llegan a pegar un tiro, ¿hubiera seguido con la coca? A Lester parece sentarle bien la maría, la utiliza como relajante muscular tras una sesión de ejercicio, pero no resulta tampoco el mejor ejemplo a seguir. Tanta hierba y luego acabas viendo pétalos de rosa cayendo del cielo.
3. El modo de dejar el trabajo está muy bien, a casi todos nos gustaría mandar a la mierda a nuestros jefes con ese estilo (la escena completa en el post «El club de la lucha«), pero ¿de verdad es esta una conducta ejemplar? ¿Con 6 millones de parados? Es verdad que eran otros tiempos, y en menos de una semana encuentra otro trabajo en un sitio menos ¿esclavizante? ¿indigno? como es una hamburguesería. Recuerda la escena, ahí llega con su porro y su buen gusto por la música, y dice buscar la menor cantidad posible de responsabilidad. ¡Como el Director General de mi empresa!
Luego deducimos que Lester es un conformista, un tipo que en este sentido parece haber tirado la toalla. Le da igual todo o eso aparenta. Se gasta la pasta de la indemnización en un capricho, «¡el coche que siempre quise tener, yujuuu!».Tercer motivo para considerar que no es un buen ejemplo.
4. «El mejor momento del día». Seguro que lo recuerdas, Lester.
«A partir de aquí, todo va a peor». De acuerdo, puede que sea tu mejor momento del día, porque luego te vas a comer un atasco de impresión, vas a escuchar en la radio noticias indignantes sobre los Pujol o las black card, vas a soportar a un jefe imbécil, a comer un menú aceitoso de 9 euros, y discutir con tu parienta por llegar tarde a casa, o con tu hija por la hora de llegada el sábado después de una fiesta, y puede que ese momento en la ducha sea tu «mejor momento del día», de realizar un acto de amor propio e introspección, pero ¿de verdad esta exaltación del «pajillerismo» se acerca a tu ideal?
5. Había dicho «cuatro cosas» y ya llevo alguna más. Carolyn. Annette Bening. Guapa, elegante, madura, inteligente, encantadora, responsable, reúne todas las características que busca el macho alfa. Tiene pinta de ser una estupenda madre, una gran receptora de nuestros espermatozoides. Annette Bening es ni más ni menos que la mujer que detuvo el contador de Warren Beatty. No puedes tirar toda tu vida por la borda cuando tienes una mujer así a tu lado.
Hasta que conoció a Annette Bening en la vida real, Warren Beatty había estado de modo más o menos formal con Jane Fonda, Natalie Wood, Julie Christie, Faye Dunaway, Vivien Leigh, Madonna, Maria Callas, Raquel Welch, Brigitte Bardot, Halle Berry, Britt Ekland, Janice Dickinson, Elle McPherson, Margaux Hemingway, Daryl Hannah, Isabelle Adjani, Joan Collins, Leslie Caron,… La historia de Hollywood de varias décadas.
Cuando se cansó de las macizas, se lió con las intelectuales, como Diane Keaton:
Y luego quiso probar experiencias nuevas, y conquistó también a las feas, como Barbra Streisand:
Y tanto probar experiencias, que al final hasta cayó con esa especie de transexual re-operado y con pelucones imposibles que es Cher:
Pero llegó Carolyn, Annette Bening, a la vida de Warren Beatty en el 92 y desde entonces, con cuatro niños de por medio, felizmente casados. Por eso, Lester Burnham, Kevin Spacey, no puedes dejar a una mujer así por una niña presumida de 16 años. En su lugar, Lester dice: «Sólo con verla me agoto». Te reventaría la cabeza si fueras mi amigo. En cierto modo, en eso sí se parece a ti, amigo Lester, te la reventaría con un bate de béisbol si algún día abandonaras a esa mujer que tienes.
6. ¿Por qué te pusiste tan remilgado en tu post con la escena de Re-animator? La frase literal de Lester es:
¿Has visto esa película en la que el cuerpo va por ahí con la cabeza en la mano y se la mete entre las piernas a una tía?
