Fue bonito soñar con la tercera consecutiva

Kiev 2018

Pues ya sabemos todos cómo acabó. Añado una actualización del día 27 al final del post. ¡Tremendo! Lo de antes del partido era un contragafe de manual (que funcionó).

Barney, 26 de mayo de 2018

Fue bonito mientras duró. Fue hermoso pensar que podríamos igualar al Ajax y al Bayern de los setenta o, salvando las distancias, al Madrid de los orígenes de este torneo. Fue una gozada pensar que podríamos tener la cuarta en cinco años, o que lograríamos el hecho insólito de dominar en Europa tanto en fútbol como en baloncesto. Quizás debamos guardar en nuestra memoria para los años venideros que la hazaña del bicampeonato duró solo seis días, los que van de la maravillosa victoria el domingo pasado en la Final Four de Belgrado hasta las 22,30 horas de esta noche, cuando el Liverpool nos haya vapuleado y apartado del trono europeo.

Doblete

Pero mientras vivimos instalados en el sueño, como decía Andrés Montes, la vida podía ser maravillosa. Cristiano igualaría en Champions las cinco logradas por el Barça en toda su historia, y el Madrid volvería a poner una distancia de ocho con el máximo rival. La misma diferencia que en 2005, antes de que el Barça disfrutara de los mejores años de su Historia. Ya no podremos mantener la leyenda del equipo que ganaba todas las finales a las que se presentaba desde 1981, porque precisamente aquel último equipo que nos derrotó ha vuelto para cerrar el círculo.

Ese sueño murió para mí en el mismo instante en que Roberto Cenutrio Gómez (reconozco que no lo escucho nunca, me pilló por sorpresa en un programa de noticias generales, no deportivas) saludó al presentador diciendo:

  • 3-0, está clarísimo. Buenas tardes.

Me vino a la mente el pronosticado «chorreo» de Boluda y comenzaron a visitar mi mente los fantasmas del pasado:

Klopp– Se me apareció la sonrisa maléfica de Jurgen Klopp en una aciaga noche de Dortmund en la que nos cascaron cuatro goles tras someter al Madrid a una presión adelantada tan intensa como la que van a sufrir los nuestros esta noche. Anoche vi a Klopp en el telediario llegando al hotel y su mueca sonriente me heló la sangre del mismo modo que si Montoro hubiera llamado a la puerta de mi casa.

– Sentí la presencia del espíritu de los reds, ese carácter indomable que les lleva a lograr hazañas imposibles cuando no son favoritos, como en aquella final de Estambul en la que levantaron un 0-3 al descanso contra el entonces intratable AC Milán.

– Surgió el fantasma de Anfield en 2009 cuando el Liverpool nos cascó otros cuatro goles en una noche en la que nos pareció el mejor equipo del mundo, y el nuestro el peor. Ese día incluso Torres y Mascherano jugaron un partido espectacular.

– Vi al espectro de Salah arrasando la banda de Marcelo, como le vi llevarse por delante a los defensores del City y la Roma en anteriores eliminatorias. 

– El fantasmón de Roncero se presentó sin avisar soltando sus chorradas de cenizo y gafe e invocando a una decimotercera que empezamos a intuir que no llegará.

Y es que si nos atenemos a lo que la prensa supuestamente especializada dice de este Real Madrid no sé ni para qué se molestan los nuestros en saltar al terreno de juego. No tenemos director deportivo desde hace años, razón por la cual se nos escapan los fichajes estrella del mercado, como Dembelé, Yerri Mina, Alcácer o André Gomes, y pretendemos ir por Europa con actores secundarios que costaron cuatro euros como Asensio o Casemiro. O recuperando a jóvenes que no dan más de sí como Carvajal, Lucas Vázquez o Vallejo.

El gran Zinedine Zidane, Zizou, fue grande como jugador, pero como entrenador es un mero alineador cuya mayor virtud radica en sonreír con elegancia a la prensa, porque ya se sabe que sus conocimientos tácticos son limitados y no fue capaz de ganar a La Roda. No es como el brillante Paco Jémez o como «el mejor entrenador del mundo», Pep Guardiola, el que no mejoró al Bayern ni al City porque no le pusieron suficientes millones en la chequera. Que con Zizou al mando se hayan ganado dos Champions, una Liga y cinco títulos más en apenas veintiocho meses es una mera casualidad. Cosas del fútbol y sus incomprensibles designios.

