
JOSEAN, 26/10/2025
Esta noche se ha cambiado la hora, hacia atrás. Aunque al presidente Sánchez le dio por agitar el debate de la conveniencia o no del cambio de hora, un debate que a buen seguro preocupa a los ciudadanos mucho más que otros asuntos, la cortina de humo no ha tenido demasiado recorrido. Hemos retrocedido en el tiempo, solo una hora, eso sí. Ya que el presidente Sánchez ha dicho en repetidas ocasiones que España avanza, que vamos como un tiro, me planteo el ejercicio de retroceder en el tiempo de la manera en que lo hacía Marty McFly en Regreso al futuro. Un año al menos. De hecho, la noticia con la que comienza este post es de hace un año, aunque podría ser de esta semana: por tercer año consecutivo, seguimos sin Presupuestos Generales del Estado, con la prórroga de los de 2023.

Aunque no haya presupuestos, debemos pensar que sí se ha logrado avanzar en los asuntos fundamentales, los que llenan los debates en el Consejo de Ministros y marcan la agenda del Congreso. Como la vivienda, octubre de 2024:
Ah, bueno, hace un año ya había preocupación, se decía esto, que había que mejorar cosillas y tal, y supongo que se harían referencias a las necesidades de poner viviendas de alquiler social en el mercado, ¿no? 26 de octubre de 2024, hace justo un año:
Es una pena que, habiendo fondos europeos para tantas necesidades, incluida la vivienda, permanezcan estancados, sin grandes avances, y los plazos sí que se acercan de manera inexorable. Todos esos fondos se perderán… como lágrimas en la lluvia… ¿o no? En octubre de hace un año no pintaba bien la cosa, y ya se han perdido fondos europeos por no haber podido sacar adelante las medidas exigidas por la Unión Europea para su obtención. Siempre esos «socios» ayudando.

Tampoco se ha logrado reducir prácticamente nada el número de licitaciones desiertas, que permitirían emplear los fondos europeos, y no se logra por las dificultades en sacar adelante cualquier proyecto en cualquier región o comunidad autónoma:
Al menos la recaudación fiscal va como un tiro, tanto en 2025 como en 2024. Las empresas, los trabajadores y los autónomos pagamos más impuestos, ya solo falta que se gestionen bien y que se contenga el gasto público superfluo, como decía el FMI hace un año:
Pues tampoco se ha avanzado mucho en este campo, o en la reducción de la deuda, pese a haber tenido unos años tan positivos en ingresos que podían haberse empleado, ya que no parecen mejorar los servicios públicos en ningún lado, sino más bien al contrario, para disminuir la deuda de manera drástica:

O en el de las pensiones, un debate que nadie quiere afrontar porque, quien lo hace, como en Francia, sale escaldado. El caso es que el problema que ya se vislumbraba hace un año, y tres, y cinco, sigue encima de la mesa. Pensiones crecientes, número de pensionistas en aumento y unas cotizaciones que no cubren el déficit.
¿En qué estaba metida la ministra María Jesús Montero hace un año?
Ah, en satisfacer a los socios de gobierno, a los que parece que de verdad mandan aquí. ¡Cuántos recursos consumidos, de tiempo y de dinero, para no cubrir nunca los requerimientos de unos tipos insaciables!

Es de suponer que algún ministerio sacaría adelante sus propuestas, como el de Trabajo. ¿A qué se dedicaba Yolanda Díaz con encono hace doce meses?
Vaya, a lo mismo a lo que se ha dedicado todo el 2025 sin éxito, a la reducción de la jornada, a la que ya le dedicamos varios textos en el blog, y a no plantear ninguna propuesta para reducir el absentismo, que sigue en cifras más preocupantes que hace un año:
Seguimos teniendo el mismo problema que hace un año… y veinticinco o treinta:
El panorama no es halagüeño, pero es de suponer que el presidente Sánchez, como hombre de acción que es, estaría pensando ya hace doce meses en cambios para mejorar lo que su entorno en el gobierno y en el partido no eran capaces de sacar adelante:

No sé, yo veo a los mismos de siempre. Incluso a Grande-Marlaska, quien, hace un año ya reconocía que no nos habían contado toda la verdad sobre el caso Delcy. Tampoco pasó nada, no se ha movido de su silla:
Koldo, Ábalos… los mismos nombres de hace doce meses nos aparecen en las noticias a diario, con un tufillo a finales de los ochenta o principios de los noventa que apesta. Con ellos sí que estamos de vuelta a la época de Marty McFly. Si hubiera estado fuera de España estos últimos doce meses, habría apostado porque al menos un cambió sí se habría producido:

Os he marcado la fecha. Curioso. Esperemos que en este tiempo, la relación del presidente con el poder judicial haya mejorado, porque el 18 de octubre de 2024 estábamos con estas:

Y ya sabéis, sabemos todos la respuesta: no ha mejorado. Así que sí, esta noche hemos retrocedido nuestros relojes una hora. Los avances en los últimos doce meses no parecen para tirar cohetes, por los socios, por su propia ineficiencia, por la falta de control del Parlamento, por el chantaje continuo de Puigdemont, por lo que sea (recordad El sueño trumpista de Pedro). Realmente no son doce meses, llevamos así desde el 23-J de 2023, y ya desde antes. Es comprensible que el presidente saque al debate el cambio de hora, aunque creo que ya solo a sus palmeros interesan estos debates. Una pena que no avancemos conjuntamente en lo necesario.
Relacionado: Mariano y el cambio de hora.









