¡Vamos, Rafa!, por Barney

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Tuve la suerte de estar el domingo pasado en la final del Mutua Madrid Open disputada entre Rafa Nadal y Andy Murray. Nadal, nuestro héroe, el tipo que nos ha hecho disfrutar tantos partidazos, ese chico que cae tan bien y al cual no parábamos de jalear desde las gradas, no podía. Sufría en la pista. Sólo un par de veces levantó su puño en alto y profirió su grito de guerra: «¡Vamos!» Cayó derrotado por un inapelable 3-6, 2-6. Era la primera vez en su carrera que caía contra Andy Murray en tierra batida. Algún espectador cercano comentó que Rafa Nadal está acabado.

Uno de los partidos más brutales que recuerdo fue la final de 2005 de este mismo torneo contra el croata Iván Ljubicic. Rafa hizo una de esas espectaculares remontadas que ya no sabemos si volveremos a ver. Fue en esos tiempos en que el torneo de Madrid se jugaba en pista rápida y al mejor de cinco sets. La revista de la organización hacía referencia a ese partido en el hueco dedicado al palmarés. El tal Ljubicic pegaba unos palos tremendos a las líneas, sin liftados ni cortados, unos20150517_071841 palos secos, durísimos, pero Rafa se agarró a la pista como una lapa, como siempre ha hecho, alcanzó un par de directos que provocaron una «brecha en la ceja de Iván Drago» y fue capaz de darle la vuelta al partido. 3-6, 2-6 (igual que ante Murray), 6-3, 6-4 y 7-6. Sinceramente, no creo que el Nadal de 2015 hubiera sido capaz de darle la vuelta al partido contra Murray, como lo hizo el Nadal de 2005.

Durante la entrega de premios, Nadal se disculpó ante los aficionados por no haber estado a su mejor nivel, por no haber sido capaz de jugar mejor. ¡Nadal disculpándose!, lo que me faltaba por ver. En un país en el que no se disculpan ni los políticos a los que han pillado robando con las manos en la masa, viene este chico de Manacor a decirnos que lo siente. Qué grande es20150510_210128.

El viernes pasado, Nadal era derrotado en cuartos de final del torneo de Roma por el suizo Stanislas Wawrinka. También era la primera vez que caía ante el suizo en tierra batida. En el pasado Conde de Godó Nadal cedía ante el italiano Fabio Fognini, contra el que ya había perdido en el torneo de Río de Janeiro, tras perdonar 14 bolas de break. El año pasado era eliminado en Montecarlo por David Ferrer, contra el que no caía en tierra desde hacía diez años. ¿Está Nadal acabado, como decía ese espectador? Hay síntomas preocupantes, algunos muy preocupantes, como la derrota ante Feliciano López en el Másters de Shangai. Un tipo del que dijo Martina Navratilova, que de esto sabe algo, que «tiene mucho talento, pero es vago» y se preocupa más «por su imagen que por mejorar». Y es verdad, Nadal no puede perder contra él. Feli me ha desesperado muchas veces, pero reconozco que le perdono todo desde la victoria contra Del Potro en la final de la Davis de 2008 en Mar del Plata.

Volviendo a Nadal, no sé si está acabado o no, pero sí está claro que le falta algo todavía. En la final contra Murray tuve la sensación de que le faltaba media zancada en casi todas las bolas, llegaba tarde una décima de segundo, y le faltaba sobre todo precisión. Precisión para ajustar las bolas a las líneas y que no se le fueran tan largas, y la frialdad que tenía antes para ganar los puntos decisivos del partido. Como las bolas de break ante Murray que no fue capaz de cerrar como en los viejos tiempos.

Si está acabado o no, no lo sé, porque algunos ya le han enterrado varias veces, y ha surgido siempre con más fuerza, como en el espectacular 2013 (10 torneos y 4 finales), tras siete meses de retirada del circuito por la rotura parcial del tendón rotuliano. El caso es que aunque no vuelva a ganar un Grand Slam o un Masters 1000 en lo que le queda de carrera, para nosotros siempre será el mejor que hemos visto en una pista. Ya sé que Federer y Djokovic son mejores tenistas, tienen una facilidad innata para este deporte, mejores facultades y golpes mucho más perfectos, pero para nosotros, Rafa Nadal siempre será el mejor, por su coraje, su lucha, y sus ganas de progresar año tras año. Y por supuesto por la calidad de su tenis. Porque muchos le critican incluso su tenis, como si no tuviera mérito lo que hace, cuando precisamente tiene más mérito su palmarés que el de un tío que ha nacido con el talento de Federer o Djokovic.

No voy a decir que me de igual si está acabado o no, pero podría retirarse ya y seguiría teniendo un historial impresionante. Su mérito es mayor además, porque ha conseguido sus triunfos durante la época del mejor tenista de todos los tiempos (a juicio de muchos expertos, a mí no me gustan estas calificaciones), y durante los años del que está llamado a disputar ese título honorífico, que para mí es Novak Djokovic. Contra «el mejor de todos los tiempos», el suizo Roger Federer, tiene un marcador favorable de 23 a 10. Si no fuera por Nadal, Federer podría tener 25 títulos de Grand Slam y Djokovic, fácilmente 15 ó 16. Y aunque parezca una barbaridad lo que voy a decir, el historial de Rafa está en condiciones de discutirle a Federer ese trono de «el mejor de todos los tiempos».

Palmarés tenistas

Como vivimos en un país en el que nos gusta criticar a nuestros ídolos, y de eso no se han librado ni Induráin, ni Márquez, ni Alonso, ni Gasol, ni nadie, a muchos les ha dado por tomarla con Nadal. Ya desde sus inicios.

