Esta semana he recibido por varios contactos distintos una petición para firmar en contra de una exposición que se va a celebrar en el Museo Reina Sofía de Madrid, en la que se invita, entre otras lindezas, a incendiar iglesias. Con un par, como en la guerra civil. Menos mal que la gente en general es mucho más civilizada que estos imbéciles, porque me pregunto qué pasaría si alguien cometiera el error de seguir al pie de la letra a estos provocadores y «contribuyera» con una cerilla en el sitio equivocado. Sigue leyendo