Era nuestra escena favorita, cuando nos sentábamos en los bancos del parque y preparábamos aquellas listas de «momentos erótico-festivos del cine». He encontrado la película entera en youtube, habría que ver si somos capaces de volver a verla algún día o si de verdad hemos madurado (en mi caso lo dudo). Pero no he podido encontrar la escena erótica-festiva sola, para revivirla aquí. En esas hilarantes listas siempre incluíamos la escena en el quirófano de Re-animator, a la que se refiere Lester, los vestuarios de Porky’s, algunas de Desmadre en la Universidad, y mi favorita, la de Marvin con la ciega en El vengador tóxico:
Así que además de todo lo dicho anteriormente, Lester es un poco guarrete, ¿eh?
Que conste que American Beauty me gusta, tiene sus virtudes y también sus defectos. El momento «bolsa de plástico», según tenga el día, me parece tremendamente poético («hay tanta belleza en el mundo»), me recuerda los momentos pluma de Forrest Gump o el cubito de hielo de El chip prodigioso, o por el contrario me parece una escena pretenciosa y cargante, como algunos planos de autores de esos que tanto gustan a los críticos cinematográficos.
Este Ricky Fitts es un tipo raro, ¡pero la gente rara también pestañea! En fin, que te has metido en mi terreno, amiguete, en el cine y el «destripe» de películas, y te tenía que contestar. Y tu Lester no es un ejemplo a seguir, aunque sí reconozco que es un tipo extremadamente simpático. Un genio en busca de libertad que en un momento dado, al hablar de esa especie de coma en el que dice haber vivido mucho tiempo, confiesa:
He perdido algo, pero nunca es tarde para recuperarlo.
Luego quizás no sea tan conformista como te decía antes, sino más bien un visionario con ansias de libertad. Desgraciadamente a los visionarios hoy en día se los quitan de en medio a tiros. ¡Como a Lester!
Travis, en esta ocasión siento decirte que te ha salido un post muy paternalista. Me gustaba más él de tu amiguete Lester. El prota de la peli está hasta el moño de aguantar un trabajo que sólo le da quebraderos de cabeza, una mujer que es una petarda, por muchos años que haya estado con ella y quiere probar la hierba, no creo que hubiera ido mucho más allá de eso sino hubiera muerto. A veces pensamos demasiado las cosas, algunas hay que pensarlas no digo que no…pero tenemos una sola vida, ¡qué sepamos! Hay que disfrutarla.
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Como le decía a Lester en su comentario, también me parece con Travis que llevas demasiado equipaje para disfrutar sin ataduras de esta maravillosa película, o bien tienes poca experiencia en los detalles materiales que se convierten en sensaciones puramente emocionales.
Con esto me refiero a algunos de los comentarios que haces sobre algunas acciones de Lester, que me parece que no acabas de entender. No todas las acciones que haces en tu vida han de tener un fin, un objetivo, una conclusión o un beneficio que extraer de ellas. De hecho, es precisamente el hacer esas cosas de lo que te está hablando Lester durante toda la película: paso de las obligaciones a las que me está obligando esta vida materialista, a partir de ahora voy a hacer lo que me salga de los cojones.
El hastío que le provoca la maravillosa Anette Benning es precisamente eso mismo: «¿por qué no te liberas de tus ataduras y obligaciones de una puta vez?», parece estar diciéndole. La escena del sofá es totalmente esclarecedora, cuando parece que pueden recuperar por un instante algo de aquella magia que tuvieron de novios, cuando andaban desnudos por la terraza o ´vivían tiempos de «diversión y jodienda»… y de repente ella lo corta todo porque va a caer una gota de cerveza en el puto sofá de 4.000 dólares. ¿Y qué, joder, y qué? Pues esto es lo que quiere decir Lester, que le importa un huevo el sofá y las cosas, «son sólo cosas!!!!», mientras que muchos -e increíblemente tú también, Travis, que tomas tu seudónimo de un personaje que realmente decidió hacer lo que salió de los cojones tras una larga etapa de aburrimiento-, decía que muchos parecéis fijaros más en que se va a derramar el botellín de las narices, que en la magia que trata de recuperar Lester, y en lo guapísima que está Carolyn-Annete en esa escena. Joder, ¡¡¡no os perdáis eso por un puto sofá, hombre!!!
