Gravity, por Travis

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Hace poco incumplí una de mis máximas y fui al cine a ver Gravity. Me explico, no me refiero a ir al cine, que me encanta, y voy siempre que puedo. No tengo ningún problema en pagar casi 10 euros por ir. Mucho más caro es el fútbol, el teatro, salir a cenar o tomarte dos copas. Os animo además a que vayáis todas las veces que podáis. Me refería a que incumplí esa de mis máximas que me impide pagar para ir a ver una película de Sandra Bullock. Pero mereció la pena saltarse ese auto-mandato, así lo creo. La película de Alfonso Cuarón se llevó unos cuantos Óscar, seis si no recuerdo mal. Seguramente todos merecidos, y digo seguramente porque no he visto todas las películas, así que no puedo opinar, no soy como esos tertulianos de la radio que hablan sin saber de cualquier tema, ya sea de leyes, problemas en Oriente Medio, el precio del barril brent o los explosivos del 11-M. Los premios eran en su mayoría a los apartados técnicos y en ese sentido, la película es una pasada, una auténtica maravilla. Viéndola, a veces te preguntas si no la habrán rodado realmente en el espacio. Sé que los americanos han desarrollado una nave llamada Zero Gravity para simular las condiciones del espacio, y es lo más parecido a la realidad, pero no la han rodado ahí. Por cierto, conozco la Zero Gravity no por mi interés por la ciencia, sino por las fotos de Kate Upton y sus domingas desafiando la ley de la gravedad. La célebre expresión «caídas hacia arriba» se manifiesta en todo su esplendor en esas famosas fotos.

Vi la película en el cine y en 3D, porque pese a que no me gusta especialmente esta tecnología, había leído que en este caso el 3D estaba llevado a su máxima expresión, a su máximo aprovechamiento. Y estoy de acuerdo, sobre todo porque consigue transmitir una sensación de profundidad que no recordábamos desde Garganta profunda, aunque por motivos bien distintos. Bromas aparte, si la sensación física que experimentas durante la película es la de profundidad, el sentimiento que te invade es el de angustia. Angustia, que es un sentimiento distinto al miedo. Me angustia saber que puedo quedar colgado ahí en el espacio, vagando sin rumbo y sin freno hasta que se acabe el oxígeno, y después, como una especie de satélite cadáver dando vueltas alrededor de esa Tierra que se divisa más espectacular que nunca. No sientes miedo, porque a ciertas edades sólo tenemos miedo a Montoro y sus comparecencias de los viernes, te identificas con George Clooney durante la película (a mí me pasa antes, durante y después, y sobre todo, cada vez que me tomo un Nespresso con las secres y las auditoras), y lo que experimentas no es miedo cuando ves que se va a soltar del cable que le unía a la Bullock y a la nave, y que se acabó lo que se daba, sino que piensas: «joder, qué putada». Y entonces es cuando te llega la angustia al imaginarte como un zombi con traje de astronauta. Y supongo que en mi caso la angustia se mezclaría con ese tono sarcástico y auto-paródico que me invade desde hace un tiempo: «bueno, lo que he tenido que hacer para librarme de esa petarda», o «mejor solo que mal acompañado». O pensando en los futuros viajes turísticos espaciales: «ya verás qué susto se van a llevar cuando se encuentren con mi cadáver dentro de veinte o treinta años».

Termino hablando de «esa petarda», de Sandra Bullock. En cierto modo, y por un instante de debilidad, llegué a congraciarme con la actriz porque no hace un papel de esos tan moñas creados expresamente para su lucimiento, esos papeles en los que hace de lista, encantadora, perspicaz, superatleta, monísima de la muerte,… ¡Joder, si hasta nos la han querido colar como aspirante a Miss América! ¿De qué vais, señores guionistas? Que era Sandra Bullock con treinta y tantos tacos. Será culpa de algún productor que se la quería calzar, vete a saber. Bueno, que me estoy yendo del tema. Aquí la Bullock sale castigada física y emocionalmente, y a lo largo de la película está a punto de morir asfixiada, ahogada, como satélite zombi, o golpeada por los restos de un satélite ruso. Pero al final se salva, y aquí mi único pero a la película. Si al llegar a la Tierra (y salvarse nuevamente de morir ahogada), la cápsula hubiera caído en mitad de una vía, y la tía hubiera sido arrollada por un tren de mercancías, la película hubiera sido una obra maestra absoluta. Los cinéfilos hasta le habrían encontrado un significado espiritual o un mensaje oculto: «Alfonso Cuarón intenta alertarnos de los peligros de nuestro planeta, de las amenazas de nuestra vida actual, en contraposición a ese espacio más allá de la atmósfera, que emana una quietud y una paz lindante con el paraíso». Pero no, cae en mitad de un lago y consigue llegar nadando a tierra firme. Insisto, si en ese momento le pasa un camión por encima o unos cazadores la hubieran confundido con un corzo (algo bastante probable por otro lado) y le hubieran descerrajado un tiro en la cabeza, nos hallaríamos ante una de las películas de la década. Creo que me habría puesto en pie y puede que hasta hubiera comenzado a aplaudir.

Para concluir, es una película muy recomendable, y a ser posible, en el cine y en 3D.