Es imposible ganar otra Champions con un portero indigno de un equipo de primer nivel como es Keylor Navas. Ya se vio en la eliminatoria contra la Juve o en la ida en el Allianz Arena de Múnich. Las ocho paradas decisivas de la vuelta de semis, cuando sentíamos dos bultos en nuestra garganta, fueron de chorra, se las encontró. También cosas del fútbol y sus casualidades.

Equipo

La defensa del Madrid es un coladero por el que Firmino, Mané y Salah se van a colar como un cuchillo sobre mantequilla fundida. Ramos ha perdido velocidad, a Varane le falta contundencia y las espaldas de Carvajal y Marcelo son autopistas de cuatro carriles para los delanteros rivales.  De tres goles no baja el Liverpool. Marcelo no es defensa, sino un extremo izquierdo afortunado que tan pronto marca al PSG en el Bernabéu con la espinilla, como la empotra con potra a la Juve en Turín o al Bayern en Múnich. Cosas del fútbol y sus curiosidades.

El centro del campo del Madrid se verá sobrepasado por la presión alta de los ingleses. Casemiro no tiene nivel para un equipo top, aunque esta sea su cuarta temporada en el Madrid y su cuarta final de Champions. Modric está mayor y, como dijeron los sabios Meana y Maldini, no ha demostrado ser mejor que De Las Cuevas.

Modric

Kroos está haciendo su peor temporada desde que está en el Madrid, e Isco es un ralentizador de juego cuyos balones perdidos provocarán las terribles contras del Liverpool que nos van a hundir. Lástima no tener a un Iniesta o un Xavi Hernández, control en estado puro, manejo del tempo de los partidos, los líderes que todo entrenador ansía tener de su parte. Es tal su dominio del juego que ahora imparten lecciones desde los potentes campeonatos de Japón y Catar. Las alternativas para cuando el partido se ponga negro son Marco Asensio y Lucas Vázquez, jugadores que no destacaron especialmente en el Español. Van al Mundial sin merecerlo, cuando hay jugadores como Sergi Roberto, Mata o Pedrito que podrían aportar mucho más. Que estos seis centrocampistas lleven al Madrid a dominar en Europa solo puede comprenderse por la chorra y la flor de Zidane. Cosas del fútbol y sus sinsentidos.

La BBC puede ser el símbolo más sobrevalorado de la Historia del fútbol. No es como la célebre MSN, trío magnífico cuyos cuatro años de reinado se cerraron con tres Champions del Madrid y tres Balones de Oro para Cristiano. Hace bien Relaño en denominarla bbC. Benzemá es un delantero sin gol, sin sangre, sin nada reseñable que aportar. Hay que venderlo este verano. El galés Gareth Bale parece más preocupado por su moño que por anotar goles o crear peligro. Y eso cuando no está lesionado, claro. Tenían que haberse desprendido de él hace tiempo, pese a sus goles en finales de Champions o Copa. Cristiano es ese jugador cuya carrera es un enorme maquillaje estadístico comparable a los potingues que se echa en el rostro. Ha acomodado su carrera hacia algo tan simple como el gol en partidos menores contra la Juventus, el Atlético de Madrid, el Bayern de Múnich o el PSG. Solo con esa excepcional campaña de maquillaje se entiende que lleve el doble de goles que Messi en eliminatorias. Cosas del fútbol y las mentirosas estadísticas.

Está claro: el Madrid ha tocado techo. Es indigno que llegue a una final de Champions y rebaja el nivel de la competición. La suerte y unos rivales flojos le han llevado hasta allí. Santiago SegurTrola lo sabe mejor que nadie. Un PSG repleto de millonarios sin ambición y al que le faltó Neymar en la vuelta. El Madrid tuvo mucha suerte, incluso la de no poder contar con los lentos Kroos y Modric. Diapositiva1

La Juventus es ese equipo de viejos como Dybala, Douglas Costa o Pjanic, no como el rejuvenecido Madrid de Cristiano, Ramos, Marcelo y Modric. Es un equipo flojo que con algo de fortuna ha ganado las últimas siete ligas italianas y ha alcanzado dos finales de Champions. El Madrid se clasificó por su pegada (aunque tirara veinte veces más a puerta que su rival) y con la ayuda arbitral de turno en modo de gol legal anulado a Isco y penalti claro de Benatia en todo el mundo excepto en los medios de comunicación españoles.