Otros comentarios que haces sobre los nuevos caminos que toma Lester por ejemplo son sobre la droga o el Camaro. Dices que Lester probablemente hubiera seguido con la coca, sin embargo olvidas que lo que hace es fumar marihuana, básicamente para estar atontado, pasota y risueño, precisamente el efecto contrario que produce la coca. La coca es la droga de Wall Street, de los politicastros dirigentes, de los que manejan el establishment, precisamente porque causa una sensación de estar más despierto, más ocurrente, más agresivo, más cabrón. Aunque al final mucha gente las mezcle con todas las sustancias, son drogas básicamente opuestas, lo mismo que la gente que las toma. AL final hay un montón de gente que quiere «ponerse», «get high» como dicen los anglos, pero los consumidores de cannabis o marihuana son muy diferentes de los farloperos, si los consideras como «grupos de consumidores». Verás que hay un montón de políticos corruptos y puteros que le dan a la nariz, sin embargo difícilmente pilarán a uno dándole al porrete, más allá de que Clinton confiese haberse fumado tres petas en la uni. Creo que esta conclusión que sacas es errónea: Lester no es que se quiera echar en manos de la droga; sólo quiere estar colocadete, seguramente para pensar menos tiempo en cosas aburridas (hipoteca, luz, nómina, impuestos, etc.). Punto.
Sobre el Camaro, tres cuartos de lo mismo, y esto es algo más fácil de cuantificar. En primer lugar, la indemnización que acaba sacando del atontao de su jefe -un enchufado al que han ascendido por ser sobrino de un jefe o por chupársela a alguien, algo tan habitual en España-, la final acaba siendo como un año de sueldo con beneficios o algo así. No recuerdo bien la escena pero creo que podríamos deducir fácilmente que le saca a su empresa unos cien mil dólares, un salario nada exagerado y bastante habitual por allí para un personaje como Lester. Digamos incluso que fueran ochenta mil dólares. Bien.
A lo largo de esa misma mañana, encuentra curro en la hamburguesería, digamos que un curro «mildolarista», vale, pero no dejarían de ser otros, no sé, ¿15.000 dólares al año? Una bajada de un curro de 80 k$ a 15 k$ brutos anuales, venga. Ni paro ni historias -allí poco tiempo lo iba a cobrar de todas formas-.
Antes de comprarse el Camaro, vende su Toyota Camry, que sale antes en algún momento de la peli y aunque no recuerdo cómo es el coche, Carolyn-Annette lo menciona, ¿»has vendido el Camry sin consultarme?». Otro bien material más, vale, pero no dejarían de darle por un coche que tendría digamos 4-5 años pues no sé, pongamos 6.000 dólares. Y un Camaro como el que se compra Lester, que es una macarrada de coche que se suelen comprar los pimps de Detroit pero cuya ilusión por tenerlo puedo entender perfectamente, le podría costar no sé, 15.000 dólares estando muy bien, pongamos incluso 20.000 dólares.
En resumen: Lester ha cobrado 80k, ha vendido el Camry por 6k, algo tendría ahorrado seguro, y teniendo por lo menos 100.000 dólares en el banco, le hace ilusión gastarse 20k en un coche que le hacía ilusión cuando era un veinteañero, lo mismo que aquí le hacía ilusión a muchos el Seat 124 sport, el Opel Calibra o el Golf GTI. ¿Es una locura hacerlo? Pues por supuesto que no.
No se ha vuelto loco en absoluto: simplemente quiere disfrutar de lo que no pudo comprarse con 20 años, y que de mayor ya no se compra porque es irracional, es macarra, es inútil, gasta mucho y es caro de mantener. Ahora se la pela todo eso, se ha deshecho de sus ataduras morales, quiere disfrutar sin tantas cargas. No se compra el Camaro para tocar los cojones a su mujer o para demostrar al mundo que se ha vuelto gilipollas, se lo compra porque quiere sentir el bramido de su motor, el olor de su cuero, la inclinación exagerada de su asiento en una postura de conducción claramente macarra y alejada de los cánones políticamente correctos que la sociedad le exige a sus 42 años en un trabajo respetable.
