La detención del alcalde de Parla, José María Fraile, dentro de las actuaciones de la Operación Púnica, ha hecho reaccionar (¡por fin!) al PP y al PSOE. Supongo que la reacción es más mediática que otra cosa, un lavado de imagen para atenuar el efecto del enorme favor que le han hecho de nuevo a Pablo Iglesias.

Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, se ha apresurado a decir que José María Fraile, el alcalde de este municipio del sur de Madrid, debería dejar el cargo y el partido de forma inmediata. También ha hecho declaraciones en las que aparecía bastante compungido, hablando de la amistad que le une a Fraile y de las esperanzas que mantiene de que sus manos “no estén manchadas” de corrupción.

¿Y él? ¿Qué debería hacer Tomás Gómez? A él es al que llamo “el otro lince de Parla”. Que me perdone Javier Castillejo, el boxeador apodado como tal que llevó el nombre de esta ciudad hasta Las Vegas en aquel famoso combate contra Óscar de la Hoya. Tomás Gómez es otro tipo de lince, un caso digno de estudio en las escuelas, otro ejemplo de cómo medrar y ascender en el escalafón de la política gracias a la mediocridad y a la nefasta gestión. Sus huidas son siempre hacia adelante, o hacia arriba, como ocurre en los partidos políticos. Pongamos otro caso, del PP, Ignacio Fernández Rubio.

«Ah, ¿que me han pillado en Guadarrama?» Hablo con mi partido y paso a ser cabeza de lista y alcalde de Las Rozas. Como premio, el tercer municipio con más renta per cápita de la región.

Tomás Gómez se distingue entre otras muchas cosas por reprochar a los demás todo aquello en lo que él ha sido peor. En su día llegó a ser el alcalde más votado de España, puesto de honor en el que sucedió a otros ilustres como Jesús Gil y Gil. Con una estrategia similar a la de este, realizando inversiones faraónicas sin sentido, como un tranvía que ya quisieran en Bruselas o una playa artificial con palmeras traídas de Egipto (¡coño, con perdón, que hablamos de Parla, no de Beverly Hills!). Inversiones carísimas e ineficientes, pero que daban votos.

Ahora es un cadáver político al que le queda poca carrera, porque ha cometido el error de elegir la línea equivocada dentro del PSOE. Aunque como los partidos funcionan como funcionan, quizás eso sea un mérito o un aval si se produjera un cambio de dirección en los próximos años.

La operación Púnica está bajo secreto de sumario todavía, así que no puedo saber muy bien de qué va, ni quiénes son los 51 detenidos (hoy ya hablaban de 35, más 15 imputados), pero parece que se confirma que otro de los detenidos en Parla es Antonio Borrego Fortea, conocido en la ciudad como «Toni Maletines», un hombre que llegó a la alcaldía en 2003, durante la época de Tomás Gómez, con el único mérito de su trabajo anterior como portero de discoteca. En la actualidad, como Jefe de Gabinete, se ha convertido en el hombre de confianza del alcalde Fraile, sin el cual no se mueve un papel en Parla. Algo parecido a lo que ocurría en Marbella con Roca durante la época de Gil y Gil (de nuevo toca mencionarlo). Según la página parlahoy.es, y esta es una información sin contrastar aportada por ciudadanos, el patrimonio de Borrego desde que trabaja en el Ayuntamiento de Parla ha crecido como el de esos otros políticos a los que les toca la lotería varias veces al año. Aquí dejo una foto del pollo, el del recuadro, un angelito. No me extrañará si finalmente se va al trullo:

Es prácticamente seguro que Tomás Gómez no tiene nada que ver con Cofely y la Púnica, aunque sí sus sucesores al frente del Ayuntamiento desde que dejara el cargo en 2008. Para conocer bien las hazañas de Tomás Gómez al frente del consistorio, basta con echar un vistazo al Informe de Fiscalización del ejercicio 2010 que elaboró la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid en septiembre de 2012.

Antes de hablar de dicho informe, quiero hacer una puntualización sobre lo ineficiente de este sistema de control de los organismos públicos. En septiembre de 2012 se emite un informe referido al ejercicio 2010, en el que se detectan numerosas irregularidades, y a día de hoy, 4 años después de los hechos, 2 años después de su detección, no ha ocurrido nada, no se ha tomado ninguna medida.