El Madrid tuvo de nuevo las bolas calientes a favor y le tocó enfrentarse a un Bayern menor que apenas ha arrasado en las últimas seis Bundesligas. Pese a ser un equipo venido a menos, el Madrid solo pudo frenarlos con las manoplas de Keylor y la de Marcelo. Una mano que según el reglamento de esa semana sí era penalti.

En fin, mucha suerte. Otro año más. Cosas del fútbol. Pero la carencia madridista de todo lo necesario para ganar el título de clubes más importante del mundo tiene que acabar algún día y los «expertos» dudan si ese Liverpool alocado que a duras penas derrotó 5-1 al inventor del fúPbol será el ejecutor de los deseos de los millones de antimadridistas que se han propagado como una pandemia por toda España, no así en el resto del mundo.

El Madrid se plantea un nuevo desafío a la Historia. Pero hay tanto bocachancla rajando que creo que ni todos los contragafes de Petrelli unidos, ni el estupendo diseño de Javo, podrán ayudarnos en esta ocasión. Felicitemos por tanto al Liverpool, seguro vencedor, el equipo que dejará a descubierto esa mentira de suertudos triunfadores que es el Real Madrid.

javodsgn

(Que conste que espero la foto que acompañe a esta)

Campeones Belgrado

Actualización del 27 de mayo de 2018

3-1, partido extraño, campeones por decimotercera vez. La cuarta en cinco años y el antimadridismo está que trina. No pueden echarle la culpa al árbitro, no pueden hablar de suerte sino de errores, así que lo último que he leído en estas horas es que lo del portero es sospechoso, como si estuviera comprado, jajaja, y que Sergio Ramos lesionó a Salah de modo intencionado, ¡jajaja! También he leído que hay un penalti de Casemiro en ese balón que le da en el codo que tiene pegado con DeLoctite al cuerpo, ¡¡jajajajaja, me parto!!

Como no pueden atacar con sus argumentos habituales de la suerte, los árbitros, la pegada, etc., lo han hecho con el no menos habitual del nivel indigno del rival. Sinceramente, después de eliminar a los campeones de Francia, Italia y Alemania, y derrotar al rival que se cargó al todopoderoso City de Guardiola y a la Roma que humilló a los que iban a por el triplete, me da igual lo que digan los antis. A disfrutar de la victoria, del título y a enorgullecerme de seguir a un equipo que reina en Europa en baloncesto y fútbol, lo nunca visto.

Me da igual todo lo que digan, incluso lo que dijeran Cristiano y Bale nada más acabar el partido, porque el equipo está por encima de todo. Si se quieren ir, que se vayan, que dejen una buena pasta para traer a cualquiera que no sea Neymar y siempre les estaré agradecidos por los servicios prestados. La chilena de Bale también debió de ser producto de la suerte o de un árbitro que no vio juego peligroso, o de un portero comprado que no estiró los brazos lo suficiente. Pobrecitos, si fueran como Carles Puyol lo llevarían mejor.

¡Hala Madrid!

Cara Barney

 

 

6 comentarios en “Fue bonito soñar con la tercera consecutiva

  1. Y ahora qué ? Fue una pesadilla lo escrito o tal vez ha sido un conjuro que surtió su efecto. Me quedo con lo Segundo pero el artículo estaba muy bien argumentado. Siempre quedará el interrogante de que habría pasado si no se lesiona el egipcio. Gracias por tus escritos. Un saludo

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    • Buenas tardes, Fernando.
      Evidentemente era un conjuro para ahuyentar a esos fantasmas que se veían tan confiados antes del partido. Y me dediqué a recordar toda la sarta de chorradas que los medios vierten sobre el Madrid: sin entrenador, sin juego, sin portero, con jugadores mayores, con Bale y Benzema acabados,… Con suerte, arbitrajes, nunca vale nada, el Madrid nunca gana por méritos.
      Voy a actualizar el artículo hablando brevemente de lo ocurrido anoche. ¡Campeones una vez más!
      Gracias a ti por seguir la página y por comentar, se agradecen los comentarios de los buenos madridistas. ¡Saludos!