Quizá Travis has dicho esto porque sólo conducías un aburrido taxi de 4 puertas por las calles de Nueva York, y nunca has tenido un coche puramente pasional, que te transmita lo que le transmite a Lester ese Camaro.
Hay muchas otras cosas geniales en la peli, el «momento bolsa» puede parecer ridículo porque sólo es una bolsa volando que a mí personalmente también me parece un poco chorrada, pero hay que atender a lo que dice Ricky Fitts, que es la persona que realmente sabe a la perfección lo que quiere en la peli, y por eso precisamente Lester lo admira y se queda prendado de su actitud. Tanto ese momento como la frase de Lester que comentas, «no puedo expresar más que gratitud por vivir mi insignificante vida», son los momentos más mágicos de la película, en los que se revela la esencia de la misma, lo que realmente Lester y Mendes nos quieren decir: «deshazte de cosas, disfrutarás mucho más de la belleza que hay en la vida».
Me estoy alargando demasiado y encima lo hago en un sitio donde tengo que atender las obligaciones que ¿me impone? la sociedad, en mi pelea diaria, al igual que otros millones de humanos en el mundo, por conseguir esas monedas que me permitirán vivir bajo un techo, interactuar con otros humanos e incluso ir al cine a ver pelis cojonudas como American Beauty. Pero espero que te haya quedado un poco claro lo que te quiero decir cuando vuelvas a verla: Lester no está tratando de ser un ejemplo para nadie, no está impartiendo moral, no te está diciendo que prefiera emporrarse en su Camaro o hacerse una gallola en la ducha, antes que disfrutar del amor de su hija o la satisfacción del trabajo bien hecho.
Sólo intenta ser feliz, quizá no de la manera que lo entendamos, pero quiere deshacerse de las ataduras y cargas que su vida en esta nuestra sociedad ha ido echando a la espalda, para poder disfrutar mejor de la vida que acontece. Nada más. Y nada menos.
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Buenas, Andancio. Si Lester ha contestado, yo no me puedo quedar callado ante tu comentario. Dices que no disfruto o no entiendo la película, y sin embargo, puedes estar seguro de que la disfruto enormemente y me identifico con buena parte de la filosofía del personaje. Hablo de él como «un visionario», «un genio en busca de libertad», «un tipo simpático». Lo único que digo es que su actitud no es precisamente ejemplar, se puede disfrutar de la vida sin mandarlo todo a paseo. Los americanos, tan moralistas ellos, castigan al personaje con una muerte precipitada cuando se encontraba cerca de su objetivo, de su libertad.
Respecto al coche, tú sabes más que yo de esto, pero en la peli hablan de un Pontiac Firebird, no de un Camaro (¿Chevrolet?), como tú mencionas. Igual es el mismo coche, disculpa mi ignorancia en este asunto. Efectivamente para mí, como Travis, un coche no es un objeto pasional, sino un utilitario, un medio de transporte. Las «sensaciones puramente emocionales» que comentas no me las da nada material, como un coche, sino un libro, una canción o una buena película. Hablas de desprenderse de los detalles materiales, pero haces todo un análisis financiero de la situación de Lester, como si realmente tuviera todo bien atado, cuando precisamente su característica principal es hacer lo que le apetece en ese momento.
Coincido contigo en que la del sofá es una de las escenas más clarificadoras del personaje. «¡¡Es sólo un sofá!!». Esa escena comienza con Lester dirigiendo un coche teledirigido, es decir, enfatiza de modo innecesario su ¿pasotismo? ¿Infantilización? «Me la suda todo».
Las drogas son un tema muy sensible. El día que escribí el post acababa de ver la entrevista de Risto Mejide a Pedro García Aguado (el jugador de waterpolo que trata de enderezar chavales en Hermano mayor) en Viajando con Chester. La charla es cojonuda, divertida a veces, dramática otras. Es el propio Pedro el que dice que empieza con el cachondeo, las cervezas, cada vez más borracho, una vida cada vez más caótica, los porros, y ese mundillo de la noche le termina llevando a la coca. Por supuesto que los efectos son opuestos, pero una vez que entras en esa dinámica de la «evasión de la realidad» puedes acabar en cualquier sitio. No me parece el caso de Lester, que como dices tú, o como dice Whalla, sólo quiere relajarse y colocarse. El coronel Fitts nos impidió saber qué hubiera pasado.
