Iker no se merece este trato, por Barney

No quiero ser ventajista, así que quiero que sepáis que este post estaba escrito antes del Madrid-Barça del sábado, pero esperé al resultado por si había que comentar algo o modificarlo. Creo que no hará falta, esto es exactamente lo que estaba escrito:

casillas

“Yo no soy galáctico, yo soy de Móstoles”

Un tío que ataja de esta manera la última ocurrencia/gilipollez de Florentino Pérez se merece todos mis respetos. «Los Galácticos», un motivo más para generar la animadversión del resto de equipos, para incitarles a vencer a ese equipo que presumía de no ser de este planeta. A la gente se le olvidan las cosas, pero ese Madrid de los supuestos galácticos de Florentino estuvo tres años sin ganar nada. Y al cuarto atrapó una liga que parecía perdida, la de Capello, remontando 5 puntos en las 5 últimas jornadas.

Casillas se desmarcó rápidamente de la gilipollez de los galácticos, como la mayoría de los madridistas (espero) nos hemos desmarcado de la tontería de la camiseta del dragón o de la rosa, que por cierto, le queda muy bien a algunas pericas. Iker ha sido el capitán del Madrid, el de la selección, el santo, el salvador, el hombre que levantó dos Eurocopas, un Mundial, la Décima,… Ha sido el mejor portero del mundo, aunque desde hace dos años no hay tertulia futbolera, ya sea de bar o de radio, en la que no se hable de él dudando de sus condiciones, de su compañerismo, de su modo de ser y sobre todo de su valía. De si «está acabado o no».

En febrero de 2013 comienza el problema, cuando Mourinho decide relegarle al banquillo y pone en su lugar a Adán, actual portero del Betis. De segunda división, por cierto. ¿Merecía entonces Iker la suplencia? Desde luego que no, al menos si hablamos de rendimiento deportivo, no de otras cuestiones. La suerte que ha acompañado a Iker en su carrera hizo que el pobre Adán fuera expulsado a los 7 minutos de partido y que el capitán tuviera que saltar al campo. Con grandes aplausos, por cierto, del respetable. Pero el plan de Mourinho era irremediable y Arbeloa se encargó de materializarlo al pegarle a Casillas un patadón en la mano con la misma contundencia con la que golpeó la tibia de Villa en la final de Mestalla.

Mourinho aprovechó esos dos meses de baja para traer al Madrid a Diego López, un portero de buen nivel, internacional, y además, que nadie lo olvide, de la casa. Y Diego respondió con acierto, con partidazos como el de Manchester. Mou se encargó de dejarnos claro que lo suyo con Casillas era un tema personal y no deportivo, cuando empezó a hacer declaraciones sobre su cabeza, su suplencia o sus ganas de traerse a Diego López desde tiempo atrás. Estaba claro que mientras él siguiera como entrenador, Iker no volvería a jugar. Su “muñeco” particular, Karanka, (palabras de Messi, quizás las únicas en las que haya coincidido con él en mi vida) se encargó de decir aquella estupidez acerca de que Iker no tenía el “alta competitiva”. Tanto enrarecieron el ambiente entre ambos que incluso la final de Copa en el Bernabéu contra el Atleti pareció pasar a un segundo lugar. A Mou no le interesaba lo más mínimo el partido, su guerra no era con el Atleti, sino con Casillas. Encima, la final se resolvió con el gol de Miranda, en el que Diego López podía haber hecho más.

En todos esos meses, no se oyó una sola palabra de Iker más alta que otra. Aguantó y calló, por mucho que el mourinhismo caló en la afición y empezaron a señalarle con el dedo: “topo, amiguito de Xavi, mal capitán, pésimo compañero, cáncer del vestuario, chivato,…”. El presi miró para otro lado, como se ha encargado de recordar Casillas en una reciente entrevista.

Para dar mi opinión de Casillas, me voy a remontar mucho más atrás, a los inicios de su carrera. Y me interesa sólo la parte deportiva, el cotilleo me interesa muy poco.

En sus primeras temporadas, allá por el año 99, se tuvo que ganar el puesto primero ante Bodo Illgner y el argentino Bizarri (al que casi nadie recuerda, pero del que se decía que le faltaba un dedo, porque siempre se le escapaba el balón de las manos), y luego ante César Sánchez, que fue el titular prácticamente hasta 2002, hasta la final de Glasgow contra el Leverkussen. Yo creo que en aquella final fue donde comenzó la suerte de Iker, que pensábamos que iba durar siempre, pero que sin embargo, visto lo ocurrido los dos últimos años, parece haberse agotado. En aquella final, como recordará la mayoría, César se lesiona cuando queda media hora e Iker sale al campo con marcador de 2-1 a favor del Madrid. En el último minuto de partido salva 3 goles cantados con una mezcla de reflejos, buena colocación y suerte. Aquí dejo el vídeo:

La suerte aumenta poco después, porque Iker tampoco era el portero titular de la selección española, puesto que ocupaba el … de Cañizares. Puntos suspensivos para que cada uno deje su apelativo preferido, el mío es soplagaitas. Pues bien, con Casillas destinado a la suplencia, y Cañizares preparado para triunfar en el Mundial de Japón y Corea, con su pelito teñido de rojo cual pájaro loco, llega el portero del Valencia y sorprende a todo el mundo del fútbol con la lesión más inverosímil que se recuerda: “me he cortado el talón con un bote de perfume”.

cañizarespájaro loco

¡Que no era colonia, era perfume! Un soplagaitas, lo que yo decía. Supongo que se embadurnaba con “perfume” para tapar el hedor de los sobacos de Camacho, pero el caso es que se quedó sin la oportunidad de su vida, sin Mundial. E Iker comenzó una carrera de éxitos con la Roja que parece cercana a su final.

¿Era Iker el mejor portero del mundo, o lo fue del 2002 al 2012? Pues no lo sé, no me gusta definir nunca al mejor. ¿Es Messi el mejor? Pues depende, haciendo anuncios desde luego que no. Casillas tenía muchas de las condiciones para ser el mejor del mundo: ágil, seguro, con grandes reflejos, buena colocación, muchísima intuición (la parada de Perotti) y a mi modo de ver más suerte que ningún otro. En la temporada de Capello a la que hacía referencia antes, algunos comentaristas le llamaban el Santo. Era el salvador del equipo cuando se iban todos arriba y le dejaban vendido.

En la final de Copa de Mestalla de este año, con 2-1 a favor del Madrid y a punto de acabar el partido, Neymar tiene la última y dispara bien a puerta, pero el balón se estrella con la madera. Un comentarista de radio dijo: “con Diego López ese balón hubiera entrado”. ¡Y es verdad! Iker tenía esa suerte (recordad cómo besó el palo), mientras que Diego López tiene cara de cenizo.

La famosa parada al tiro de Robben en la final del Mundial es gol en el 90% de los casos, ¡se había tirado ya hacia el lado contrario! Pero milagrosamente aparece una pierna por ahí y la desvía lo justo para que el balón no entre. Increíble, creo que nunca he estado tan cerca del infarto.

Por todos estos factores digo que es un gran portero, pero que no sé si es el mejor. Desde luego no lo es en estos momentos. Le reprochan ahora los mismos defectos que ha tenido toda su carrera. «Flojea en el juego aéreo». Casillas nunca ha sido un crack en las salidas por alto, no transmite seguridad a los defensas y muchos delanteros lo saben. Mejoró bastante con respecto a sus primeros años, pero ahora está peor que al principio de su carrera. “No sabe jugar con los pies”. No ha sabido nunca, ni antes, ni ahora. Le hemos visto muchos pésimos despejes con el pie o balones a la banda, pero sólo recordamos la cagada ante van Persie en el Mundial como un fallo grave con los pies con resultado de gol. Todos sabemos que Víctor Valdés juega mucho mejor con los pies, pero ¿es esa la función de un portero? Porque de Valdés recordamos este fallo con Villa:

O este otro también con Villa, para animarle a que fuera después su compañero, supongo:

O este con Benzema:

O con De la Peña:

O este regalito a Di María que le costó la Supercopa al Barça:

Entonces, ¿qué ha pasado con Iker? Pues para mí está claro que su problema personal con el entrenador (que además se encargó de cantarlo a los cuatro vientos) derivó en una falta de partidos, que a su vez degeneró en una falta de confianza. Porque un portero, más que ningún otro jugador del equipo, necesita partidos. Necesita saber colocarse bajo palos en situaciones reales, salir a por un balón entre 6 defensas y otros tantos delanteros dispuestos a enchufarle a todo lo que vuele, necesita coordinarse con los defensas o sacar un balón con la presión real de un delantero con el colmillo retorcido. ¿Merece Iker en estos momentos la suplencia? Desde luego que sí. Y más aún cuando estaba Diego López. Esa falta de confianza se le ha visto en los partidos del Mundial, en la cagada de la final de Champions, en el gol de Eslovaquia,… Para mí, la mejor muestra de su falta de confianza no está en ninguno de esos fallos, sino en el segundo gol que nos casca Chile en el Mundial:

 

Es un balón fácil que le viene al pecho, y ni siquiera demasiado fuerte, pero Iker, en lugar de atraparlo, asustado por sus errores anteriores, la despeja de puños, “bais, bais, fuera”. No tiene el valor de intentar atrapar la bola y la despeja tan mal que la jugada termina en gol. En algunos partidos, y más con las pitadas recibidas, se le ha visto con pánico al balón. El segundo gol que nos casca Eslovaquia no es un fallo suyo, pero le hemos visto sacar balones mucho más complicados. Se tira tarde, mal, y dentro de la portería. A veces da la impresión de que quisiera ser invisible.