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  2. Antes de nada, y para que no se malinterprete lo que viene después: Enhorabuena, son justos campeones y está claro que un equipo que gana cuatro de las últimas cinco Copas de Europa ni lo hace gracias a sorteos favorables, bolas calientes y demás pseudojustificaciones.ni por casualidad. El Real Madrid tiene un equipazo, un gran trabajo colectivo y una excelente gestión de la plantilla, donde Zidane ha conseguido sin estridencias que no haya titulares porque sí.

    Ahora los palos:

    La acción donde se lesiona Salah es, como mínimo, fea por parte de Ramos, atrapándole el brazo y forzando su caída con él en posición extraña. Posiblemente nadie vaya a acordarse en unos días, pero me parece igual de miserable que el pisotón de Juanito o la ida de olla de Pepe contra el Levante.

    El primer gol, si no me equivoco, no debió subir al marcador: Que yo recuerde hay una norma que dice que el portero tiene que poner el balón en juego en como máximo cinco segundos después de atraparlo con la mano. Es una de esas normas que casi nunca se cumplen (pocos porteros son sancionados por tardar más de la cuenta) pero que al obligar a un saque rápido también indican que dicho saque no puede ser molestado. Y no es que Karius sacase hacia Benzema, es éste el que estira la pierna para interceptar el saque. Probablemente al árbitro le pesó haber anulado antes un gol al Real Madrid (bien anulado, por otra parte), pero eso no justifica el error de criterio arbitral.

    En fin, que nada indica que a pesar de ello el Real Madrid no hubiese ganado igualmente (Mané, por ejemplo, debió ser expulsado por el manotazo), pero son detalles que emborronan una victoria, como digo, merecida.

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    • Buenas, Diego.
      La verdad es que como madridista me da mucha rabia que se insista tanto en lo que denominas «esos detalles que emborronan una victoria» en lugar de en los detallazos de buen juego o golazos como el de Bale (después de 27 pases y más de un minuto de control total de balón). El día anterior al partido repitieron el 4-1 contra la Juve de la final de Cardiff y fue un partido espectacular que no se destacó lo suficiente por parte de nuestra prensa, tan aficionada a ensalzar las virtudes del Barça y la «intensidad» del Atleti, y tan parca siempre con el Madrid, que «solo» ha ganado 4 de las últimas 5 Champions.
      Por volver a esos «detalles que emborronan», no estoy de acuerdo, pero bueno, esto es fútbol y todos tenemos nuestra opinión. La lesión de Salah fue una desgracia, como la de Carvajal, fortuita. El primer jugador que agarra es Salah y ambos caen con la inercia de la jugada. Pretender que Ramos intenta lesionar a Salah, como han dejado caer algunos periodistas españoles me parece muy feo. El propio Ramos se da cuenta de inmediato de lo feo de la caída y se acerca a preocuparse por el egipcio. El gol de Benzema es perfectamente válido porque al portero hay que dejarle sacar, y eso es lo que hace Benzema, que está a casi dos metros de Karius. Lo que no se puede hacer es quitar el balón de las manos al portero o cuando está en el aire para golpear con el pie, porque hay que dejarle ese espacio para sacar. Yo creo que el árbitro no influyó, pese a que algunos periogolfistas españoles hayan intentado otra vez jugar a eso. Ni uno solo, por cierto, se ha cuestionado que haya falta en el salto de Lovren que facilita el gol del Liverpool, pese a que en las repeticiones se observa cómo le da con el codo a Ramos en la cabeza y se apoya completamente sobre su espalda. Yo no lo hubiera anulado, igual que el de Benzema. Pero es solo mi opinión.

      Un saludo, y gracias por comentar.