En fin, que intento disfrutar cada día al máximo, sin perder la cabeza, y eso a veces cuesta un huevo. Hasta otra.
Fdo. Travis.
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A ver Travis, no te lo tomes por lo personal, hombre. No creo haber dicho en ningún momento que tú o Lester no entiendas o no disfrutes de la peli, de hecho creo que ambas dos entradas sobre la misma película dejan bien claro que la peli te gusta.
Lo que quiero decir es que quizá no te deshaces de los suficientes prejuicios y cargas morales para entender al personaje de Kevin Spacey. De hecho, metes en el mismo título de esta entrada la frase «no es un buen ejemplo», cuando Lester no trata de ser ejemplo para nadie. ¿Acaso ha pretendido sembrar algún tipo de moralina o decir a alguien lo que tiene que hacer? Qué va. Sólo te está contando que no recuerda cuándo se volvió apático y que está hasta las narices de ver pasar la vida de un modo tan gris, por tanto decide cortar por lo sano. Pero sin pretender que nadie lo haga si no le da la gana, sin pretender cambiar a nadie de los que tiene a su alrededor. Únicamente intenta cambiar de modo sincero, aunque sin saber cómo hacerlo, la relación que tiene con su hija, que le odia por ser su padre, por ser «la autoridad» pero sin autoridad alguna, o simplemente por ser lo normal entre los adolescentes.
También mezclas en tu entrada las ganas que tiene Lester de tirarse a la amiguita de su hija, y lo relacionas con «dejar a tu mujer, Carolyn», e incluso dices «te reventaría la cabeza a batazos». Pero ¿qué coño tiene que ver una cosa con otra? Me lo explique usté, hoyga!!!
Quizá tú es que estás relacionando ambas mujeres con la infidelidad matrimonial o algo así -¿acaso no lo es?-, pero Lester nunca ha relacionado ambas cosas para nada, ni siquiera cuando su mujer le pilla meneándosela mientras fantasea entre pétalos y bañeras. ¿Quién ha hablado de abandonar a una mujer por otra? Eso lo has relacionado tú en tu convencional y felizmente casado tarro, pero la realidad, y por esto es que te digo que hay que liberarse de más cosas para comprender mejor a Lester, es que no tiene nada que ver el instinto animal más absoluto de querer zumbarse a una chavalilla recién llegada al mundo del sexo con todas las carnes prietas y las hormonas a tope, con la relación que tenga con su mujer, una señora guapa, atractiva, elegante, y que en tiempos fue tan divertida y genial para Lester.
Hombre, claro a Carolyn le jodería enormenente enterarse de que su marido es un cerdo, pero ella también tiene lo suyo que ocultar, zumbándose al «king of real estate», valiente gilipollas por cierto.
Y hablando de este payaso, es el que enseña a Carolyn a disfrutar disparando después del sexo, y la pistola que ella lleva en el coche sirve para eso nada más, creo yo. Nunca me había planteado, en las 20 veces que habré visto la peli, que Carolyn estuviese pensando en pegar un tiro a su marido, ni siquiera cuando les pilla sirviéndoles una hamburguesa. ¿Quizá ha sido tu felizmente casado subconsciente el que te hablaba al oído, al escribir presumiendo una venganza matrimonial por «darle su merecido al guarro de Lester»?
Otra cosa, y es por lo que te comentaba lo del coche, es lo que comentas de «se funde la indemnización en un coche viejo». Dije Camaro (sí, es un Chevrolet) porque hablaba de memoria acordándome de la imagen del coche, rojo con detalles negros, quizá tengas razón y es un Pontiac Firebird, de todas formas eso poco importa porque es prácticamente el mismo coche. Hacía ese pequeño análisis financiero -muy lejos de un auténtico análisis, no tengo datos- para decirte que no se gasta la indemnización del curro en un coche, simplemente se pega un capricho que no le habrá supuesto ni el 20% de esa indemnización, tampoco es algo tan traumático dentro de las finanzas de su hogar. O sea, el tipo «pierde la chaveta controladamente», por decirlo de algún modo, pero no causa un quebranto grave en la economía familiar como para poner en peligro los ahorros para la universidad de su hija, como pareces haber entendido. Sin duda ahí es de nuevo el padre responsable y convencional el que llevas en tu subconsciente cuando escribes. Pareces criticar el Camaro, pero no dices nada del Mercedes de Carolyn que probablemente haya costado más del doble que el capricho que se ha dado Lester. Que no es tan grave hombre.
