El Atleti, Cerezo y el manejo de la prensa

Que si «los hilos del palco del Bernabéu», que si «el pelotazo de Florentino con la Ciudad Deportiva», «el escándalo del Madrid con los parkings», que si «la prensa madridista, que es toda»,… Sorprende escuchar o leer todas estas cosas, pero casi tanto me sorprende comprobar cómo Enrique Cerezo, Gil Marín y el Atleti resultan tan «simpáticos» para la prensa. Ni una crítica, ni una sola duda sobre sus operaciones inmobiliarias, el manejo del club o esa afición en la que los impresentables (minoría, pero impresentables) llevan la voz cantante.

De todo ello hablamos Kollins y yo en su canal, en el vídeo con el que comienza este post. Nos centramos sobre todo en las operaciones urbanísticas del Real Madrid y el Atleti, y, especialmente, en el diferente tratamiento mediático que recibieron. Pero «es que la prensa es madridista» y tal, salvo Manolo Lama, Carreño, Castaño, los directores del As y el Marca, y todos los tertulianos de esas insoportables tertulias que solo soy capaz de seguir en los cortes de El Radio. En Lisboa 2014, la primera final de Champions perdida por el Atleti frente a su gran rival, se dio un suceso de lo más llamativo. El Cholo Simeone (cuyos antecedentes lo preceden) acababa de invadir el terreno de juego para intentar agredir a Raphael Varane, que por entonces apenas tenía veinte años de edad. Al entrar en la sala de prensa, apenas unos minutos después, toda la prensa española comenzó a aplaudirlo, ¡al del comportamiento macarra! Inconcebible, salvo por el hecho de que la inmensa mayoría de esos periodistas estaban deseando una victoria atlética casi tanto como una derrota madridista.

Pero no me quiero ir tan lejos. Hay un ejemplo muy reciente de esa «prensa madridista», como es la portada del diario Marca el último día del año 2024. Lo habitual es que la última portada la ocupe un personaje que represente lo mejor del año, que resuma los éxitos de los últimos doce meses. En un año en el que el Real Madrid ganó cinco de los seis títulos en disputa en fútbol, Champions incluida, más la Liga y la Copa del Rey de baloncesto, y fue, además, finalista de la Euroliga, uno esperaba encontrar a Bellingham, Vinicius, quizás Rudy Fernández, por el hito alcanzado en sus sextos Juegos Olímpicos. Nada de ello, la prensa «madridista» escogió:

El «simpático» Enrique Cerezo, que tiene a toda la prensa comiendo de la palma de su mano. Mis amigos del Atleti, que aún me quedan, me dicen que esto son chorradas, que el Madrid ocupa mucho más espacio, lo cual es cierto, respondo, porque vende diez veces más que el Atleti, pero el tratamiento no puede ser más diferente. Mientras para unos todo es escandaloso y criticable, para otros todo es maravilloso, hasta la «autoproclamada mejor afición del mundo», la de la lluvia de mecheros, los insultos racistas y los últimos dos asesinatos en el fútbol español. En Exmadridistas por el mundo ya di cuenta de esta penosa estrategia a la hora de titular en los medios y en El Real Madrid como cebo incluí uno de mis ejemplos predilectos del mundo clickbait:

Todo esto no son más que ejemplos relacionados de un modo u otro con la competición y con el afán de los medios por vender o lograr clicks en sus páginas. Sin embargo, lo que resulta bastante curioso es ver cómo la prensa generalista dedica horas y horas, o páginas y páginas, a operaciones urbanísticas relacionadas con el Real Madrid, y cómo pasan de puntillas por las de su rival en la capital. Si es que las comentan, que la mayoría de las veces ni salen. De esto fue de lo que hablamos en el vídeo en el canal de Javi «Kollins».

Ciudad Deportiva del Real Madrid vs Recalificación terrenos Metropolitano-Atleti

Si uno guglea «pelotazo y Ciudad Deportiva», enseguida le aparecen varios enlaces a artículos que hablan de esta operación como si hubiera sido algo ilegal, repleto de irregularidades o movido por esos oscuros poderes que llevan años ayudando al Real Madrid. Algunos artículos, como el de La Vanguardia, mienten al hablar de unos terrenos expropiados durante el franquismo. O adquiridos con ayuda pública. Nada más lejos de la realidad. Aquello era un erial al final de la Castellana comprado con el dinero obtenido tras una emisión de bonos del propio club. Este enlace a futbolgate.es/La recalificación de la Ciudad Deportiva aporta información muy suculenta sobre todo el caso, desde la adquisición inicial hasta su venta a finales de los años noventa a una serie de empresas privadas.