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      • Conste que en ningún momento he discutido ni el buen juego (el Real Madrid fue superior incluso con Salah en el campo y cuando éste se tuvo que ir el Liverpool prácticamente desapareció) ni el merecimiento de la victoria. Hay muchas formas de jugar bien al fútbol y el tiquitaca es sólo una de ellas.
        Ahora bien, igual que la Champions del 2009 está marcada para siempre por el arbitraje de semifinales de Ovrebo entre Barcelona y Chelsea, por mucho que el Barcelona fuese un campeón tremendamente solvente en los otros partidos (y a mí, como aficionado del Bayern Munich, me duele reconocerlo después del 5-1 global de cuartos), es normal decir que la final de este año está marcada por acciones como el derribo que desgraciadamente terminó en lesión.
        Por cierto, yo no defiendo que Ramos intente lesionar a Salah. Lo que sí creo es que en su cabeza estaba un pensamiento en plan «por mis coj… que no te me vas» y eso le llevó a seguir agarrando durante la caída. Quienes han jugado al fútbol, incluso aunque sólo sea a nivel amateur, saben que la mayoría de lesiones causadas a rivales vienen de acciones demasiado «efusivas» y no por una verdadera intención de causar daño. Por eso esa actitud, en futbolistas profesionales con muchos años de experiencia, me parece muy reprochable.
        El árbitro, en general, estuvo bastante mal, en mi opinión, y con la lesión de Salah perdió el control del partido. El problema de que un árbitro esté mal es que al final ambos equipos tienen motivos para estar enfadados, cosas que recriminarle y gasolina para sus sectores más victimistas y forofos. Probablemente de no ser por la superioridad tan clara del Real Madrid, si el Liverpool se hubiese visto durante muchos minutos con posibilidades reales, el partido se le hubiera ido totalmente de las manos.
        Por cierto, ahora dicen que Karius tenía conmoción cerebral por culpa de un choque con Ramos. Supongo que cualquier cosa vale para echar mierda sobre la victoria, pero si es verdad entonces es otro punto en contra del árbitro y sus ayudantes. Son ellos quienes tiene que parar el juego porque un portero no esté en condiciones de jugar.
        En fin, que enhorabuena y no te amarges con lo que diga la prensa deportiva: Desgraciadamente hace años ya que son el equivalente para hombres del Sálvame. Han acabado por hacer bueno al Butano…

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      • En eso te doy la razón, han acabado por hacer bueno al Butano, y mira que este era sectario, manipulador, chantajista y todo lo que se te ocurra que no debe ser un periodista. Lo de la supuesta conmoción de Karius es la última chorrada que a poco que un periodista hubiera hecho su trabajo habría quedado desmontada. Para empezar, el supuesto choque con Ramos se produce tras un empujón a este, que no digo que fuera penalti, pero pudo serlo. Es totalmente fortuito y desde luego parece leve. Tras la supuesta conmoción, Karius hace dos intervenciones de mérito, a disparos de Isco y Benzemá.

        Pero lo que desmonta toda esta falacia es que el portero alemán tiene jugadas similares en la Premier y en la Champions. Y Zidane lo sabía, por eso tanto Modric en la primera parte como Bale en la segunda tiran desde su casa, cuando no suelen hacerlo. En las semis contra la Roma hay un disparo similar de Kolarov, a Karius se le doblan las manos y el balón, en lugar de acabar dentro, se estrella en el larguero. Pero ese trabajo que podían haber hecho los periodistas no lo hacen, y lo peor es que no creo que lo hagan por ignorancia, sino por algo peor: por tendenciosos. Por desacreditar al Madrid.

        Lo último que he leído del asunto es que la clínica de Boston en la que le hacen el informe médico pertenece a los mismos dueños que el Liverpool. No sé si el objeto de dicho informe es criticar al Madrid o a Ramos, o simplemente para evitar que algunos hooligans la tomen con este pobre chico, el doble de Thor. «Guapísimo», como decía mi mujer.

        En fin, creo que el Madrid fue muy superior al Liverpool en la final, fue bastante inferior al Bayern, y fue mejor que la Juve y el PSG en el global, pese a lo cual para cierta prensa, el Madrid ganó su tercera Champions consecutiva por una mezcla de la flor en el culo de Zizou, la conmoción a tiempo parcial de Karius, la bebida en mal estado que mareó a los jugadores del Liverpool, el estado del césped, el humo que cegaba los ojos del árbitro y la cogorza de Klopp. Allá ellos, yo lo disfruté como un enano y la imagen para mí y para siempre será la chilena de Bale.
        Saludos.

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