Es cierto que Tomás Gómez dejó el Ayuntamiento en 2008, como no se cansa de repetir para que no lo asocien a su mala gestión, pero igualmente cierto es que los efectos de su paso por Parla se van a notar hasta 2032 por lo menos. El año en el que finaliza la devolución del Plan de Pago a Proveedores con el que el Estado canceló las deudas que dejó en su etapa de alcalde del municipio.

Si alguien quiere aprender cómo no gestionar un Ayuntamiento, le recomiendo que se lea este informe, que deja evidencias como las siguientes:

– Sobrevaloración de los ingresos previstos, con desviaciones del 90% y del 100% en algunas partidas, alguna de las cuales «no responde a ninguna expectativa real«. No me refiero a ingresos secundarios del Ayuntamiento, sino a desviaciones de 20 millones de euros, como el ICIO, o de 34 millones por la enajenación de patrimonio público.

– Gastos no contabilizados en el presupuesto del Ayuntamiento, lo que el informe define como OPAs, «Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto” por un importe de de 73,6 millones de euros. Es decir, por obligaciones derivadas de gastos realizados, como 11 de las 12 mensualidades de 2007 de la empresa concesionaria de limpieza y recogida de basuras, unos 16,5 millones de euros. Tomás Gómez sabe bien que este hecho constituye un delito de prevaricación, porque así se lo hicieron saber en los juzgados.

– Contrataciones de personal «sin la correspondiente acreditación de capacidad y mérito». El amiguismo de siempre.

– Incremento salvaje del endeudamiento. Normal, al incrementar los costes recurrentes, en base a unos ingresos hinchados.

– Aprobación en 2010 de una modificación del 85% del costes de las obras del contrato de urbanización del PAU-5 y accesos al Hospital de Parla, lo que llevó el contrato de los 15 millones de euros iniciales a los 26 finales. Tomás Gómez no puede decir que eso ocurrió al margen de su gestión porque la aprobación ocurriera en 2010, ya que el propio informe reconoce que las obras fueron ejecutadas entre enero de 2007 y noviembre de 2008, es decir, «las obras fueron ejecutadas sin la fiscalización previa y la aprobación del gasto, … y ejecutándose el modificado sin la existencia de crédito adecuado y suficiente para hacer frente al gasto y sin la aprobación de su expediente».

El informe dedica mucha literatura al célebre tranvía de Parla, cuya sociedad concesionaria se constituye en 2005. Pues bien, durante el mandato de Tomás Gómez se aprueba un proyecto complementario entre 2006 y 2009 que eleva los costes ¡en 36 millones de euros! Ayer casualmente apareció una noticia relacionada con la adjudicación de este contrato, y es que parece que ahora la UDEF va a comenzar a investigar esta adjudicación. No sé muy bien por qué ahora, cuando desde hace años se vienen mencionando las irregularidades. El posible delito estará prescrito seguramente.

Me gustaría que los periodistas hicieran un seguimiento de las noticias. Algunos recordarán el esperpéntico encierro de José María Fraile en la sede de la Comunidad de Madrid, hará casi tres años, en diciembre de 2011. José María Fraile pretendía con su encierro que la Comunidad de Madrid, a través del Consorcio Regional de Transportes, se hiciera cargo del ruinoso tranvía de Parla. Vamos, pretendía traspasar a la Comunidad de Madrid la ineficiente inversión realizada por Tomás Gómez, pretensión ya desestimada ya en primera instancia por el Juzgado de lo contencioso-administrativo en enero de 2013. El esperpento continuó, recordaréis, con el alcalde de Fuenlabrada llevándole un bocadillo a medianoche. Sería de chorizo, supongo.

Digo que los periodistas deberían hacer seguimiento de las noticias, porque ha pasado muy desapercibido hace menos de un mes que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha desestimado nuevamente los intentos de Fraile y Gómez de encalomarle la deuda y la concesión al Consorcio Regional, y condena al Ayuntamiento de Parla a abonar 50 millones de euros a la empresa concesionaria. Otra losa más para los sufridos parleños.

Otro contrato con el que se ceba el informe de la Cámara de Cuentas es el de la gestión del polideportivo municipal Francisco Javier Castillejo, el original «Lince de Parla». Según La Razón, la empresa adjudicataria se creó 14 días antes de la adjudicación, con un capital de 3.005 euros.

Este contrato millonario se adjudica por 40 años, y sus principales datos según el informe de la Cámara de Cuentas son los siguientes:

–Adjudicación a las dos empresas ofertantes con un plazo de la concesión de 40 años.