Ya sé que para ti un coche molón, una moto o un flyboard son probablemente artículos fútiles y estúpidos, degeneraciones caprichosas e inútiles de la «herramienta utilitaria para transportar» que es para ti un coche. Pero el hecho de que no entiendas el por qué de esas cosas no te tiene que hacer despreciarlas: son cosas materiales que existen, que se crearon precisamente para vivir emociones e ilusiones con ellas, y por eso se crean, se fabrican y se venden. No se trata de contraponer las emociones que te causa un libro, una canción o el jugar al monopoly con tu hijo frente a lo que te puede «dar» una máquina de esas. Pueden ser disfrutarse por igual.
Y cuando te hablo de todo esto, lo que quiero decir una vez más es que dejes de pensar de forma conservadora, tradicional y paternalista cuando digieres las acciones de Lester. Simplemente obsérvalo y siente cómo disfruta cuando conduce su Camaro -perdón, su Firebird- mientras se fuma un petardo y canta a voz en grito American Woman de los Who.
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Cuánto juego da esta peli, ¿eh, Andancio? Creo que me la sé de memoria, y podríamos debatir, que no discutir, cada detalle. American Woman es una canción del grupo canadiense The Guess Who, que no son los The Who británicos. De estos últimos aparece en la peli una canción clave, The Seeker, que es la que se pone Lester en los cascos cuando sale a hacer footing el último día de su vida. «¿Recuerdan esos posters que decían: hoy es el primer día del resto de tu vida? Pues eso es cierto, salvo en una ocasión: el día en que te mueres».
Y el hecho de que sepamos que es el último día de su vida, unido a otros muchos detalles son los que te pueden hacer creer que a Lester se lo carga Carolyn: la pistola en la guantera, la cinta de autoayuda que va escuchando en el coche que le anima a liberarse de lo que le oprime, cómo se queda en el coche pensándoselo, unas pocas escenas antes cuando le dice a Lester que no aguanta más esa situación, su estado de desesperación cuando el rey del inmueble la deja colgada,… Y para mí está claro que se le llega a pasar por la cabeza cargárselo, por eso cuando llega a casa y encuentra el cuerpo de Lester se siente tan mal consigo misma que esconde la pistola y el bolso como si tuviera un cierto sentido de la culpabilidad. Vamos, así al menos lo he visto yo en las muchas veces que la he visto.
Y por último, la pasta. Es irrelevante en cierto modo, pero no lo es tanto cuando Carolyn le dice a Lester: ¿y quién se va a encargar ahora de esto, quién va a pagar las facturas? Porque es necesario ese enfrentamiento entre el conservadurismo de Carolyn (y mío, por tus comentarios) y el «valetodismo» de Lester. Es cierto que no hay moral ni intento de moralizar en el personaje de Lester, pero como los americanos son como son, todos los actos conllevan sus consecuencias, y los actos de Lester le acaban pasando factura. Una pena, es un visionario como decía mi amiguete Lester.
Un saludo. Travis.
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Buen «gugleo» ese de American Woman y los Guess Who… yo hablaba de memoria y ya veo que mala, de todas formas creo que la versión que más me ha molado siempre de esa canción es la de Lenny Kravitz.
Aún así, sigues en tus trece, y yo en las mías. Creo que tu «pequeño burgués conservadorcete» sigue hablándote tras la oreja cuando insistes en pensar que Carolyn pensaba cargarse a Lester, y fíjate que yo habré visto la peli al menos tantas veces como tú, y ni una sola de esas veces he pensado que ella tuviera siquiera la intención que dices. De hecho, si recuerdas bien la escena, cuando ella está dejando la pipa en algún cajón del ropero, llorando de impotencia por sentirse fracasada y por no saber realmente lo que quiere hacer con su vida, es cuando oye el disparo en la cocina, el disparo que quita la vida a Lester.