El Real Madrid es tan uña y carne con el poder que le denegaron la recalificación de los terrenos durante varios años y con gobiernos de toda clase: Arias Navarro en 1973, Juan Barranco a Ramón Mendoza en el 87 y Álvarez del Manzano a Lorenzo Sanz en los noventa. Finalmente se consiguió de la mano de Florentino Pérez y sus contactos, y fue una operación aprobada por el ayuntamiento de Madrid (donde solo se opuso el PSOE), la Comunidad, y tanto UGT como Comisiones Obreras, como las asociaciones de vecinos de la zona dieron su conformidad al proyecto. Todavía hay muchos que hablan del escándalo de la Ciudad Deportiva del Madrid, cuando pocas operaciones han tenido más informes y seguimiento que aquella. José María García sigue rajando de la misma cada vez que le ponen un micro delante, pero es que por su sangre solo corre el resentimiento. Aun así, la operación se elevó a la Comisión Europea por la posible ilegalidad de la misma, y el organismo dictaminó en 2004 que:

El propio comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, avaló la decisión. Claro que, si uno tiene que elegir entre el ayuntamiento, la comunidad, los sindicatos, los vecinos y la Comisión Europea por un lado, y José María García con sus sollozos veinte años después por el otro, pues… allá cada cual. Fue una operación muy beneficiosa para todos los implicados, ayuntamiento incluido, que recibió una gran cantidad de dinero tras la venta de una de las cuatro torres. Para los vecinos, pues se liberaron doce hectáreas adicionales de suelo verde, para Madrid, al contar con este gran centro financiero en la capital, y para el Real Madrid, por supuesto. No hubo un solo euro de dinero público que se traspasara a un club privado de fútbol.

Ahora podemos analizar cómo se ha juzgado por la prensa la cesión de unos terrenos públicos y una instalación pública como era la Peineta a un club privado como el Atlético de Madrid. En primer lugar, sorprende lo poco que se ha cuestionado esta operación, cuando aquí sí hay claramente un trasvase de recursos públicos a manos privadas, a un club que, por cierto, ha pasado por capital chino, israelí y, en la actualidad, de Arabia Saudí.

El estadio Metropolitano formaba parte de la aventura olímpica de Madrid para los Juegos de 2004, 2012 y 2016, y fue una inversión pública que durante años quedó para la realización de pocos eventos. No entro en la conveniencia o no de la operación de permuta por los terrenos del Vicente Calderón, solo en lo poco que se ha hablado de la misma, pese a que había aspectos que podían despertar dudas. Por ejemplo, cómo es posible que el convenio de 2008 recogiera una edificabilidad de 101.372 metros cuadrados con un coste para el Atleti de 42 millones de euros, y que, sin embargo, en el convenio definitivo de 2017, se ampliara la edificabilidad a 151.000 metros cuadrados y el coste se quedara en apenas 60 millones, de los que el club solo tenía que desembolsar la mitad.

Una asociación de seguidores del Atleti (Señales de Humo, muy críticos con Cerezo y Gil Marín) presentó un recurso contra esta modificación del Plan Urbanístico, y, en 2018, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid les dio la razón:

La Sentencia estima seis de los siete argumentos expuestos en el recurso contencioso administrativo interpuesto por la Asociación Señales de Humo contra el referido acuerdo de aprobación definitiva siendo demandados la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Club Atlético de Madrid”. ¡Seis de los siete! Veamos cuáles son, alguno de lo más curioso para lo poco o nada que se habló:

  1. Falta de interés público en el cambio de uso de la instalación (pública) a privada: no quiero ni pensar lo que se habría dicho si ese traspaso de lo público a lo privado hubiera tenido al Real Madrid como destinatario.
  2. Falta de motivación de la modificación del Plan Urbanístico: pues no atiende a necesidades de la ciudad, sino a un interés particular. Digo lo mismo del punto 1.
  3. Incorrecta clasificación del suelo a “urbano no consolidado”:
  4. Inexistencia de las plazas de aparcamiento que debería haber al aumentar la edificabilidad a 151.500 m2.
  5. “…vulneración del art.67.2 de la LSCM ya que se produce un evidente fraude de Ley porque se evita cubrir las dotaciones – que desaparecen- sustituyéndolas por dinero, cuando al Club se le podría haber vendido una mayor superficie de suelo existente dentro del ámbito de actuación a fin de que cumpliera con las obligaciones compensatorias …”. Fraude de Ley, esto mejora a cada paso.
  6. Ausencia de un informe medioambiental ¡sobre ruidos!!! ¡Jojojojo, anda que no hemos hablado de ruidos en otro lado de la ciudad!
  7. Informe sobre impacto de género, que no existía.

El ayuntamiento de Madrid y el Atleti como parte afectada recurrieron la sentencia, y dos años después el Tribunal Supremo anuló la sentencia y dio la razón a todos los promotores de la modificación del Plan Urbanístico. Era septiembre de 2020 y estábamos todos a otras cosas aquel año, pero no deja de ser curioso lo poco que se escribió o habló sobre este asunto en los medios. Y, por supuesto, a nadie se le ocurrió escribir que «Cerezo maneja a los jueces y los políticos desde el palco del Metropolitano».

El caso no está cerrado del todo, porque el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha abierto un nuevo expediente por la valoración de los terrenos aledaños que fueron expropiados e incluidos en el convenio.

Todo esto, con un alcalde que no tiene pudor alguno en manifestar sus filias futboleras, ¡lo cual me parece muy bien! Solo lo comparo con las barbaridades que se han dicho cuando Rajoy o Aznar han mostrado su apoyo al Madrid. Nunca se oyó nada reprochable con la afición de Zapatero por el club que ya entonces corrompía la competición.