–Subvención a la inversión por el Ayuntamiento de Parla de 862 mil €, más IVA, en el segundo año de la concesión y subvención a la explotación de 1.939 mil €, más IVA, el primer año y este importe incrementado en IPC más un punto en los siguientes.

–Porcentaje de participación municipal en los ingresos comerciales del 30%.

–Inversión inicial, con plazo ejecución en los catorce primeros meses, de 12.500 mil € y una reinversión del 2% de la inversión inicial a partir del año 21; inversión en equipamiento y mobiliario de 500 mil € y una reinversión del 10% sobre la inversión inicial a partir del año 6; otras inversiones por mejoras presentadas de 1.600 mil €, con un plazo de ejecución no superior a 24 meses desde la fecha de formalización del contrato.

La oposición ya ha elevado quejas por el estado de las instalaciones municipales, que, como puede leerse, tenían que haber contado con una inversión de 12,5 millones de euros en los primeros 14 meses. Sin embargo, en el capítulo de inversiones del informe se indica:

En el bajo grado de ejecución del capítulo 6 destaca la casi nula ejecución de los proyectos 151.60002 “Urbanización PAU-5”, 151.60108 “Nuevas infraestructuras y espacios públicos” y 342.60109 “Infraestructuras deportivas e inversiones Polideportivo F.J. Castillejo”, con unos créditos finales de 13.751 mil €, 15.225 mil € y 4.000 mil €, respectivamente, equivalentes al 42% del total en este capítulo, y unas obligaciones reconocidas de 67 mil €, 12 mil € y cero.

¡No se invirtió ni un euro de los 4 millones a los que estaba obligado! Y sin embargo, por la liquidación del presupuesto del Ayuntamiento, se comprueba que la empresa concesionaria sí ha estado cobrando la subvención por la explotación. ¿Qué hay detrás de esta empresa? ¿Por qué se han permitido los incumplimientos que destaca el informe en la página 20?

Sin embargo, se pueden señalar diversos incumplimientos de otras condiciones contractuales: 

1. Se estableció un porcentaje de participación municipal en los ingresos comerciales del 30%. No hay derechos reconocidos por estos ingresos en los Presupuestos de los ejercicios 2010 y 2011. 
2. Los gastos de las instalaciones deportivas municipales por agua, gas y luz han seguido siendo pagados por el Ayuntamiento cuando son gastos a cargo del concesionario. 
3. La cláusula 21.12 del PCA estableció que, sin perjuicio de lo previsto en el PPT y de otra documentación requerida por el Ayuntamiento, el concesionario presentaría, con carácter anual, una memoria de gestión. La cláusula 14.7 del PPT estableció su contenido y su presentación antes del 30 de junio del año siguiente. Este requisito no ha sido cumplimentado por el concesionario. 
4. La cláusula 3 del PCA estableció que el plazo para la ejecución de las obras e instalaciones incluidas en el ámbito de la concesión, así como el equipamiento y dotación de las mismas, se fijaba en 14 meses, a partir de la fecha de firma del acta de  comprobación del replanteo… No hay constancia que las actas de comprobación de las obras se hayan realizado a fecha abril de 2012.

 

Toda esta información es pública, así que cuando ha saltado ahora el caso Cofely y la operación Púnica, la verdad es que no me ha sorprendido lo más mínimo. Otra información no es pública, como que el hermano del dueño de esta empresa concesionaria trabaja ¡oh, casualidad! en el propio Ayuntamiento de Parla como informático. Pero esa es otra historia. Como otra historia sería entender (y ya hablo de tantos politicuchos y Urdangarines en general) los motivos que llevan a una persona bien posicionada a robar y dejarse corromper. Yo tenía un conocido en esa situación cuyo problema fue el vicio por el polvo blanco.

Ignoro los motivos que le han llevado a Fraile a esta situación. Veremos qué ocurre en los próximos días. De momento el Consistorio ha nombrado alcalde a Fernando Jiménez, anterior concejal de Hacienda, el segundo responsable de los desaguisados comentados anteriormente. ¡Suerte, parleños!

P.D.: Tengo muy claro que de los 6 alcaldes detenidos, 4 son del PP y sólo uno del PSOE. Tranquilos, que como decían Tip y Coll, «la semana que viene ¡hablaremos del Gobierno!».