Parece que esta temporada se le va a devolver la confianza a Casillas. Ahora sí podemos decir que juega por decreto presidencial. Está claro que Ancellotti prefería a Diego López, como dejó claro toda la temporada pasada. Pero tenemos un Presidente dispuesto a pagar a un jugador honesto para que se fuera, para evitar líos en el vestuario, o para acabar con el debate. Diego López no merecía salir (otra vez) por la puerta de atrás. Florentino además, vuelve a desautorizar a Ancellotti, que por mí puede seguir como entrenador del Madrid toda la vida, porque el tío se adapta a todo, como ya se ha visto en varias ocasiones. Iker merece ser suplente ahora mismo. Sin duda. Pero ya que va a jugar por decreto, ojalá recupere la confianza pronto, aunque va a ser difícil con las pitadas que está recibiendo o con el debate abierto cada semana .

El Presidente ha fichado al mejor portero de la liga pasada y uno de los mejores del Mundial para dejarlo en el banquillo. Keylor Navas es un buen portero, pero no es la solución. No es Neuer ni De Gea. Es un portero para la transición. De Casillas a (ojalá, es mi apuesta) Courtois.

Y Casillas merece una gran final, no el que está teniendo.

Cara Barney

 

 

 

 

 

6 comentarios en “Iker no se merece este trato, por Barney

  1. En mi opinión, Casillas fue (y es) un excelente portero que, como buen futbolista, el dinero, los anuncios y la prensa rosa le van lavando el cerebro, subiéndolo al pedestal para luego manipularlo a su antojo, dejarlo caer, subirlo de nuevo…

    Creo que Iker ha tenido siempre demasiado en cuenta lo que decían de él (pongo el beso como ejemplo) y esto le ha condicionado su evolución como deportista. Jaleos en su familia que no deberían haber visto la luz, tampoco le han ayudado.

    En resumen, se casó con los medios de comunicación (nunca mejor dicho) y le afecta el «que dirán». Esto, para la estabilidad de un deportista (sobretodo un portero) si quiere ser «el top» no debería ser así. Mourinho, a lo mejor fue el único que se dio cuenta de esto.

    Barney, excelente labor de hemeroteca, digna del mismísimo Julio Maldonado.

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    • Gracias por el comentario y el elogio «maldinesco». Sinceramente la versión que más me creo es la última que dio Iker, aquella en la que decía que Mou pidió el respaldo de toda la plantilla en su guerra sucia contra el Barça y Casillas se negó. Pero en el fondo, me da un poco igual, apenas quiero hablar de esos malos rollos del vestuario, o de la tensión generada por Mou. En el fondo, quería defender a Iker Casillas de las barbaridades que se han estado diciendo de él y que han hecho que ahora sea un portero que nos da bastante miedo a los madridistas, porque transmite inseguridad. Se le ve nervioso. Ojalá recupere la confianza pronto, y de hecho, el día del Barça hace un par de semanas, pareció dar un paso muy importante. En lo que no estoy de acuerdo con tu comentario es en lo del beso. Aquel era un momento de emoción bestial que teníamos todos, y el capi tenía a ese peazo mujer delante, lo mismo que yo a la mía, y le salió lo que nos salió a todos en ese momento. Un gesto espontáneo de cariño. Saludos.

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      • Gesto espontaneo, lo que se dice espontaneo yo no lo vi así. Durante todo el mundial hubieron sus mas y sus menos sobre el hecho de que su novia estuviera en la banda con un micrófono. Yo el beso lo vi como una reivindicación. Legal y honesta seguro, pero conociendo el país en que vivimos, lleno de envidias y fobias, mas pronto o mas tarde llegaría alguna equivocación o mala suerte para «hacer leña del árbol caído». Él mismo entro en este juego rosa.

        Lo del momento de emoción bestial me hace gracia y te creo. Por lo visto hubo un «baby boom» y hay por ahí familias que tienen un hijo «fabricado» en la Eurocopa y otro en el mundial…

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  2. Está claro que la culpa es de la Carbonero.

    A todos nos emocionó aquel beso, entonces estuvo genial.

    Pero después la ha cagado despistándose con los implantes de pelo, las operaciones de estética de la Carbo, el hijo…

    Ah coñe, que el cotilleo no interesaba, es verdad… bueno, aparte de alguna cagada ocasional, yo también espero verle levantar la Undécima 😉

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