«Es un pasabolas», decían, seguramente esos que no saben que el tenis consiste exactamente en eso, en pasar una bola más que el contrario. Y Nadal pertenece a esa tradición de pasabolas tan nuestra, en la que están incluidos Ferrer, Arantxa, Bruguera, Jordi Arrese, Emilio Sánchez-Vicario o Pepe Higueras. Pero es un pasabolas en una versión muy mejorada sobre los mencionados. rafa

«Jamás ganará Wimbledon». Pues lo ha ganado dos veces, y ha jugado tres finales más. La primera vez que lo ganó, contra Federer y en su territorio, la hierba, en un partido de casi cinco horas, fue un partido impresionante, un duelo que John Carlin definió como «el mejor partido de todos los tiempos» en su libro Rafa. Mi Historia. Yo recuerdo de chaval la final Connors-McEnroe de Wimbledon en 1982 como uno de esos «mejores partidos de todos los tiempos». Connors era mi jugador favorito, y creo que Nadal tiene mucho de su estilo y su garra.

«Su carrera será muy corta». Es el único jugador de la historia que ha ganado al menos un Grand Slam durante diez temporadas consecutivas. En diez años solo ha perdido un partido en la arcilla de Roland Garros. Ocho años seguidos sin perder ni por lesión, ni por un mal día, ni por enfermedad, en Montecarlo. Diez años entre los mejores del mundo pese a las lesiones.

«Con ese saque no va a ningún lado, no ganará en pista rápida». El año que Rafa se propuso ganar el Open USA, en 2010, perdió su saque creo que sólo cuatro o cinco veces en todo el torneo, una marca superada únicamente por Andy Roddick. Un sacador nato. Aunque sí es cierto que tenía que haber sacado más rendimiento de su saque, sobre todo, teniendo un segundo tan débil (quizás su peor golpe). Pese a eso, Indian Wells, Miami, Australia, Nueva York,…

«Está acabado». Esperemos que no. Esto mismo dijeron los agoreros en 2012 y el año siguiente fue el mejor de su carrera, como ya he mencionado antes. Eso mismo dijeron tras caer en Montecarlo con Djokovic, y su respuesta fue derrotarle en Roland Garros. Y no contento con eso, también le ganó en el Open USA. En 2014 parecía que Djokovic podría finalmente con él en París, pero una vez más se estrelló contra la roca que es este tipo. Fue un grandísimo partido que afortunadamente acabó en cuatro sets, porque si se llega a prolongar hasta el quinto, creo que alguno hubiera salido en camilla. O como la final perdida en Australia 2012 contra Djokovic (el partido aquel de casi seis horas de duración). O tantos y tantos partidos con Federer, ganados y perdidos.

¿Ganará Roland Garros? Ahora mismo no lo veo, creo que ya le ha llegado el turno a Djokovic. Pero con este tío todo es posible. Nadal acaba de descender al puesto 7 de la ATP y más que caerá si no gana en París. Supongo que se recuperará en la segunda mitad de temporada, en la que no tuvo ningún éxito destacable, pero lo cierto es que la posición ATP me da un poco igual. Quiero verle ganar grandes torneos todavía, levantar el puño en alto y sacarle los dientes a Novak, a Andy Murray, a Berdich, o al que se le ponga enfrente.

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Por ese tipo de partidos he sido capaz de levantarme a las seis de la mañana (la final de Australia), o acostarme un lunes cerca de las tres (la final del Open USA), o pasarme tardes enteras pegado a la tele esperando su victoria en Roland Garros o Wimbledon. Y si no vuelve a su mejor nivel, disfrutaremos lo que le quede de tenis, y quizás veamos todavía algún triunfo inesperado, como fue para Pete Sampras su último Open USA en 2002 después de dos años sin ganar ningún torneo. O como fue para Federer la Copa Davis del año pasado, el trofeo que le faltaba (junto al oro individual en los Juegos Olímpicos). O si no, todavía nos levantará de los asientos como ese otro gladiador, Jimmy Connors, en el Open USA de 1991, en el que llegó a las semifinales con 38 años. O con alguna remontada épica, como aquella otra de Jimmy Connors, a sus 34 años contra un sueco mucho más joven que él, Mikael Pernfors, en Wimbledon, levantando un partido que perdía 6-1, 6-1, 4-1.

Ocurra lo que ocurra, pase lo que pase, para mí siempre será el mejor. ¡Vamos, Rafa!

Cara Barney

 

 

 

 

2 comentarios en “¡Vamos, Rafa!, por Barney

  1. Sin duda, el deportista de primera plana (da igual que sea español o no) que mejor ha sabido encarnar y transmitir los verdaderos valores del deporte (sacrificio, respeto, compromiso, humildad, esfuerzo, coraje, etc.). Ah! Y también ha conseguido que los guiris pronuncien bien nuestro nombre…harto estaba de Rafiel, Rafel, Raf,…fue llegar Rafa..y fin del problema. Vamos Rafaaaa!!!

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    • Pues sí, de acuerdo con todo lo que dices. El único pero es que tu alias, RPI, es un anagrama de RIP, y en una entrada que habla de Nadal y su posible fin como deportista,… me da mal rollo, Reifiael. Ojalá nos vuelva a sorprender Rafa en Roland Garros. Y si no, en Wimbledon. O en Flushing Meadows. O mejor aún, que gane el único torneo importante que le falta, el Torneo de Maestros en Londres. Difícil, pero… yo sigo confiando en este tipo. Saludos.

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