Aparcamientos Padre Damián vs Acuerdo terrenos del Metropolitano y Centro Acuático

Los periodistas deportivos son, por lo general, bastante malos. Y tendenciosos. Pero ya, cuando hablan de asuntos económicos, resultan penosos. Algunos han llegado a decir que los aparcamientos adjudicados al Real Madrid en la Castellana y Padre Damián fueron adjudicaciones a dedo, milmillonarias, pelotazos, etc. Lo de siempre. A ver, vamos a tratar de explicar este proyecto, que, de momento, está suspendido. Y bien paralizado, si se han incumplido algunas normativas como las de ruidos, impacto ambiental o si no se ha acreditado el interés público, algo imperdonable cuando el vecindario ya está bastante cansado de obras, ruidos y alteraciones del descanso.

El concurso se licitó en procedimiento público, abierto a quien quisiera presentarse, y notificado con la suficiente antelación. Siempre que algún atlético me habla de este «pelotazo urbanístico», le pregunto: «¿Y entonces, por qué no se presentó ninguna empresa?».

Alguno me ha contestado: «sí, pero el Madrid tenía ventaja en la adjudicación como promotor del proyecto». 5 puntos sobre 100, fácilmente recuperables con la oferta económica, «si es un pelotazo, un negociazo como decís, se habrían presentado una docena de empresas triplicando o cuadruplicando el canon a pagar al ayuntamiento y habrían superado ese déficit inicial de 5 puntos». Pero para eso hay que buscar los criterios de adjudicación y no leer cierta prensa:

Los otros 20 puntos dependían de una valoración técnica: ejecución de la obra de construcción (9), el programa de ejecución (4), plan de ahorro energético tanto en obra como en explotación (3) y la propuesta técnica de gestión de la explotación y mantenimiento de las infraestructuras (4).

Por mucho que se haya explicado varias veces, el ayuntamiento de Madrid no pone un duro, es el concesionario quien ejecuta la inversión, 94 millones de euros, y luego lo explota durante cuarenta años, tiempo durante el cual paga un canon al ayuntamiento y se encarga del mantenimiento, el coste del personal y la financiación de la obra, y corre con el riesgo y ventura del contratista. No es un proyecto sencillo, ni mucho menos un pelotazo, pero eso, a cierta prensa, le da igual:

Una particularidad de este concurso, que solo he leído en un medio, es que el Real Madrid presentó un proyecto al ayuntamiento para ejecutar solo el parking del Paseo de la Castellana, y fue el propio ente público el que quiso incluir el de Padre Damián, así como el túnel para descongestionar de tráfico la zona. El parking de Padre Damián es deficitario, pues casi todas sus plazas estaban destinadas a los residentes de la zona, algo que tampoco se ha explicado suficientemente. El concesionario también tendría que sufragar el coste del túnel y de las dársenas para autobuses y vehículos comerciales de carga.

En cualquier caso, el proyecto ha quedado suspendido tras las denuncias de los vecinos y, según la sentencia, por la ausencia de un Plan Especial de impacto ambiental y por carecer de interés público. Me suena, me parece haberlo leído en este mismo post sobre otro caso cercano.

Ahora bien, qué distinto ha sido el ruido mediático con el convenio por el que el Atlético de Madrid se quedará con el Centro Acuático (otro pufo del Madrid olímpico, con un coste de casi cien millones de euros) y con los terrenos adyacentes para ejecutar y explotar su propia Ciudad del Deporte… y de muchas más cosas, según vamos sabiendo:

Por lo que se lee sobre este proyecto, del que todavía habrá que ver su desarrollo, posibles denuncias, etc. esto es lo que se ha denominado toda la vida un auténtico pelotazo urbanístico. Una cesión de suelo e instalaciones públicas a unos particulares en toda regla por un precio a priori ridículo. Suponemos que el Marca del atlético Juancho Gallardo habrá puesto el grito en el cielo con esta operación. Pues va a ser que no:

“Ha pasado desapercibido”. “Un acuerdo municipal ha certificado no ya la no continuación de unas obras que llevaban más de una década varadas, sino incluso el cambio de calificación del suelo sobre el que se asientan: ni siquiera tiene ya la consideración de recinto deportivo. Ahora se podrán construir en sus terrenos centros comerciales, hoteles, viviendas…”. El Atleti ni aparece en la noticia, y cuando lo haga, parecerá que hace un favor a la ciudad.

“El edificio está sin acabar, con las obras detenidas desde el año 2010 cuando todavía quedaban trabajos por valor de 91,9 millones de euros. Un cadáver olímpico que ha salido muy caro a las arcas públicas. Se encuentra anexo a los terrenos que acogerán la futura Ciudad del Deporte del Atlético de Madrid, donde el que el club presidido por Enrique Cerezo prevé desarrollar nuevas dotaciones deportivas, pero también centros comerciales y de ocio, una playa artificial e incluso una hipotética universidad privada”.

Ahora viene Cerezo con sus inversores árabes y nos arregla toda esta parte de la ciudad. No lo dudo.

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