Y cuando le pregunta sobre lo de pagar las facturas, Lester la corta inmediatamente diciendo «he dicho que HE dejado el trabajo, pero no que NO tenga trabajo». Es decir, en ningún momento se desentiende ni se siente liberado de tales obligaciones. Ni siquiera cuando pocos segundos después estampa la bandeja de tallarines contra la pared y comenta que a partir de ese momento se va a votar para cambiar la música de la cena, por no querer tragarse más el coñazo de Bobby Darin (toma «gugleada» rápida ;-)).
Me parece a mí que estás descargando en los americanos la responsabilidad de darle su merecido a Lester por comportarse como lo hace, pero parece como si realmente fueras tú quien piensa que los actos de Lester a lo largo de la peli desemboca en la consecuencia de su muerte. Y yo creo que para nada, no lo merece, no lo busca, no ha intentado molestar a nadie ni ha ofendido de tal manera que merezca recibir un tiro. Precisamente es la intolerancia irracional quien se lo carga. Ninguno de todos los personajes que le rodean ha pretendido cargárselo ni le ha odiado realmente, ni siquiera su mujer Carolyn, y ni siquiera el coronel Fitts que se lo carga en un arrebato de ira ante sus propias contradicciones.
Lester no quería dar ejemplo a nadie, y tampoco fastidiar. Simplemente quería liberarse y vivir, más que nunca ahora que se había desprendido de cosas. El único que le comprende en toda la película es el hijo del señor que se lo carga, y que también es golpeado por esa intolerancia y furia.
No todas las películas americanas tienen que llevar una moralina incrustada. La mayoría la llevan, seguro, pero yo creo que esta no. Por eso digo que merece la pena verla desde un punto de vista más abierto y libre, evitar el pensamiento convencional. Tratar de liberarse de todo aquello que te cuenta el personaje de Kevin Spacey en la peli, para ver la peli. Si total, luego cuando salgas del cine, vas a volver a echártelo encima…
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Te confundes, Andancio, no ha sido un «gugleo», el estilo de los Who es muy diferente del de los canadienses The Guess Who. Y además te recuerdo que me conozco muy bien la peli, y aquí me la voy a jugar sin buscar la escena: lo que estampa contra la pared son espárragos, no tallarines. Dicho lo cual, creo que coincidimos en el 90% (mejor 80%) de lo dicho acerca del gran Lester.
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De acuerdo, lo reconozco, te acuerdas mejor que yo de los detalles de la peli. Pero sigo pensando que tus convencionalismos te impiden ser lo suficientemente libre como para entender lo que te cuenta y lo que pasa a Lester Burnham. El cual por cierto discrepo totalmente contigo en lo de calificarlo como «visionario» o «genio», creo incluso que a él le disgustaría enormemente ser aupado a semejantes calificativos. Insisto en que, en mi opinión, no pretendía ser un ejemplo de vida para nadie, ni hacer de guía en ningún camino nuevo. Simplemente es alguien que se hace a un lado en la «carrera de ratas» que jugamos todos a diario, nada más… salvo que ahí estaban Alan Ball, Sam Mendes y por supuesto Kevin Spacey para contarte los avatares de un «pequeño hombre» en una gran película.
Por cierto, no hace falta que estés de acuerdo o des la razón en todo lo que te sea posible, ni que agradezcas cada post, a quienes te contestamos en este tu blog. Te recomiendo que si tienes que rechazar de plano una crítica, o mandar a alguien directamente «atpc», lo hagas sin dudar.
Ah y otro «por cierto»: tu entrada sobre American Beauty me ha recordado que tengo que ver otra vez Reanimator, aunque me aburre bastante la temática zombi -tan actual en estos tiempos-. Eso sí, mucho me temo que pasará como con Mazinger Z o Los Ángeles de Charlie, que 30 años después te parecen un tostonazo y no entiendes cómo es que entonces te gustaban tanto.
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