Cara Travis

 

 

7 comentarios en “Gravity, por Travis

  1. Hola Travis!
    Coincido en todo con la crítica que has realizado sobre la película.
    Mi asistencia al cine para verla se debió a la conjunción de 2 apariciones fundamentales: espacio y/o naves espaciales y George Clooney, y no por ese orden precisamente. Aunque para no parecer banal mencionaré que esperaba que la interpretación de Clooney amortizara el precio de la entrada 😛
    Por otro lado desafortunadamente no la vi en 3D porque no consigo “cogerle el punto” y normalmente prefiero verlas “a la vieja usanza”.
    La fotografía es simplemente impresionante, el director consigue transportarnos literalmente al espacio y el sentimiento de angustia, como mencionas, es muy real, además de quedar patente la vulnerabilidad del ser humano.
    Pero añado otra aportación, si me permites, desde el lado femenino, y es que «algunas” nos quedamos boquiabiertas cuando la “petarda” de Sandrita se desnuda y consigue mostrarnos a sus 50 tacos (48 cuando la rodó) un cuerpo impresionante. Ahora nos dirá que es cosa de la genética y que come de todo…y un cuerno! Algún retoque estético y quizás también técnico tendrá, “amos” digo yo!
    Y qué decir de George Clooney, que como buena fémina y heterosexual me parece un tío increíblemente atractivo pero también no descubro nada si afirmo que es un buen actor y director, no hay nada más que ver Los Idus de Marzo.
    En cuanto al desenlace, la muerte de Bullock no hubiera supuesto una gran pérdida y no desentonaría para nada en el guión, en eso también estamos de acuerdo. La nave Soyuz podría haberse desintegrado al entrar en la atmósfera terrestre, cosa por otro lado totalmente plausible, y eso hubiera supuesto no sólo un final redondo sino que los siempre patrióticos americanos lo hubieran podido aprovechar para desprestigiar a sus archienemigos rusos pues ya se sabe que la tecnología rusa no es tan buena como la americana. Si además la explosión de la nave la hubiéramos hecho coincidir con el 4 de julio tendríamos unos preciosos fuegos artificiales que terminarían de coronar la fiesta nacional americana yijaaaaa!

    Fdo. Walla

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    • Muchas gracias por tu comentario, Walla. La verdad es que tu final, uniendo la muerte de la Bullock a una velada crítica a la tecnología rusa, mejora el que yo planteaba. Respecto a Sandra Bullock, pues tienes toda la razón, que para su edad, la mujer está bien (muy bien, aunque me cueste reconocerlo). Y respecto a George Clooney, pues qué te puedo decir, que para la mayoría de heterosexuales, este tipo (al igual que Brad Pitt lo Robert Redford, si me apuras) nos gusta, nos mola, nos parece el tipo de tío que no nos importaría en absoluto ser: inteligente, comprometido, atractivo y tremendamente simpático. Y encima envejece de lujo el muy…
      Un saludo.
      Travis.

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  2. Interesante crítica, aunque no comparto lo que dices de que atropellen o «cacen» a Sandra Bullock para redondear la peli. De hecho si eso sucediera nos perderíamos dos bellos planos al final que aunque sean muy tontos, se agradecen tras una peli con todo su metraje íntegramente sucediendo en el espacio, sin flashbacks ni otros trucos cinematográficos -que no de FX, con la peli petada de ellos-. Me refiero a 1) sus manos tocando la arena de la orilla, barro más bien, una imagen sumamente refrescante y agradable tras tanta destrucción de metal y plástico: y 2), disfrutar levemente del trasero de Sandrita, que a su edad aparantemente lo sigue teniendo bastante potable.

    A mí la peli me encantó, de hecho fui a verla dos veces casi seguidas en 3D y en VO. Es lo más aproximado que se debe haber rodado hasta ahora como peli del espacio, al fin aparece un espacio sin ruiditos ni «chiu-chiu» de los rayos láser. La pena es que a pesar de su rigor científico para algunas cosas, nos quieran colar trucos superburdos como el ir volando de una estación espacial a otra -que encima orbitan en diferentes alturas y órbitas- con una mochilita EVA, pero en fin, la peli es puro espectáculo y así hay que tomárselo, sin llegar al cachondeo científico de Armaggedon.

    Hay muchas webs de frikiaficionados del espacio -entre los que no me considero pero con quienes comparto algunos gustos xDDDD- que hablan de ella, te dejo aquí una sobre las incongruencias científicas que nos intentan colar:

    http://danielmarin.naukas.com/2013/10/06/los-aciertos-y-errores-de-gravity-la-pelicula/

    Y no puedo encontrar ahora otra con una interpretación interesante y rebuscada, de las que gustarían al gran Dagos Elva ;-), en las que se relacionan los hechos de esta película con las destrucciones de los actuales imperios económicos (EEUU y Rusia) como sus estaciones espaciales, agarrándonos al último imperio que está llegando (la Shenzen china) que también cae, y dando paso a un nuevo orden mundial más sencillo, limpio y apeado a la madre tierra («resurrección de Sandra de la casi muerte, saliendo del lago).

    Ojalá salgan más pelis de este tipo. Mientras tanto, espero también tus críticas de Interstellar, que ya hay escrito de todo y es mucho más pretenciosa -y peor pelim en mi opinión- que Gravity. Y por supuesto, te recomiendo verla en el cine. Al igual que tú, pienso que el cine no es caro y desde luego nunca puede ser el mismo espectáculo en tu casa que en una pantalla de 20 metros de anchura, por muchas 4k y pulgadas que tenga tu tele.

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    • Muy interesante tu comentario, Andancio. El artículo de Daniel Marín es muy bueno, explica bien el tema, es didáctico, y sobre todo, valora la película por sus aciertos y su espectacularidad, no se ceba como tantos otros en criticarla. Respecto a Interstellar, la vi el sábado y llevo desde entonces dándole vueltas al coco sobre cómo explicar mis sensaciones. La palabra pretenciosa, que tú has utilizado, desde luego entraba en el post, pese a los muchos aciertos de la película. De alguna manera, no sé muy bien cómo, terminaré escribiendo sobre la peli de Nolan. Saludos desde la Tierra.

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